LA CRÓNICA DE SAN ISIDRO

La OTI murió sin audiencia


jueves 31 mayo, 2018

Luis David Adame firma lo más sólido en un festejo que terminó haciéndose espeso y en el que también Colombo paseó el anillo

Luis David Adame firma lo más sólido en un festejo que terminó haciéndose espeso y en el que también Colombo paseó el anillo

Madrid 31-5-2018 from Cultoro TV on Vimeo.

TEXTO: MARCO A. HIERRO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO

La idea era buena. Incluso muy desarrollable para futuras ocasiones, pero el desarrollo de la Corrida de las Naciones dejó al festejo tan insulso que ni el abono se acercó por Las Ventas para ver el Festival de la OTI, que también murió porque se quedó sin audiencia. Algunos dirán que los 15.000 de hoy no son desdeñables para un empresario de Madrid, pero también la OTI mantuvo 28 ediciones de festival antes de darse cuenta que ni siquiera se preocupaban en mantener la calidad.

Y es que le dieron en llamar Eurovisión a esta corrida multinacional que por la procedencia de sus actuantes se acercaba más a la OTI. Me dirán que Francia no formó parte nunca de ese festival, pero tampoco Australia estaba en Eurovisión y ahora sí que está. El consumidor siempre lleva la razón en nuestro capitalismo santo. Por eso sigue siendo soberano al decidir que esta era una de las corridas a soltar en la elección de los festejos de abono.

Lo era porque si un representante por nación debía venir a batirse el cobre a la arena de Madrid debió representar a México otro torero de apellido Adame, pero el que hizo el paseíllo no estuvo nada mal. Una vuelta al ruedo se llevó Luis David después de que le negase el palco la oreja pedida y después, claro está, de mostrar una actitud de ataque constante y muleta a su altura al aprovechable quinto, de media duración. Hubo pasajes de mucha verdad, de mucha entrega y de mucho pundonor para sobreponerse a las dificultades del toro bravo, pero pasó Luis David con nota.

Algo menos tuvo Colombo en el cómputo final porque gozó de un toro franco para reventar Madrid. Esa carne suelta, esa mano alta, ese corpachón y ese perfil justo no auguraban al final la cara colocada que le regaló a Jesús Enrique. Y el venezolano tiró de raza y recursos para entregarse a él de forma que cuando llegaron las manoletinas –de más entrega que limpieza- ya estaba el tendido en su talega. Desoyó el palco la petición, pero quedaba la vuelta.

Ninguno más saludó siquiera una ovación para el bravo, porque hubo alguno más entre los de cuatro patas, pero por pitos o por flautas no terminó de romper la entrega de Juan del Álamo con el entregado tercero, el mejor de un encierro de El Pilar que echó otros cuatro muy manejables. Orejables, incluso.

Así fue el de Joaquín Galdós, que tuvo la mala suerte de ser el único torero en matar un solo toro este San Isidro en Madrid. Y le embistió. Y le sopló muletazos de excelsa belleza cuando se dejó llevar por la espontánea mano izquierda, que manda hoy en el toreo. Pero quedaron lagunillas de inexperiencia de llevar un cuarto de hora como matador. Tiene margen para crecer y está aprovechando cada oportunidad de hacerlo.

Eso mismo tenía previsto Luis Bolívar cuando se vio anunciado en Sevilla y en Madrid después de que ni se sabe los años que hace que no sucedía nada de eso. Hoy quiso exponer y quiso torear con uno de los toros bravos de la corrida, que como buen bravo, tuvo correa para aburrir a 100.000. Y para voltearlo a él de forma dramática para que se levantase siendo el héroe, pero no terminó de entenderse con el exigente animal.

Más que exigir, negó el insulso primero el pan y la sal a Juan Bautista, el más capacitado de todos para ganar el festival y el que menos material tuvo entre las telas para repetir canción. Fue el suyo el único toro que negó cada opción, como si fuera consciente de que Francia no estuvo nunca en el Festival de la OTI y nunca –por tanto- lo ganó.

Tal vez lo ganó El Pilar, que echó cinco toros con opción de orejas con las cualidades que se buscan en Madrid: movilidad, repetición y empuje, pero además lo echó bravos –como el emotivo segundo, al que lució Bolívar en varas- y de tremenda clase –como el humillado y profundo tercero que tuvo Del Álamo entre las telas-, todos con alguna cualidad para rascar el fondo. Y todos se fueron a destazar sin abrir la boca. Aunque no lucieran la capa gris.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Vigésimo cuarta de la feria de San Isidro. Corrida de toros.15.191 espectadores. 

Seis toros de El Pilar, desiguales de presencia y tipo, astifinos en general, pero sueltos de carnes. Humillado sin ritmo ni gracia el deslucidote primero; enrazado, fijo y exigente el bravo segundo, aplaudido en el arrastre; de movilidad, entrega y fondo de clase el emotivo tercero, ovacionado; de repetición humillada y desliz el buen cuarto; de media altura con la cara colocada el liviano pero aprovechable quinto; exigente con fondo y un gran pitón derecho el emotivo sexto.

Juan Bautista (corinto y oro): silencio. 

Luis Bolívar (sangre de toro y oro): silencio tras aviso. 

Juan del Álamo (blanco y plata): silencio tras aviso. 

Joaquín Galdós (marino y oro): silencio tras dos avisos. 

Luis David Adame (caña y oro): vuelta al ruedo. 

Jesús Enrique Colombo (corinto y oro): vuelta al ruedo tras aviso.