SEVILLA

Genialidad de Morante, oreja al momento de Talavante y temple sin premio de Mora


jueves 4 mayo, 2017

Una corrida de Cuvillo con hasta tres toros con opciones dejó momentos geniales de Morante, una oreja para la madurez de Talavante y un David Mora que pudo pasear dos de no ser por la espada tendida

Una corrida de Cuvillo con hasta tres toros con opciones dejó momentos geniales de Morante, una oreja para la madurez de Talavante y un David Mora que pudo pasear dos de no ser por la espada tendida

EMILIO TRIGO / FOTOGALERÍA:
ARJONA-PAGÉS

Otro de los carteles fuertes de la Feria de Abril de Sevilla
llegaba en la tarde de este jueves al coso del Baratillo. Morante, Talavante y
David Mora hacían el paseíllo frente a un encierro de Núñez del Cuvillo ante el
lleno de la plaza. A las seis y media en punto arrancaba el paseíllo.

Morante se «arrebujo» con su primero, un toro obediente que le dejo enmarcar el toreo. El sevillano cuajó una faena de altísimo nivel, siempre a más y llegando a la cima con un soberbio torero a derechas. José Antonio, ofreció toda la sinceridad de su templada muleta  con la bamba en el hocico ligando series de una expresión sin parangón. A zurdas, le sopló unos cuantos naturales que hicieron remover el albero. Toreo de hemeroteca en pleno siglo XXI. Morante estuvo sensacional ahormando una faena genuina con la personalidad de un verdadero elegido por lo divino. Si alguna vez se sueña el torero seguro que se asemeja a lo vivido con Morante. Estocada, dos avisos (uno antes de entrar a matar) petición y fuerte ovación tras petición.  

El extremeño se enfrentó a un astado chochón que se movía a su aire sin terminar de humillar. Tuvo chispa el Cuvillo y mucha nobleza aunque soltaba la cara en muchos pasajes. Alejandro hizo honor de sus extraordinarias muñecas luciendo temple y ligazón. Basó su quehacer principalmente por el derecho por donde construyó series con expresión y mando. Tuvo fijeza el Cuvillo que permitió a Talavante realizar una buena obra. Al natural la cosa no tuvo la misma intensidad con un toro más protestón. Estocada comprometida y oreja. 
 
No pudo acoplarse David Mora en el saludo con el tercero. Un Cuvillo con temperamento durante su lidia,  tanto en la brega como en la suerte de varas. Brindis público. David comenzó en el interior del tercio por doblones por bajo y posteriormente lo sacó más allá para continuar con la diestra. Tuvo chispa el tercero, carbón y transmisión al que redujo Mora con mando en su franela. Labor que basó David casi toda por el buen pitón izquierdo. Por ahí, bajó mano poniendo en cada natural sus sentimientos. El Cuvillo tuvo una embestida un punto descompuesta que después de lo visto era por una pizca de genio. Bien Mora con un toro de teclas al que toreó con su personalidad y torero clásico. Vuelta al ruedo.
 
La formó el genio de la Puebla desde que se abrió de capote. Morante toreó con todo su ser. Un toreo que no se fabrica sino que nace de los pies a cabeza. Porque a José Antonio le recorre el toreo por su cuerpo y le brota por cada poro de su ser. Lo cuajó con  el capote en recibo y quite, hasta el punto de huir el astado del compromiso por no estar a la altura de tanta plasticidad y belleza. El cigarrero de marcó un trebol de banderillas de sabor único, distinto sin parangón. El de La Puebla cautivó a la Maestranza ávida de tanta falta de arte en su seno. Lástima que después de brindar se rajara el Cuvillo y todos nos quedamos con la miel en los labios. Pinceladas y ovación con saludos.
 
Nada que contar con el capote de Talavante. Se movía suelto sin mucha fijeza pero siempre pronto al cite. Alejandro no se acopló de inicio con su oponente en el trasteo muleteril. Un astado que se amarró en la muleta    sin buscar las querencias que antes marcaba pero de embestida muy irregular. Talavante lo muleteó por ambos pitones sin mucho consentimiento y la cosa terminó como empezó sin ajuste y muchos tropiezos. Soltó la cara pero también tuvo entrega y humillo mucho. Media y varios descabellos. 
 
Se estiró David Mora y ganó terreno en cada lance pero sin llegar a caldear el ambiente. Por entonces el ánimo de los presentes había bajado de grados como la temperatura de La Maestranza. El cierraplaza tuvo mejor inicio que final en la lidia. Dos varas sin mucha tralla y a cambiar el tercio. Tuvo un tranco alegre en la brega el último de la tarde. David Mora se encontró con un Cuvillo que acometió con transmisión y alegría. Fueron quince arrancadas limpias donde hubo conjunción entre toro y torero, tal vez faltó mayor mando. Sin embargo, Mora se abandonó al segundo muletazo imprimiendo abandono y toreo exigente por ambos pintones. Al final el toro se aburrió y terminó rajándose. Ovación con saludos.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de
Sevilla. Undécima de abono. Corrida de toros. Lleno de No Hay Billetes. 

Seis toros de Núñez
del Cuvillo.

Morante de la Puebla, ovación y ovación. 

Alejandro Talavante, oreja y silencio. 

David Mora, vuelta y ovación.