VALENCIA

Los naturales de Diego Carretero, contra el frío y el barro


lunes 13 marzo, 2017

Dejó la única nota salvable de la primera novillada de la Feria de Fallas, en la que el hierro de El Parralejo dejó varios animales potables; ovacionado Valadez y verde Rico

Los naturales de Diego Carretero

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

Leo Valadez, Diego Carretero y Jorge Rico hacían esta tarde
el paseíllo en la primera novillada con picadores del ciclo fallero. Un
encierro de El Parralejo era la materia prima ganadera para la ocasión.

Con retraso comenzó el festejo debido a la fuerte lluvia
caída en las últimas horas sobre el ruedo del coso de la calle de Xátiva. El
primero llevaba el nombre de «Haragán”, un negro zaíno nacido en noviembre de
2013 y con 495 kilos de peso. Montado, cuesta arriba en su morfología, lo
recibió Leo Valadez sin lucimiento. Una buena primera vara dejó Óscar Baernal,
levantando pronto el palo a un novillo que mostró nobleza en las telas del
aquicalidense. En la segunda vara, el de El Parralejo cumplió con flojedad.
Tras un rápido tercio de banderillas por las condiciones del ruedo, fue
precisamente ese defecto el que el animal acusó durante el trasteo de Valadez. Tras
probarlo por ambas manos, no llegó al poco público del tendido levantino. Se le
puso cansino a la hora de matar, andarín mientras tomaba los trastos, dejando
un buen puñetazo dándole tiempo en la suerte y cayendo el novillo al sonar el
primer aviso. Ovación.

«Cazador” hizo segundo de la tarde, también con el mismo
hierro, marcado con el número 20, negro mulato y nacido en noviembre de 2013 y
con 516 kilos. Desarmó con la cara arriba a Carretero en el inicio capoteril,
Un punto trasero pero arriba picó Tomás Copete «Tomasete”, levantando enseguida
la vara. Por chicuelinas fue el quite de Jorge Rico antes de que Óscar
Castellanos dejase dos airosos pares, Miguel Ángel Ramírez como tercero otro con
buen son y Juan Carlos Ruiz anduviese fino en la lidia. Al escaso público fue
el brindis del albaceteño, que se puso a torear con un característico concepto
de punto artístico. Dejó momentos muy buenos por ambas manos, soplándole
naturales de muy buen trazo al de El Parralejo, que le aguantó con nobleza las
tandas. Lo mejor llegó en los ayudados finales. Lo peor llegó a la hora de la espada, pues dejó un bajonazo que le
quitó el premio. Vuelta al ruedo tras petición.

«Barbacena”, número 65, era el tercer novillo de la tarde,
negro mulato nacido en febrero de 2014 y con 508 kilos de peso. Juan José
Esquivel le administró el puyazo al novillo, pareando Pedro Mariscal y Pascual
Mellinas y lidiando Álvaro Oliver. El inicio a pies juntos no tuvo conexión, y
posteriormente la primera parte de la faena tampoco. El desarme fue un punto
frío, pero tres tandas posteriores dejaron al novillero expresarse. Con la
espada, una media y varios descabellos dejaron todo en silencio tras dos
avisos.

”Protestón” llevaba por nombre el cuarto de la tarde, nacido
en enero de 2014, aplaudido de salida, con 534 kilos de peso, número 25. Manuel
José Bernal administró las varas ante un novillo que le apretó en el peto. Por
lopecinas fue el quite del aquicalidense. Rafael González dejó el primer par,
clavando el segundo Diego Valladar mientras que lidiaba Pepín Monje. Por el
pitón derecho daba una mirada seria que incluso se le coló en varias ocasiones,
pero buscó el toreo al natural. Mostró actitud y se cruzó en las siguientes tandas,
pero no logró conectar. Mató de entera un punto atravesada y fue silenciado.

 

Con 532 kilos salió el «Aguaclara” quinto, novillo al que
Diego Carretero le echó el capote a la verónica con empeño pero sin
contundencia final porque el animal salía suelto. Ramón Flores se encargó de un
tercio de varas en el que el de El Parralejo se durmió en el peto en la
primera. Lo llevó templado en el capote el lidiador Óscar Castellanos, colocando
muy bien el primer par Juan Carlos Ruiz. Tiempos le dio Castellanos en el
capote, algo que le hizo aguantar las fuerzas para la faena de Carretero. Se
puso a torear sin más dilación el manchego, enrazándose y toreando con
parsimonia a un animal que le permitió hacer faena. Por ambos lados se lo pasó
cerca el de Hellín, llevándolo con mano bajísima especialmente al natural. Con
el pasodoble «Puerta Grande” sonando ejecutó el joven una faena a menos
lógicamente por la condición del novillo pero con máxima verdad. Cerca se lo
pasó cuando el animal se le paró, cruzándose soberanamente y llegando al
tendido con el impresionante valor que demostró. Un espadazo rubricó las buenas
formas del joven. Oreja.

 

También en el son de sus hermanos anteriores era el novillo
sexto del encierro de El Parralejo. Agustín Collado se encargó del tercio de
varas, durmiéndose el animal en el peto tras recibir dos leves puyas. Álvaro
Oliver y Pascual Mellinas se encargaron de las banderillas, mientras que Pedro
Mariscal lidió al animal. No conectó Rico en la faena, convirtiéndose el
trasteo en anodino por momentos. Además, tampoco acertó con los aceros.

 

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Valencia. Cuarta de la Feria de Fallas.
Novillada con picadores. Un cuarto de entrada.

Novillos de El
Parralejo.

Leo Valadez, ovación y silencio. 

Diego Carretero, vuelta y oreja. 

Jorge Rico, silencio y silencio.