LA CRÓNICA DE PLATA

Un quinario en banderillas


miércoles 30 mayo, 2018

Todo el mundo sabe lo que exige la ganadería de Garcigrande para banderillear. Un auténtico quinario. Es casi un típico tópico en un hierro que termina rompiendo en la muleta.

Todo el mundo sabe lo que exige la ganadería de Garcigrande para banderillear. Un auténtico quinario. Es casi un típico tópico en un hierro que termina rompiendo en la muleta.

TEXTO: JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: PALOMA AGUILAR

Todo el mundo sabe lo que exige la ganadería de Garcigrande para banderillear. Un auténtico quinario. Es casi un típico tópico en un hierro que termina rompiendo en la muleta, que es un seguro en una feria y que, además, es el elegido de forma privilegiada por las figuras del toreo. Pero no así para los banderilleros, que tienen que echar el resto avivadoras en mano para sacar su gallardía, como esta tarde ocurrió en Madrid. Así fue la tarde en sus filas:

 “Fanfarrón”, nacido en noviembre de 2013, era el primero de la tarde, un animal alto primero del lote de Jesús Enrique Colombo con el que confirmaba su alternativa. Pie a tierra echó Gustavo Martos ante un animal que lo derribó del caballo en la primera de las entradas. Logró cumplimentar la labor de banderillas el propio Colombo ante el auxilio de sus hombres, que dulcificaron la condición corretona del astado. Y no tuvo opciones un animal imposible, que no se empleaba, desagradecido en su tranco y que le impidió todo lucimiento al venezolano. Lo mató con dignidad.

Negro, de 541 kilos de peso, era el segundo de la tarde, animal al que le faltaba remate y por ello fue protestado por el tendido. Además, hizo signos de descoordinación, por lo que fue devuelto. De Valdefresno era el sobrero, un animal que salió frío tal y como su encaste acostumbra. José Palomares dejó una primera vara en la que el toro metió la cara sin protestar, dejándose pegar el animal. A punto estuvo de llevarse por delante a Luis Fernández “Jocho” en el primero de los pares, entrando en segundo lugar Jaime Padilla ante la lidia de Mariano de la Viña.

Número 60, de noviembre de 2012, con 581 kilos, era el tercero de la corrida, animal que descolgó en el capote de Castella. José Manuel Moreno “Josele”, de verde y oro, le echó el palo a un toro que huyó tras el primer encuentro con el peto. De marfil y azabache lidió al astado José Chacón, entrando de azul eléctrico y azabache Rafael Viotti pareando en primer lugar. Incierto el animal, las avivadoras cumplieron su labor pero se arrancaba con todo y desluciendo la labor maciza de los subalternos.

“Francachelito”, de 539 kilos, número 25, de noviembre de 2013 era el cuarto, segundo de lote de Enrique Ponce. Manuel Quinta dejó un buen segundo puyazo, en todo el sitio, empleándose el animal con los cuartos traseros, sin pegar una cornada y dándolo todo con los riñones. Por delante entró Mariano de la Viña, sujetando Luis Fernández “Jocho” el toro en el capote y completando el tercio Jaime Padilla.

Rafael Viotti lidió a un quinto que se comportó humillado y galopando en ese tercio. Un solo palo dejó José Chacón por delante, dejando el par completo Vicente Herrera en segundo lugar. De nuevo cerró Chacón el tercio clavando el par.

559 kilos tenía el sexto de la tarde, animal que derribó al picador en el primer puyazo. Ya en el segundo, en la yema dejó la vara. Buenos capotazos dejó José Manuel Mas mientras cubrió el tercio de banderillas el propio matador.