EMILIO TRIGO
Los ejemplares de la ganadería de Guadaira, que constituían una “auténtica corrida de toros” no dieron el resultado deseado y se llevó al traste el inicio del ‘Mundial del Toreo’. Un comienzo gris, sin nada relevante para el recuerdo y que esfumó las ilusiones de los tres noveles aspirantes a matadores.
Esta vez los responsables de la empresa se pasaron con el trapío de los novillos, pero hacia arriba. Cuando lleguen las fechas relevantes de San Isidro y, con ella las figuras los compararemos con algunos ejemplares que lidien los matadores punteros del escalafón. Y es que más de un aficionado se preguntaba por aquello de la igualdad de oportunidades.
Si a lo anterior se une que los ejemplares salieron bajos de raza y muy deslucidos, habrá que concluir que fue una tarde para olvidar y para reflexionar. Este San Isidro es tan largo que degenera antes de terminar. Por desgracia, ayer no valieron los novillos y resultó un tostón deslucido. Con este fin, lo más aconsejable es borrar de la memoria el festejo cuanto antes.
