HUELVA

El día del futuro es hoy


jueves 2 agosto, 2018

La Feria Taurina de Huelva, uno de los motores fundamentales de las fiestas que vive estos días la ciudad. Y comienza por el futuro

La Feria Taurina de Huelva, uno de los motores fundamentales de las fiestas que vive estos días la ciudad. Y comienza por el futuro

Comienza las Colombinas 2018. La Feria Taurina de Huelva, uno de los motores fundamentales de las fiestas que vive estos días la ciudad. Y comienza por el futuro, por el mañana, en un claro guiño de la empresa de la Plaza de Toros La Merced a lo que un día habrá de ser y ya va siendo. Recuperada años atrás, la novillada con picadores se consolida en el abono y en la estructura de un ciclo ajustado a la demanda de Huelva. Las apariciones de David de Miranda, Alejandro Conquero y Emilio Silvera ha permitido esta recuperación y afianzamiento de un festejo antaño fijo en la configuración de las Colombinas.

Precisamente Emilio Silvera, que abre el cartel y, por ende, la feria, es uno de los pilares de la novillada de hoy. El otro lo es la ganadería, también onubense, de Villamarta, triunfadora en las últimas ferias y, por tanto, repetidora. Silvera y Villamarta -torero y ganadería unidos por la amistad de sus familias- le ponen el color y el sabor a Huelva a la apertura del serial, donde se estrenan el portugués Juan Silva Juanito y el sevillano Alfonso Cadaval, casi a las puertas de su alternativa en la próxima Feria de San Miguel en la Real Maestranza de Sevilla. Otras dos apuestas ya casi más de presente que de futuro. Cadaval ya es cara conocida en la Merced, donde se presentó como novel sin caballos en las Clases Prácticas a beneficio del Banco de Alimentos de Huelva de 2014, donde también se asomó por vez primera por estos pagos un tal Andrés Roca Rey…

Es el de hoy, el cartel de la ilusión y de la esperanza. El del futuro hecho presente en las posibilidades de tres jóvenes toreros con la edad y el ansia por triunfar en la boca. En el caso de Emilio Silvera, su tercera comparecencia como novillero con picadores en la plaza que, no sólo es de su tierra, sino también de su padre, hijo adpotivo por siempre de la Vega Larga. Un hermoso y cuajado encierro de Villamarta aguarda en los corrales a la espera de ser el propiciatorio de un arranque sencillamente inolvidable.