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El Año 2017 de… Andrés Roca Rey


miércoles 27 diciembre, 2017

Resumen pormenorizado de la temporada 2017 del torero peruano Andrés Roca Rey, uno de los más firmes valores de la tauromaquia que firmó en este año una de sus campañas más importantes

Resumen pormenorizado de la temporada 2017 del torero peruano Andrés Roca Rey, uno de los más firmes valores de la tauromaquia que firmó en este año una de sus campañas más importantes

No esperó mucho a que se adentrara el 2017 y ya el día 5 de enero en la Monumental de Manizales, en Colombia, hizo el paseíllo Roca Rey frente a un encierro de Ernesto Gutiérrez frente al que fue ovacionado. Dos orejas pasearía el 16 de enero en la feria de Moroleón, una cita azteca que le llevaría a torear en Juchipila sin demasiada suerte con su lote de La Antigua el día 19 de ese mes. Querétaro sería su siguiente parada, también sin pasear orejas, pero se desquitaría de ese sabor agridulce toreando en la vuelta de los toros a la Santamaría de Bogotá, en Colombia.

Fue el 22 de enero una fecha histórica en el calendario de los aficionados de Bogotá con la reapertura de su plaza, en una tarde en la que Andrés, al lado de Luis Bolívar y El Juli, paseó dos orejas.

No dejaría tierras colombianas para triunfar también en el coso de la Macarena de Medellín el día 28 de enero, cortando tres apéndices al encierro de Ernesto Gutiérrez. Una oreja cortó en su actuación en la Plaza México el 29 de noviembre, estoqueando tres ejemplares de Los Encinos.

No esperó mucho para vestirse con el chispeante y lo hizo el 11 de febrero, tarde en la que toreó en Guadalajara para ser ovacionado. En su segunda tarde en la temporaa de la Santamaría de Bogotá también sacó su raza Andrés para terminar siendo el triunfador paseando dos orejas de sus toros de Ernesto Gutiérrez. Eso fue el 12 de enero y ahí terminaría su temporada americana.

Tras el vuelo de vuelta a tierras europeas, Roca Rey comenzó campaña al otro lado del charco en Olivenza, y para variar lo hizo triunfando con una corrida de Victoriano del Río a la que le paseó dos orejas en tierras extremeñas. Eso le embalaría directamente al 12 de marzo en la localidad jiennense de Andújar, donde paseó dos orejas y un rabo en una extraordinaria actuaci´pn frente a los toros de Salvador Domecq; la parte amarga de ese día fue la tremenda cogida sufrida que le impidió matar al segundo de su lote. Ese sería el gran preludio de la campaña europea que tendrían en la feria de Fallas de Valencia uno de sus grandes cénit.

CRÓNICA VALENCIA

El maná lo espera el toreo como los presos la hora del patio. Desde que lo otorgó Yavhé a los israelitas como alimento vital en su periplo por el desierto se ha convertido su nombre en árnica para el dolor y los males que arrastra una fiesta ayuna de ideas, parca en soluciones y muy dada a exprimir gallinas porque ya se ha gastado el oro de sus huevos antes incluso de que los pongan. Ojalá no le ocurra eso a Andrés, el indiecito cabal y sesudo que sólo busca jugarse la vida para ganarse el pan.

El maná que reparte Andrés colocó un 'No hay billetes' providencial para una feria que viene a más y que ayer rezaba en arameo por contar con su presencia. Veinte años apenas cumplidos y ya le cuelga el sistema de la chepa el peso de la registradora. No será extraño, entonces, que pase el hombre en el hule más tiempo que el torero en la arena, porque no es Andrés cicatero en el esfuerzo ni rácano con la entrega. Por eso se ha convertido en el dueño del maná, pero el maná -si queremos que dure- debe venderse en dosis.

Buscan tanto el chute en el tendido del maná de Roca Rey que de puro ambicionar su adicción corren peligro de olvidar el sabor. Y el Andrés que vino hoy ofreció emoción de la barrera para arriba, pero dejó algunos debes al nivel del mortal. El primero, su merma física, que no puede -ni podrá- con su fortaleza mental, pero le impide desarrollar cuando debe volar un vuelo. Quietud de poseso en flor con el docilón tercero, con tres gotas de maná en los momentos clave; las chicuelinas que remataron el saludo, las gaoneras arrebatadas que respondieron el quite de El Fandi y la sinceridad total con que abrochó los circulares a un toro sin ritmo para ligar ni espíritu para peleas.

