JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Gómez Pascual es uno de los subalternos más
destacados de la actualidad. Se ha erigido como uno de los nombres
fundamentales en las filas de plata gracias al trabajo diario, a la
lucha y, sobre todo, al incansable amor de aficionado hacia la Fiesta. Es eso precisamente
lo que lo mantiene vivo en medio de una profesión a veces desagradecida con el
máximo esfuerzo que los profesionales le brindan. Triunfos y sangre recogió en
doce meses para el recuerdo de la retina del aficionado.
Eres aspirante a los
premios del Foro de la Juventud Taurina como mejor tercero, ¿con cuántos
festejos terminaste el 2016 y qué balance haces de él?
El
balance es positivo, porque el año no se presentaba bien porque no había muchos
posibles festejos, pero fue evolucionando a mejor y he superado los cincuenta
festejos y he podido ir a plazas importantes como Bilbao, Valencia, Madrid, Santander…
las temporadas dependen de la suerte y no sabes cómo van a terminar, pero al
final sí que fue buena. El tema personal cuenta y estoy en un momento bueno y las
lesiones han respetado. He venido arrastrando lesiones estos tiempos de atrás y
parece ser que las cosas van mejor
¿Cómo van evolucionando los percances de
2015, sobre todo el más fuerte que te ocurrió en el campo?
Ha
evolucionado bastante bien. No ha tenido problemas. Decidieron no operar en el
tratamiento, surtió efecto y bastante bien. También he llevado una lesión menor
en un tendón en un brazo que se ha solventado. Estaba parcialmente roto pero ha
evolucionado bien.
¿Cuál es tu historia como torero desde el
inicio?
Soy natural
de Guarrate, en Zamora, cerca de Salamanca, y he hecho mucha vida en Salamanca.
Me fui a estudiar a Salamanca y allí me apunté a la escuela taurina, tardando
dos años en entrar, y ahí fui otro de tantos novilleros, buscando las ilusiones
que tienes de pequeño. Maté alguna novillada picada y no le vi opciones, por lo
que me hice banderillero hace 22 años y hasta hoy. Empiezas de cero, toreando y
a partir de ahí esa es mi trayectoria.
Supongo que dará mucha moral una nominación
así…
Estoy
agradecido, es un reconocimiento suyo, particular, y para mí. No empecé
colocado pero terminé toreando bastante. Para mí ha sido una temporada difícil,
y me han nominado yendo suelto. En ese sentido bien. Tiene un enorme mérito
echar las cosas hacia adelante, con la poca ayuda que tiene el mundo del toro.
Nosotros como UNPBE aportamos nuestro pequeño grano de arena, y es una cosa que
particularmente merece todo el apoyo del mundo. La verdad es que se merecen
ellos que todo el toreo esté presente. Se merecen que estemos todos allí.
¿Cómo ves el toreo de plata en la actualidad?
¿Afecta mucho el túnel?
El
túnel afecta. Sigue existiendo y es muy difícil de erradicar. Hacienda ha hecho
en los últimos años una inmersión brutal en el mundo de toro y afortunadamente
para nosotros es bueno, que todo vaya registrado con las retenciones. Sigue
afectando el túnel a pesar de hacer los recibos de Hacienda…
Del
tercero no cambiaría nada. He vivido la evolución de la figura de tercero, que
antes era el final de muchos banderilleros, que cuando les costaba mucho mover
la capa y hacer cosas con el capote se hacían terceros, estaba menos valorada
la puntilla por parte del público. Ahora la gente está muy pendiente de todo y
hoy día se requiere apretar mucho hacia adentro. El tercero tiene que estar muy
vivo para cortar en banderillas y en el caballo de la puerta. Los toros se banderillean
ahora de las rayas hacia adentro. De hecho ha habido muchos percances en ese
lugar.
En cuanto a la UNPBE, os encontráis
totalmente coordinados con una entidad como la FTL para la defensa jurídica y
comunicativa del toreo. Y el 2016 ha sido clave para el crecimiento de la
entidad.
Es una
unión muy consolidada. Este año cumplimos 40 años desde su fundación. Sigue
trabajando día a día, tienen nuestros empleados una actividad frenética
defendiendo a nuestros afiliados, siendo el equilibrio muchas veces entre
matadores y empresa y ayudando mucho a compañeros. Vamos parejos a la FTL con
apoyo económico y moral, como también a otro tipo de entidades, algunos certámenes sin caballos. Esa ayuda
directa al FJT cuesta no poder destinar más dinero, pero es gratificante
hacerlo con lo que se hace.
