LA CRÓNICA DE MEDELLÍN

Ensiestona


domingo 12 febrero, 2017

El torero de Beziers se vio cómodo en Medellín y seguro en la plaza, como toreando en su casa

El torero de Beziers se vio cómodo en Medellín y seguro en la plaza, como toreando en su casa

LUCAS MORALES / FOTOGALERÍA: MIGUEL MORALES

 

Hoy se dio por
finalizada la temporada taurina en Medellín, con un encierro de varias
ganaderías y la presencia en solitario del francés Sebastián Castella. Segundo
año consecutivo que la temporada paisa presentaba una encerrona dentro de sus
carteles, el año pasado correspondió a Juan de Castilla matar 6 novillos en la
despedida de novillero de su ciudad y esta vez la apuesta fuera para el torero
de Beziers.

Dentro del
resultado artístico, si lo hablamos puramente de las estadísticas tenemos que
dar parte de un penoso corte de apenas 2 orejas, pero no se deje engañar amigo
aficionado, hubo cosas peores que esa, el corte de los trofeos es apenas la
muestra de como una gran apuesta se puede volver en contra en cuanto el toro,
que es al único que no le preguntan si quiere «colaborar”, decide echar todo al
suelo.

De la
presentación de los toros diremos que naturalmente fue variada dadas sus
procedencias y manera de criarlos. De la presentación del torero habrá mucho
que contar, sobretodo que se vio cómodo y seguro en la plaza, como toreando en
su casa, tanto fue así que el mismo Castella fue quien ordenó,
inexplicablemente, cerrar el techo corredizo que tiene la cubierta de la plaza
de toros de Medellín. Con su primero, un toro muy bien presentado de la
ganadería de Santa Bárbara se le vio en lo que todos le conocemos, una idea
preconcebida del toreo que encaja perfectamente en los tres tercios del ritual,
la faena nunca rompió con fuerza en los tendidos y todo quedó en unas tímidas
palmas que bajaron desde el tendido. En su segundo, un bonito toro de Achury
Viejo que metió riñones en el capote y embestía con clase a los vuelos de los
trastos presentados en el ruedo nos quedamos con ganas de verlo porque se
malogró y tuvo que ser devuelto a los corrales. En su reemplazo salió un toro
de Ernesto Gutiérrez, ganadería que hizo turno en 3° y 4° lugar. Compactando
estos dos toros, iguales de presentación y casi iguales en juego, habrá que
contar que le transmitieron la sosedad y el peligro al que iba vestido de
luces, porque las faenas fueron casi idénticas, muletazos sueltos y voluntad de
tratar de ligar tandas sin que se llegase a concretar aquello.

Todos estábamos
expectantes que la tarde cambiara de rumbo, íbamos por el camino de ver lo casi
exactamente lo mismo en los tres primeros toros, sabemos que Castella es de
esos toreros de los que uno sabe exactamente que esperar y hoy no fue la excepción.
Al cuarto un encastado toro de Achury Viejo, para el que algunos pidieron el
indulto lo toreó con capote y muleta con el selló de la casa, ceñidos quites,
un cambiado por la espalda tandas en redondo ligando pases con remates por bajo
y acertando con el acero lo que le valió para cortar el primer trofeo de la
tarde. Ya con el quinto otro animal bien presentado de Santa Bárbara, el
francés salió a sellar su salida por la puerta grande, logrando darle tandas de
mucho valor que fueron suficientes para que los que llenaron casi ¾ de aforo
pidieran la otra oreja que aseguraba la salida por la puerta de San Juan. Para
entender lo que pasó con el sexto toro, un sobrero de Ernesto Gutiérrez, basta
leer lo dicho en este mismo acerca del 3 y 4, animales con peligro escondido en
la sosedad de sus embestidas, que no dejaron estar ni triunfar y que fueron
tóxicos para el torero, toda vez que este se contagió de la abulia que
trasmitían los toritos manizaleños. Que dicho sea de paso, podrían gozar de un
merecido descanso para que la ganadería que todos conocimos triunfando en
Medellín resurja con más fuerza en ferias venideras.

En conclusión no
creo que haya sido una buena tarde de toros, tampoco mala. Sólo que sé que la
gente esperaba más de lo que allí pasó y una apuesta tan grande, como ya lo
dije, exige retos y decisiones más arriesgadas. Conformarse con más de lo de
mismo generalmente termina en resultados mediocres que sólo alegran a quienes
ciegamente siguen y creen en un profeta como camino de vida.

Si los toreros dan toro de regalo, pues yo daré
tres líneas de regalo para no dejar pasar un hecho importante. Desde acá y a
título personal quiero dar mis más sinceras felicitaciones por su carrera al
Picador de Toros Bravos Diego Ochoa, quien puso hoy final a la misma de manera
digna y con honores. Que disfrute del merecido descanso y se vaya con la cabeza
en alto por el deber cumplido.

 

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Medellín, Colombia. Cuarta de la feria de la Macarena. Corrida de toros. Tres cuartos de plaza.

Toros de Santa Bárbara, Achury Viejo y Ernesto Gutiérrez. 

Sebastián Castella, (en solitario) Palmas. Ovación tras petición. Silencio. Oreja. Oreja. Silencio.