A ese le arrancó una oreja porque el tendido iba con él y con su particular forma de regalarles maná. Que es de verdad y se come, que alimenta otras mentiras con girones de realidad y recuerda que esto no es nada si no le damos al toro la oportunidad de vencer. Por eso grita el tendido y se alborota la grada cuando se asienta Andrés en las caderas para lancear al sexto y su remate improvisado se torna en brionesa mayor por el celo del Cuvillo. Y otra, y otra más con la plaza volviéndose loca. Un momento de trascendetal comunión que debe respetar el sistema. Como respetan a Andrés los toros, porque no se puede estar más quieto que el peruano en el inicio, cambiando el viaje a la espalda, regresando por delante, sacando detrás la arrucina, pasándose por la faja cuarto y mitad de pitón. Habían venido a verlo y se quedó chica la plaza para los que buscaban su maná. Y en hombros se fue el indiecito después de regalarlo a espuertas. Ya será más consciente Andrés de que el maná se vende en dosis.

Tras la tarde de Valencia, sería el encargado de abrir la temporada en la plaza de toros de Lisboa estrenando el abono de Campo Pequeño. Vuelta y vuelta fue el resultado del torero peruano frente a la corrida de Varela Crujo; de esas tierras lisboetas, a las francesas, porque la feria de Pascua de Arles lo esperaría el día 15 de abril, tarde en la que paseó un apéndice y fue ovacionado frente al segundo de su lote, con el hierro de Hermanos García Jiménez.

Un día más tarde, cruzaría España entera para hacer el paseíllo ni más ni menos que en el Domingo de Resurrección en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, fecha emblemática para la Fiesta de los toros en Andalucía. Ovacionado resultó frente a un nulo lote de Núñez del Cuvillo.

Cruzaría de nuevo el charco para torear en Monterrey, México, el día 21 de abril un encierro de Julián Hamdan, al que cortó tres orejas, y una oreja en la feria de Texcoco a una corrida de Torreón de Cañas el día 22. Ya el 23 terminaría su viaje express haciendo el paseíllo en la feria de San Marcos de Aguascalientes frente a una corrida con el hierro de Jaral de Peñas con la que paseó dos orejas. De ahí, de nuevo a Sevilla.

CRÓNICA SEVILLA

Un río, sea caudaloso o chico -como calificaba Jorge Manrique, el poeta-, tiene siempre dos orillas, y no por ello deja de fluir o tiene una imagen distinta. Las dos orillas de un río se asumen como respirar para vivir: sólo se piensa en ello cuando hace falta para algo. Victoriano, que tiene el río en el apellido, también sabe de sus dos orillas, aunque hoy le hinche el pecho aquella por la que todo el mundo quiere pasear.

Roca Rey estuvo hoy realmente cerca de descerrajar la del Príncipe y se le fue por la misma orilla que el doble premio de Castella, pero él ya había saltado hoy dos cerrojos de esa puerta. Fue con el sobrero tercero, y fue a base de torear. Porque lo persiguió con fe cuando se espantó el manso burraco del cite que le ofreció. No quería contraquerencias, ni molestias, ni atosigamientos, sino arena de chiqueros, tablas más abrigadoras y trato de comprensión. "Si me dejas llegar allí", parecía transmitirle a Andrés, puedes pedirme lo que quieras". Y exploró esa orilla del río el peruano listo, dispuesto a enseñarle al mundo que su valor es para torear.

Para torear, sí, con la mano sintiendo la arena, el corazón a doble latir, las yemas de los dedos conduciendo con exigente delicadeza la embestida del toraco y la generosa entrega del que soñaba ese sueño dando todas las ventajas al saberse superior. Lo fue Andrés hoy en Sevilla, sacrificando limpieza en favor de sinceridad. De verdad, de exposición serena, de natural composición en los tres estatuarios que iniciaron la faena. El cuarto ya fue por la espalda, aguantándole el disparo al que buscaba otras fuentes en una huida vergonzosa que recordó otras orillas. Pero tuvo fondo y raza para no volverlo a hacer, para quedarse en el trapo humillado y cadencioso, entregado y con cierta clase para que un convencido Roca Rey convenciese a la parroquia engarzando la arrucina y el de pecho. Un estocadón. Dos orejas. Y el sueño de un niño-hombre convertido en Rey de su casa. Aún estábamos en la orilla buena.

