JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
María
Domecq nos atiende tranquila. Los nervios se le notan en los días previos a
lidiar una corrida de toros en la primera plaza del mundo, pero nos atiende
amable, consciente de lo que se juega este martes en uno de los carteles más
jóvenes del ciclo isidril. El pasado domingo, tras el concurso de recortes
matinal, se desencajonaron los toros en uno de los espectáculos más esperados
por el aficionado en una plaza que, además, dejó entrar a todos los niños
gratis.
«El cartel es de
toreros que creo que están en un muy buen momento. Además, han visitado la casa
en alguna ocasión y saben cómo embiste el toro de Lagunajanda. Juan del Álamo,
a pesar de que abre plaza, es un matador con la frescura joven pero con mucha
experiencia en la plaza de Madrid, en la que lleva un montón de orejas; Fortes
ha venido menos por aquí; Román es un torero que está puesto en las Ferias y
puede dar un golpe”, señala la ganadera.
En
1998, Doña María Domecq Sainz de Rozas adquiere 62 vacas de «Toros de El
Torero» propiedad de Don Salvador Domecq Díez y forma «Toros de
Lagunajanda», utilizando los mismos sementales de «Toros de El
Torero» y aplicando los mismos criterios de selección de la ganadería
matriz. En 2002 recibe la cuarta parte que le correspondía de la ganadería
formada por su padre, completando así «Toros de Lagunajanda».
«Los días
anteriores al festejo se tiene la lógica presión porque todo esté bien y por
intentar que no se hagan daño los toros”, señala María Domecq. Sobre la elección del
festejo, concluye afirmando que «nosotros cuidamos los toros con mucho mimo,
no es fácil sacar una corrida para Madrid, pero el año pasado y este lo hemos
conseguido. Además, el año pasado salimos satisfechos de haber lidiado en
Madrid porque creo que fue una corrida en la que varios toros se prestaron a
ello”, rubrica.