Jorge Isiegas tomará la alternativa el próximo viernes en su tierra, en La Misericordia zaragozana. Se ha prodigado en las últimas temporadas como uno de los novilleros punteros con la capacidad de torear todos los encastes en las plazas en las que lo han puesto, sin hacer ascos a ninguno de los hierros anunciados.
Llegó el día.
Sí, después de una larga trayectoria como novillero sin y con caballos, el viernes seré matador de toros.
Y detrás de muchas luchas personales y profesionales.
Sí, hoy en día está muy difícil abrirse camino en el escalafón de novillero con picadores. Cuando debuté, no tenía apenas apoderado, tuve que torear muy poco y en la sierra de Madrid, donde salía un animal muy serio. Poco a poco fui superando esos duros años hasta que Ignacio me apoderó, pude entrar en las Ferias y triunfar en algunas de ellas. Siempre he mantenido la ilusión, me he mantenido físicamente fuerte para que cuando llegase el momento, estuviese preparado.
Madrid ha sido tu pulmón durante estos años.
La afición creo que me ha respetado. Siempre he intentado estar a la altura de las circunstancias que supone torear en esa plaza. Siempre he intentado dar la cara. Ha habido veces que he triunfado y otras que no lo he conseguido, pero siempre he ido concienciado a esta plaza.
¿Era esta la pretensión que tenías o se planteó en alguna ocasión a inicio de campaña?
No, a mí siempre me ha hecho mucha ilusión la Feria del Pilar, que es mi tierra y donde siempre he soñado con torear, pero no sabía si iba a ser capaz de entrar a una feria donde están anunciadas todas las figuras y los toreros que se lo han ganado. Los sueños a veces se cumplen.
Juli y Manzanares, casi nada.
Sí, estoy ilusionado y agradecido al toreo y a la empresa, además de a los dos compañeros.
Y el gran homenaje a Ignacio, que creyó en ti y puso su fe en tu carrera.
Se dice que las personas nunca mueren cuando nosotros la recordamos. Ignacio me aportó muchísimas cosas en el mundo del toro, me trató con un respeto extraordinario. Lo que sí es cierto es que siempre lo llevaré conmigo.