La plaza de toros jiennense de Baeza fue la siguiente parada del joven peruano. El 13 de mayo trenzó el paseíllo frente a un encierro de La Palmosilla logrando desorejar a su primero. Y de tierras olivareras, a tierras castellanas, porque viajó hasta Valladolid en lo que era la recuperación de festejos taurinos en la feria de San Pedro Regalado. Junto a Castella y Talavante toreó Andrés una corrida de Núñez de Tarifa en la que paseó un premio.

Ya el 20 de mayo, también con Alejandro TAlavante pero en esta ocasión en mano a mano se vestiría con el chispeante en la feria del Caballo de Jerez de la Frontera. En esa tierra que rebosa arte se fue en volandas con cuatro orejas en el esportón frente a sus toros de Zalduendo, Juan Pedro Domecq y Núñez del Cuvillo.

Su cita del 24 de mayo en Madrid llegaría para ser silenciado con el peor de los lotes de Núñez del Cuvillo, mala suerte de la que se desquitaría dos jornadas más tarde en la feria de la Salud de Córdoba. Allí, frente a una corrida de Zalduendo, se llevó un premio al esportón en el coso de los califas.

Ya el 27 de mayo le esperaba una apasionante jornada: en primer lugar, fue partícipe de la vuelta de las corridas de toros a Cáceres tras un año sin ellas. Con una corrida de El Pilar salió a hombros e inmediatamente cogió el helicóptero para volar hasta la localidad portuguesa de Moita do Ribatejo, donde toreó una corrida nocturna en la que se enfrentó a tres toros de Juan Pedro Domcecq en los que dio dos vueltas al ruedo.

Misma suerte correría en el rincón gaditano de Sanlúcar de Barrameda, tarde en la que se llevó tres orejas de la corrida de Zalduendo. Eso precedería la segunda de sus tardes en el abono de San Isidro, tarde en la que se llevó al esportón gracias a una enrazada y entregada actuación una oreja de un manso de libro con el hierro de Victoriano del Río. Allí, en terrenos de toriles, emocionó al tendido el peruano para erigirse como uno de los nombres fundamentales de la primera feria del mundo.

Nimes vería su evolución el 4 de junio, fecha en la que precisamente también frente a un encierro de Victoriano del Río dejó sus credenciales en plena Feria de Pentecostés. Seis días estaría sin aparecer por una plaza de toros hasta su actuación en la localidad alcarreña de Brihuega, tarde en la que se llevó al esportón tres orejas de la corrida de Juan Pedro y Parladé.

No podía tener mejor resultado su actuación en la tradicional corrida de Asprona de Albacete, en la que junto a Enrique Ponce salió a hombros de la gran afición manchega. Dos orejas le paseó a la corrida de Las Ramblas ese 11 de junio.

No dejaría la tierra de Don Quijote, porque su siguiente parada el día 15 fue Toledo, en uno de los tres jueves del año en los que más reluce el sol. E hizo brillar Andrés el Corpus de la ciudad imperial frente a la corrida de Garcigande. También fue por el Corpus, pero en este caso en Granada, donde trenzó el paseo Andrés dos días más tarde, el 13 de junio, festejo en el que tres orejas fue el resultado del peruano frente al encierro de Salvador Domecq.

Para rematar esta gran racha del matador, la feria de San Juan de Badajoz le erigiría como uno de sus nombres fundamentales paseando una oreja de la corrida de El Pilar, pero sufriendo desgraciadamente uno de los percances más fuertes de su carrera al entrar a matar al segundo ejemplar de su lote. Esa fea cogida lo mantendría varios días fuera de los ruedos… hasta que eligió Pamplona como plaza para reaparecer.

CRÓNICA DE PAMPLONA

En Pamplona, Andrés se labró la gloria pero el mal surco del hule vino a visitarle la tarde en la que reaparecía desde Badajoz. Mejor su proposición que su toreo en la oreja y oreja que le permitió su sino premeditado de triunfar: porque le cogió bien el ritmo al tercero cuando lo enganchó delante, cuando le permitió ponerse en el sitio y cuando la seguridad hizo lo demás para llegar arriba. A pesar del tabacazo en el escroto de hace un año al mismo lugar se fue a tablas a iniciar trasteo, a labrar una faena de oreja por mérito a la exposición, por gloria a la proposición kamikaze de un torero que reta a la locura para conseguir la meta cuerda de mandar en el toreo. Esa fue la labranza de un Andrés que paseó premio del tercero recurriendo al encimismo, a unas distancias cortas en las que el diablo predica la homilía terrorífica que vino a visitarle en el sexto.

