ENFERMERÍA

El Soro: “Por un momento me imaginaba que no podía salir de esta… pero le pido a Dios que me siga dando fuerza”


martes 25 septiembre, 2018

Se pensó en amputarle la pierna, su vida estaba en juego y dijeron que si había que amputar se hacía, para salvarle la vida, se hacía. Aún está en peligro. 

Se pensó en amputarle la pierna, su vida estaba en juego y dijeron que si había que amputar se hacía, para salvarle la vida, se hacía. Aún está en peligro. 

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

El Soro ha salido del hospital después de 22 días ingresado. “Está mejor. Ya estamos en casa, pero aún tiene que venir el médico, que regresa a diario. Le están poniendo antibióticos en vena, porque tienen que hacerse con la infección de la prótesis en la rodilla. Le están tratando a diario”, señala Eva Rogel, su pareja, sobre su estado.

“Hemos estado 22 días en el hospital, a diario vienen los doctores para estar suministrándole medicamentos. Él está bien, está contento porque no se imaginaba que podía salir de esta, pero afortunadamente tiene mucha fe y lo ha luchado, pero esta vez lo ha pasado muy mal. Han sido días muy duros para él”.

Se pensó en amputarle la pierna, su vida estaba en juego y dijeron que si había que amputar se hacía, para salvarle la vida, se hacía. Aún está en peligro. “Había momentos muy duros. Lo hincharon a morfina, porque los primeros días fueron muy duros. Él tiene el problema que lleva la medicación del corazón y lleva una medicación anticoagulante muy fuerte”.

A la hora de operarlo, “se lo pensaron muy mucho. Estoy muy cansado, muy agotado. Ha sido de las cornadas más difíciles de mi vida. Se han puesto en riesgo muchas cosas. Estoy tomando mucha morfina y esperando que baje la inflamación. Hemos salvado la pierna”, señala el propio Soro.

Sobre su estado personal, Vicente dice que “he sentido el calor del mundo del toro. Siento mucho el percance de mi amigo Paco Ureña. Le pido al maestro Dámaso González para que le ayude al torero.  Me ha llamado Paco Camino, Juan Mora, Rafaelillo, Paco Ojeda… me siento muy querido por todos y eso me lo llevo”.

En tono de humor, Rogel afirma que “hemos notado lo malito que está porque es la primera vez en su historia que ha perdido el hambre. Ni con cornadas ha perdido el hambre. Siempre se ha pedido un bocadillo. Aprovecho a todos los medios de comunicación a mandarle un saludo, me han mandado un calor y un cariño brutal. Les agradezco todo el amor hacia mi persona”, concluye el torero.