EL DETALLE

Talavante silenció a los reventadores


miércoles 24 mayo, 2017

Alejandro Talavante desmoronó la “Torre de Babel de los protestones” con su imperiosa personalidad para “reventar la plaza de creación artística”.

Alejandro Talavante desmoronó la “Torre de Babel de los protestones” con su imperiosa personalidad para “reventar la plaza de creación artística”.
EMILIO TRIGO

El aceptable e interesante juego del ganado de Núñez del Cuvillo unido al «excelente
ambiente” que se respiraba en la Monumental
de Las Ventas del Espíritu Santo
, con un lleno de «No hay billetes”, hizo
que los toreros se metieran de lleno en el festejo y sintieran la
responsabilidad de una «minoría reventadora” en sus carnes. Los vociferantes de Las Ventas se propusieron antes de
comenzar el festejo, de ir con la idea de reventar la tarde. Una chabacana forma
de ir contra las figuras de la tarde, incluida la del propio señor ganadero. Esa
indolencia negativa quería suplantarse al interés general de una corrida de
toros con muchísimos atractivos, pero lógicamente para esos reprobables «al llegar
las figuras también las algarabías” 

A pesar, los aficionados pudieron disfrutar de un Juan Bautista asentado, que con el temple
como mejor arma compuso faenas armoniosas y técnicas, incluso con los olés despreciativos
del cuarto. Roca Rey tampoco se
quedó atrás. Sin opciones con el sexto, forzó la máquina con el segundo.
Valentísimo con la muleta y muy metido con sus antagonistas, también sufrió las
voces de los amargados. 

Y un Alejandro
Talavante
 que desmoronó la «Torre de Babel de los protestones”. Prodigiosa
su muleta que enceló una embestida complicada, sometiendo al de Cuvillo en un trasteo que levantó
pasiones, y eso sin la mínima concesión a la galería hasta en los desplantes. Talavante fue el Talavante de las mejores tardes, un
torero arrebatador e ilusionado. Bien con el capote, poderoso siempre y heroico
en el último tercio. Convenció porque salió convencido de quién es y hacía
dónde camina «Estoy sólo, no hay nadie en el espejo” El extremeño lo dio todo.
Asentado, airoso en los remates y con tremenda ambición, dejó naturales para el
recuerdo y hasta su propia sangre. Resultó corneado y entonces, los soplas
envenenados bajaron en intensidad y se entregaron al inmenso poderío de Alejandro.

Talavante ha manifestado
a modo que los toros le embistan, la calidad de sus muñecas y su
imperiosa personalidad para «reventar la plaza de creación artística”.