En ese cierraplaza, supo Andrés reponerse psicológicamente de lo que Badajoz le dejó para ponerse en el sitio sin ningún tipo de rencor emocional. Aunque arrojo sin toreo fundamental, se ganó otro premio imponiendo su poderío sin que la falta de actividad le hiciese mella, sin que el embroque embrutecido del de Jandilla lo descubriese a milímetros de su taleguilla. Y labró de nuevo sin lírica su propuesta en este negocio cruel de la tauromaquia: aquí cobra no porque cobre, sino porque se arrima.

Tras su paso por Pamplona, casi veinte días sin hacer el paseíllo por esa lesión estuvo Roca Rey, que reapareció en la Feria de Santiago de Santander siendo silenciado con la corrida de Garcigrande. Azpeitia y su feria de San Ignacio vería cómo el diestro peruano trenzaba el paseíllo ante una muy seria corrida con el hierro de Fuente Ymbro frente a la que fue ovacionado, saliendo Perera a hombros aquella tarde. De nuevo hizo un viaje express a su tierra, Perú, para torear en Celendín y llevarse al esportón seis orejas y un rabo.

De ahí, a la plaza real de El Puerto de Santa María ya el 4 de agosto. Tres orejas tras una dramática cogida paseó Roca Rey de una corrida de Juan Pedro Domecq que quedará para los anales de la historia de ese coso gaditano. Y no dejaría tierras andaluzas, porque Huelva en su feria de Colombinas vería el momento Roca Rey, que de nuevo paseó tres orejas en su actuación frente a la corrida de Núñez del Cuvillo.

Un día más tarde, el 6 de agosto, cortó una oreja en la feria de la Peregrina de Pontevedra con la corrida de Alcurrucén, que no terminó de romper. Gijón, ya el día 11 de agosto, vería cómo el diestro peruano desorejaba a su primero con el hierro de Sánchez Arjona para salir a hombros de un coso del Bibio inmerso en plena Feria de Begoña.

Otro coso de primera categoría, el de Illumbe en San Sebastián, experimentaría la evolución en el toreo del matador, paseando una oreja Roca Rey el 12 de agosto frente a la corrida de Zalduendo. Un día más tarde, cruzaría los Pirineos para acudir a la cita de la feria de Béziers, donde tres orejas fueron el resultado de una extraordinaria tarde frente a la corrida de Hermanos García Jiménez.

Un viaje largo le esperaría esa noche, porque Málaga fue su parada horas más tarde, el 14 de agosto. Ovacionado resultó el diestro con un toro de Núñez de Tarifa y otro con el hierro de Victoriano del Río. De nuevo viajaría a tierras peruanas para, el día 16, matara una corrida en Huamachuco de la que se llevó tres orejas. Fue un mano a mano con su hermano del que salió triunfante en el duelo fraternal.

La segunda tarde de la feria de Málaga tampoco tuvo orejas, siendo ovacionado con la corrida de Cuvillo. Tampoco tuvo suerte con su lote de Daniel Ruiz en la feria del Prado de Ciudad Real, sí llevándose de su mano al respetable ya el 22 de agosto en las Corridas Generales de Bilbao. La corrida de Jandilla respondió a las expectativas creadas para que Andrés paseara dos orejas en el Botxo, cita que lo embalaría a una nueva tarde en la murciana Cieza, cortando el 24 de agosto tres orejas de la corrida de La Palmosilla.

Un apéndice fue su resultado en la feria de la Virgen del Mar de Almería, tarde que precedería a la segunda en Bilbao, en la que paseó un apéndice frente al encierro de Puerto de San Lorenzo. También una oreja se llevó al esportón en la feria de los Remedios de la localidad madrileña de Colmenar Viejo, siendo ovacionado frente a un nulo lote de Montalvo en la feria de San Julián de Cuenca el 30 de agosto.

