ENTREVISTA

Damián Castaño: más cerca de su momento


jueves 6 julio, 2017

“No toreo todo lo que quiero pero estoy ilusionado y preparado”, señaló el torero salmantino a nuestra compañera María Fuentes

“No toreo todo lo que quiero pero estoy ilusionado y preparado”, señaló el torero salmantino a nuestra compañera María Fuentes

MARÍA FUENTES

La esperanza, las ganas y el arrojo de Damián Castaño pueden
más que la espera ingrata de la profesión que él ha elegido, por la que vive.
No cesa en su empeño. Vive por y para el toro. Espera entre tardes de campo y
mañanas intensas de entrenamiento a que su teléfono suene. Mientras, se curte,
pule su concepto, crece y confía en él. Aún está por descubrir, y hay que
esperarlo.

La temporada 2017 ya ha empezado. Dos de dos y buenas
sensaciones…

Así es. Aunque sólo he toreado en lo que va de temporada un
festival y una corrida de toros el balance es muy positivo y aparte de que he
podido salir a hombros en las dos como dices, me he encontrado muy bien. En El
Tiemblo toreé una corrida muy seria de Peñajara, llevaba más de 9 meses sin
ponerme delante de los toros y estoy muy contento, además en los dos sitios me
he encontrado muy bien con la espada. Ahora tengo por delante 5 o 6 tardes por
lo que estoy muy motivado preparándolas. No toreo todo lo que quiero pero sigo
luchando.

¿Qué más hay firmado para estos próximos meses?

El 13 de agosto toreo en un pueblo de León, Valdepielago; el
15 en Roa de Duero (Burgos); el 16 en Cantalpino (Salamanca); el 17 en Pedro
Bernado (Ávila) y el 21 en Astorga (León). En septiembre tenemos también varias
cosas que se irán sabiendo, y pendientes siempre de Madrid, con la ilusión de
hacer el paseíllo allí.

¿Será este año por fin el de la confirmación de alternativa
en Las Ventas?

Hay muchas posibilidades pero hasta que no se haga más
oficial la cosa ya no me hago ilusiones porque luego me llevo más chasco. Mi
apoderado ha estado en contacto con la empresa y me traslada que hay
posibilidad de entrar en septiembre, pero nada es oficial. Estoy deseando que
salga pero hasta que no se confirme prefiero no pensarlo porque son ya cuatro
años los que llevo esperando ese día. Sé que hay posibilidades, pero también
las había otros años y al final no se logró. Si me hago ilusiones luego es más
duro.

¿Qué es lo que más duele de estos años de espera?

Soy una persona que me sacrifico mucho en el entrenamiento,
trabajo mucho para estar mentalizado y preparado y duele ver que todo ese
esfuerzo se queda sin recompensa, o al menos no tenga una recompensa mayor. En
realidad soy un afortunado porque desde que tomé la alternativa todos los años
he toreado, y cuando ves que las cosas van saliendo aunque no sean en plazas de
más relevancia uno se siente satisfecho, pero como torero quiero mucho más. Es
duro ver como muchas veces llamas a alguna puerta y no te atienden bien, o te
ofrecen cosas indignas… pero bueno, son cosas que lleva la profesión y hay que
luchar para sobrepasarlas.

¿Alguna vez ha pensado en dejarlo?

Nunca. Rabietas hay muchas, enfados… pero plantearme dejarlo
jamás, porque no concibo otra cosa que no sea ser torero y sí que ha habido
días muy duros pero mi amor propio puede más. Además, ahora estoy muy
ilusionado. Tengo la moral alta, con lo que tengo me ilusiono y estoy como
cuando empezaba, me sale una corrida y me llena muchísimo. Yo sé que esto es
una carrera de fondo, es duro el camino pero tiene que llegar.

Su mayor virtud…

La paciencia y la persistencia para no venirme abajo.
Siempre pueden más mis ganas de ser mejor torero. Puede mi ambición por
conseguir tardes importantes en esta profesión.

¿Cómo ha evolucionado su concepto?

Ha evolucionado muchísimo y no tiene nada que ver con el
Damián Castaño que toreó en Madrid de novillero, por eso espero tanto la
oportunidad en esa plaza, porque sé que puedo sorprender. Antes era muy
acelerado todo, con muchas ganas de cortar las orejas y más arrebato que
torear, y ahora es al revés. Ahora trato de torear y disfrutar para mí, que es
lo que más busco porque cuando yo estoy disfrutando delante de la cara del toro
eso llega arriba. Tengo las mismas ganas que siempre pero ahora busco la
pureza, el toreo profundo, y cuando lo consigo es cuando llega a la gente y se
transmite.

¿De qué fuentes bebe?

Mi hermano Javier es incuestionable que es mi referente en
todo, aunque como toreros somos totalmente diferentes. Siempre me ha gustado
mucho el toreo de César Rincón. Es el que más me inspira y en el que más me
fijo.

Estos días se están confeccionando los carteles de La Glorieta
¿hay posibilidad de entrar?

Por el momento lo veo como un imposible. La empresa ni
siquiera se ha puesto en contacto conmigo. Me encantaría estar, es donde
entreno todos los días del año y una de las plazas que más respeto, pero hoy
por hoy creo que no hay posibilidades. Ojalá.

¿Se siente injustamente tratado por los empresarios?

Es lo que hay, y no queda otra que aguantar. No he hecho el
paseíllo en La Glorieta como matador de toros pero en la provincia de Salamanca
siempre toreo mucho por lo que estoy muy agradecido: Guijuelo, Béjar, Cantalpino…
espero que siga siendo así.

Muchas de esas tardes me consta que las cierra con su
teléfono en la mano. ¿Torero y apoderado?

Es algo que lo viví con mi hermano. Los años que no toreaba,
se movía mucho por él mismo. Mi apoderado tiene su papel pero sí, yo mismo cojo
el teléfono y llamo a empresas en las que veo que hay alguna posibilidad. Ojalá
los contratos me llovieran y solo tuviera que preocuparme de torear pero yo
llamo a todo el mundo y me preocupo por intentar cerrarme fechas.

¿Cómo se ve en un futuro próximo?

Me veo toreando en las ferias importantes porque habré
logrado tener mi sitio, estoy preparado e ilusionado para que eso pase. Si no
lo estuviera, no seguiría en esto. Tengo ilusión, por poder entrar en el
circuito y por ello voy a seguir trabajando.