JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Óscar
Castellanos dejó sobre la arena de Valencia esta tarde un auténtico concierto
de música callada con su capote. Lo vio y lo vivió la afición levantina en la
lidia al quinto toro de la tarde, un animal que, de no ser por las excelentes
manos del manchego y los dulces toques, no hubiese durado los diez minutos que
le permitieron al linarense convencer a la calle de Xátiva. Porque del parecía
de su falta de fuerza inicial, tras la lidia de Castellanos, se pasó al puede que
experimentó el toreo de Curro.
«Levítico”
llevaba por nombre aquel animal, un toro al que picó dejando una buena vara
José Manuel Quinta antes de la gran lidia de Óscar en un tercio de banderillas
protagonizado por Pablo Saugar «Pirri” y Manuel Muñoz «Lebrija”. Sin hacerle caso a las telas salió el segundo
de Fuente Ymbro, un toro menos serio que el anterior y que empujó al caballo de
Curro Sánchez siempre con la cara arriba. Puso empeño el piquero en la primera
parte de la primera puya, levantando la vara cuando el animal empujaba contra
las tablas. No bajó la cara tampoco al capote del lidiador, Pablo Saugar
«Pirri”, ataviado de azul y plata al que además le apretaba hacia los
adentros. Primer y tercer par le tocaron en suerte a Óscar Castellanos, vestido
de carmesí y azabache, que dejó buenos pares ante un animal que mantenía la
movilidad muy viva en este tercio.
«Hortensia”
llevaba por nombre el caurto, un toro muy astifino, con las puntas hacia
adelante y que salió con brío de toriles. Padilla galleó por chicuelinas para
acercar el toro al caballo de Alventus, donde soseó. Se le fue la divisa al
animal con el estribo, quitando Juan José por airosos faroles rematados con la
media verónica jadeada por el respetable levantino. «Hortelano”, negro burraco primero
de la tarde, recibió por su parte dos leves puyas.
Como
nota negativa de la tarde, la imposibilidad de actuar de «Chicharito” en la
cuadrilla de Manuel Escribano después de que la renovación del carné
profesional, que está en estas semanas en curso por el Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte, no permitiese al piquero participar en ningún festejo. Lo
sustituyó Diego Cotán, que dejó dos buenas varas al tercero.
