EMILIO TRIGO
El Presidente de la Asociación de Aficionados Ceretanos– ADAC, Françoise Garrigue, nos concede una entrevista donde analiza el ‘ADN Torista’ de la localidad francesa de Ceret. Una ciudad que está situada en el departamento de los Pirineos Orientales, en la región de Occitania, capital de la Comarca del Vallespir, que rinde culto al “Toro en su máxima expresión como base fundamental de la Fiesta». La comisión que preside Françoise Garrigue es la encargada de organizar la Feria desde más de tres décadas.
¿Françoise Garrigue, qué valoración hace de la temporada pasada en Ceret?
“El balance es bueno porque tuvimos la suerte de tener una corrida de Juan Luis Fraile, en la cual salió un toro de nombre ‘Sortijero’ que para mí y para otros muchos aficionados ha sido el toro de la temporada. Acudió cinco veces al caballo y desarrolló mucha casta que es lo que nos interesa en Ceret, fue premiado con la vuelta al ruedo, lo lidió perfectamente el maestro Octavio Chacón. Este ha sido uno de los momentos de la temporada 2018. También valoramos que el novillero Aquilino Girón en su presentación en Ceret cortó un oreja en la novillada matinal”.
Hay dos premisas que caracterizan a Ceret, la fidelidad de vuestra afición y la seriedad en el trabajo de vuestra comisión.
“Yo creo que los dos asuntos se complementan. Sin seriedad no puede haber fidelidad ni seguimiento de la afición. La ADAC (Asociación de Aficionados de Ceret) se creó hace 32 años con el objetivo de proponer una clase de espectáculo que permite valorar el toro por encima de todo porque lo que creemos en Ceret es que sin toro no puede haber fiesta. Sin un toro íntegro, fiero y que plantee problemas que tiene que solucionar el maestro pues no vale la pena. La Fiesta se comprende así. Hemos tenido a lo largo de los años esa constancia de intentar proponer un toro de lidia que sea de las plazas de primera. Con una presentación, una integridad, y un encaste que permita defenderse en su condición de toro”.
Está claro que la seña de identidad de Ceret es la importancia que se le da al toro, su presentación, la bravura… en definitiva la integridad del toro y que transmita su emoción.
“Está claro que nuestro objetivo es ese. Buscar la emoción que produce este espectáculo único en el mundo. El arte es la consecuencia de un combate de un toro absolutamente íntegro que se tiene que dominar para que la emoción que el público viene a buscar en una plaza de toros pueda expresarse. En Ceret rebuscamos un toro que sea meritorio, un auténtico y serio toro. Sin embargo, a pesar de nuestras preferencias siempre respetamos la morfología del encaste. Nosotros somos una plaza de dependencia torista y nos gusta la autenticidad del toro encastado”.
¿Cómo ha visto usted la parte económica? ¿Cree usted que ha habido una recuperación en el sector o en Francia ha sido distinto a lo que ha ocurrido en España?
“A nivel económico está muy complicado todo porque las condiciones modernas de la Fiesta están planteando muchos problemas, cada vez hay más gastos. Nosotros somos una asociación sin ánimo de lucro y funcionamos sin ninguna subvención. Desde el punto de vista económico a veces perdemos y a veces ganamos, pero muy justo siempre. Lo que intentamos es que el espectáculo tenga un equilibrio económico. El problema radica es que esta clase de espectáculos no tienen la valoración que merece, no es como el fútbol que se considera espectáculo de masas. Yo creo que ese es el gran problema que es un espectáculo exigente y por eso no pueden acudir las personas en masa como lo hacen en otros”.
En cuanto al número de festejos que soporta a feria de Ceret ¿Cree usted que se mantendrá, subirá o se disminuirá?
“Yo creo que la economía de la Fiesta funciona a base de una feria. El equilibrio está en encontrar el número de festejos que para una persona que se desplaza desde lejos pueda acudir a toda la feria porque la plaza funciona casi el 50% de abonados. No pueden ser demasiados festejos porque eso encarece mucho que alguien que viene de fuera permanezca aquí para acudir a todos los festejos. Hay que pensar en la economía de la gente, una entrada de cine no vale lo mismo que una entrada para los toros, el cine tiene muchas más subvenciones y es mucho más fácil de vender, aunque ese es otro tema en el que no quiero entrar. Nuestra buena baza es la de siempre, dos corridas y una novillada. Aumentar el número de festejos dificulta la estancia de los abonados y corremos el riesgo de no poder mantener la calidad del toro que nos gusta”.
