ENTREVISTA

Cristophe Andiné: “Estamos orgullosos de tener una feria de primera en un pueblo como Vic, con 3800 habitantes”


miércoles 29 marzo, 2017

Una localidad que no llega a 3800 habitantes y una feria de primera con cuatro corridas y una novillada picada. Es el milagro que ocurre cada Pentecostés en la localidad francesa de Vic-Fezensac

Una localidad que no llega a 3800 habitantes y una feria de primera con cuatro corridas y una novillada picada. Es el milagro que ocurre cada Pentecostés en la localidad francesa de Vic-Fezensac

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

Una localidad que no llega a 3800 habitantes
y una feria de primera con cuatro corridas de toros y una novillada con
picadores. Es el milagro que ocurre cada Pentecostés en la localidad francesa
de Vic-Fezensac, que este año cuenta en su flamante coso ara 7000 espectadores
con nombres de postín como Juan Bautista, Curro Díaz o Morenito de Aranda. Y
con el toro que sale, exponente máximo de la diversidad de encastes y honrosa
colección brava que da una lección a las Ferias hispanas. Raso de Portillo, Miura,
Cura de Valverde, Cuadri, Valdellán, Oliveira Irmaos, Palha, Alcurrucén… gloria
pura para el aficionado galo que hoy, en CULTORO, es protagonista a través de
la cabeza de su comisión taurina, Cristophe Andiné.

En primer lugar, ¿cuál ha sido la opinión a
pie de calle del aficionado durante estos días posteriores a la presentación del
serial? ¿Cómo han recibido la feria?

Hemos
dejado impregnado de nuevo en esta Feria nuestro sello, algo que desde hace
tiempo los aficionados saben qué es y qué quiere Vic. Ante todo, el toro. Los
aficionados de aquí han acogido la feria muy bien, con un panel de encastes muy
diversos, algo que a nosotros nos gusta y buscamos en cada edición. Los
aficionados franceses estamos bastante acostumbrados a ver una amplia gama de
encastes en las ferias y es algo que debemos promocionar. Vemos que el campo
están muy reducidos muchos encastes y en la mayoría de plazas españolas y
algunas francesas siempre se ve lo mismo.

Se trata de una feria con cuatro corridas de
toros y una novillada en la que la diversidad de encastes precisamente es nota
predominante, ¿en qué aspectos os habéis basado para confeccionar la feria de
este año?

Somos
organizadores pero también nos quedamos en la piel de aficionados. Nosotros no
estamos aquí para ganar nada, pero tenemos que tener la mentalidad de organizadores,
por lo que no podemos hacer todo lo que queramos. Está complicada la realidad,
queremos a veces toros interesantes en ganaderías que se ven poco pero el
problema es que las camadas son muy cortas, por lo que es complicado encontrar
diez toros para una corrida. Vic es plaza de primera y queremos un toro de
plaza de primera. Intentamos ver el máximo de ganaderías, hacemos muchas
visitas bastante pronto –desde el mes de junio o julio del año anterior vamos
visitando, para tener todo claro en torno a septiembre-. Es algo que debemos
hacer, y se complica aún más cuando nos movemos. También intentamos ver muchas
corridas a lo largo de la temporada para ver la evolución de cada ganadería y
de cada torero. Estamos lo más cerca posible de toda la evolución de la
temporada para seguirla.

Además con ese nombre importantísimo de
Manolo Vanegas tomando la alternativa en este coso, con la verdad de Curro Díaz
presente, la solera de una figura en Francia como es Juan Bautista, que no
renuncia a hierros míticos como Alcurrucén; Alberto Aguilar, Emilio de Justo al
que premiáis tras estar bien en Mont de Marsan, Lagravere, Chaves, Morenito…
una honra a la trayectoria de todos estos toreros modestos y no tan modestos
que siempre han dado la cara. Una honra a la justicia en el toreo.

En los
últimos años hemos llevado ese camino. Una Feria tiene que tener ese
equilibrio. Una Feria como la nuestra, que es torista, es difícil que pueda
contar con algunos toreros, pero también creo que tenemos siempre en la mente
necesitamos toreros con experiencia. Viendo la evolución de la temporada
anterior y los toreros que destacan, como en el caso de Emilio de Justo,
contamos con ellos. De Justo estuvo francamente bien con una corrida de Victorino
en Mont de Marsan, por eso lo anunciamos. Tenemos la gran posibilidad, además,
de tener una alternativa por vez primera en la historia de Vic. Siendo una
feria complicada para los toreros porque el toro es grande, creo que Manolo
Vanegas es un chico con mucha sabiduría, mucha madurez en el ruedo y fuera de
él, y se nota que es un chico que sabe lo que quiere, dónde está y las
posibilidades que puede tener según su forma de torear y según está el mercado
taurino.

Él
tiene mucha madurez. Ese puede ser su camino, y empezar en Vic con una corrida
muy fuerte de Alcurrucén tiene su mérito. La corrida va a ser importante, es un
buen cartel, con Curro Díaz y la importancia que tiene en la actualidad con el
sello propio que atesora, además del poder que tiene; Juan Bautista aquí en
Francia es un torero más importante que en España, y es un buen cartel de lujo
para Vic.

Destaca la novillada de Raso de Portillo con
una presencia imponente… y destaca también esa apuesta novilleril a la que, como
gran Feria, no renunciáis.

Eso
creo que deberían hacerlo todas las ferias importantes. Lo de Raso de Portillo
puede parecer un poco raro, pero en Francia ya ha lidiado varias veces en pueblos
y el año pasado tuvo muy buen resultado en la feria de Hagetmau, con una
novillada muy brava y que se movió mucho, y es un hierro interesante. A
nosotros, aficionados a los encastes, nos emociona bastante. Va a ser una
novillada muy fuerte. Hemos tenido además problemas para que los novilleros se
apuntasen, y finalmente lo han hecho Mario Palacios y Miguel Ángel Pacheco, que
están acostumbrados a matar novilladas muy fuertes en la zona de Madrid y
Toledo. Saben el concepto de Vic, que es especial, porque el público es
exigente pero cuando los toreros hacen una lidia adecuada el respetable lo
agradece.

¿Cuál es la realidad del aficionado de Vic?
¿Cuál es vuestro trabajo de promoción del ciclo?

Vic es
un pueblecito de 3800 habitantes. Es increíble que se den cuatro corridas de
toros y una novillada picada en un pueblo de ese tamaño. Se mueve toda la
Francia taurina y también van muchos españoles no sólo del norte, sino del
centro, de la afición madrileña y valenciana. El aficionado que viene a Vic
busca algo que se ve en muy pocas plazas, un tercio de varas como Dios manda,
con una integridad total, con una cuadra de caballos muy toreros que son chicos
pero dan espectáculo. Eso se nota en todos los aspectos y esa integridad está
presente a lo largo de toda la Feria. Es un público muy atento, exigente, y no
es un público que busque el toreo moderno, sino que la capacidad lidiadora la
valora mucho.