Comenzaría septiembre toreando, pues el día 1 volvía al escenario de Palencia en el que un año antes sufrió un durísimo percance que lo mantuvo varias semanas alejado de los ruedos. Allí, en el coso de Campos Góticos, paseó dos orejas este 2017 con la corrida de Zalduendo como materia prima ganadera para la ocasión. El día 2 le tocaría dar la talla en Bayona, pero un mal lote de El Freixo se lo impidió.

Una jornada más tarde, el 3 de septiembre, sería Ejea de los Caballeros la que viviría el momento de Andrés con la corrida de Antonio Bañuelos a la que le cortó tres orejas. De ahí, al municipio pacense de Don Benito, en el que cortó dos apéndices de la corrida de Zalduendo el 7 de septiembre. Un día más tarde, la feria de ntra. Sra. De San Lorenzo de Valladolid acogería el toreo de Roca Rey, siendo ovacionado con la corrida de Daniel Ruiz en la que El Juli indultó uno de los ejemplares. El siguiente capítulo estuvo lleno de emociones, pues fue el indulto del toro Orgullito, de Garcigande, en la feria de los Llanos de Albacete dentro de la conmemoración de los 100 años del coso.

CRÓNICA DE ALBACETE

Los 100 años del coso de La Chata los copó Andrés con el indulto de un Orgullito que fue vida para la Fiesta en la plaza de moda. Paseó Andrés el triple premio simbólico gallardo, como el pecho de los héroes cuando tienen la victoria en su mano. Y enseñó los máximos trofeos como el juguete que es fuego vivo en las manos de un niño.

Y si una lección debió aprender el manicomio de miles de cuerdos en Albacete es que comunicar, comunicar y comunicar debe ser la Biblia de una Fiesta que debe ir al fin del mundo con hitos como el que sucedió en la corrida del Centenario.

Saber contar que estuvo llena por un adolescente que, en vez de reventarse a cubalibres como los veinteañeros de su edad, decidió reventar el mundo para que no sea él el que decida llegar a su final, sino éste el que decida que él los acompañe a la eternidad. Y dio un pasito más la Roca de Andrés para conseguir ser el Rey eterno del que Albacete fue triple testigo.

Ese que le ofreció el pecho hasta morirse de toreo aislado a zurdas. Ese que le rebañó al dejarle la bamba inerte a la cara alta, al dejarle el palillo hundido al tranco que Salamanca soñó y al reventarse en naturales aislados frente a la clase sin motor de ese primero de su lote.

Porque lo fue todo y no pudo ser nada esa vida que pende del hilo de la suerte. Esa que hoy brindó de nuevo a Andrés unas horas más de porvenir al toreo gracias al indulto del animal… del que aún habla toda La Mancha.

Tras su paso por Albacete en esa Corrida del Centenario, su siguiente parada sería la Feria de Toros y Salsa de la localidad francesa de Dax, donde cortó una oreja frente a su primer ejemplar con el hierro de Puerto de San Lorenzo. Ya el 12 de septiembre, la Feria de Murcia acogería la presentación como matador de toros vestido de luces de Roca Rey en ese coso, paseando un rabo del segundo ejemplar de su lote con el hierro de Victoriano del Río. La Condomina se sumió en la gran faena del diestro peruano que finalmente terminó con el triple premio del animal.

De ahí, a viajar a Salamanca. El 14 de septiembre haría el paseíllo en La Glorieta con la corrida de Domingo Hernández siendo ovacionado, mismo resultado que el día 15 de nuevo en su segunda actuación en Albacete frente a la corrida de Vellosino.

El 19 de septiembre, la feria de San Mateo de Logroño acogería la presencia de Roca Rey cortando una oreja del encierro de Jandilla y entre ovaciones se iría de su actuación en la Feria de San Miguel sevillana en una tarde en la que sus toros de Olga Jiménez no dieron demasiado juego. No dejaría tierras andaluzas y viajaría, el día 1 de octubre, a la Feria de la localidad jiennense de Úbeda, donde cortó tres orejas al encierro de Santiago Domecq.

Las dos últimas actuaciones de Roca Rey en tierras europeas acaecieron en Zaragoza y Jaén. En el coso de La Misericordia el día 13 de octubre, frente a la corrida de Núñez del Cuvillo, pseó oreja y oreja y dejó uno de los quites más espeluznantes que ha visto toda la temporada 2017 por gaoneras. No tuvo suerte en su última tarde en este lado del charco, pues la corrida de Santiago Domecq en Jaén no terminó de romper el 14 de octubre.