VALDEMORILLO (MADRID)

¡Pues salió un jabonero!


sábado 9 febrero, 2019

Única oreja de la tarde para Del Álamo de un encierro de La Palmosilla con el denominador común de la movilidad. Detalles de Curro y Román... ¡y el jabonero sexto, oasis sorpresivo ante tal tarde!

Única oreja de la tarde para Del Álamo de un encierro de La Palmosilla con el denominador común de la movilidad. Detalles de Curro y Román... ¡y el jabonero sexto, oasis sorpresivo ante tal tarde!

TEXTO: JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO

La segunda de la feria de San Blas y la Candelaria llegaba, en la tarde de este 9 de febrero, al coso de la localidad madrileña de Valdemorillo en un festejo en el que se lidiaba un serio encierro de La Palmosilla. Hacían el paseíllo en el festejo Curro Díaz, Juan del Álamo y Román. Única oreja de la tarde para Del Álamo de un encierro de La Palmosilla con el denominador común de la movilidad. Detalles de Curro y Román… ¡y el jabonero sexto, oasis sorpresivo ante tal tarde sumida en la mediocridad!

Serio por delante era el primero de La Palmosilla, un animal al que dejó retazos artistas capote en mano Curro Diaz, sin poder rematar con gusto. Recorrido mostró el animal en el capote de Óscar Castellanos durante la brega, brindando el torero al respetable el astado. Buena la primera serie por la mano derecha, llegando arriba por la movilidad del animal. Más amontonados fueron los muletazos de la segunda serie, gustando especialmente el cambio de mano de cierre. También la tercera tanda fue por el derecho, cambiando al natural en la cuarta pero con un lado con menos recorrido. Trasera pero efectiva cayó la estocada. Ovación tras petición. Más bajo era el castaño cuarto, que empujó con fuerza en el caballo. Un tranco explosivo y mentiroso tuvo el astado, que parecía aplomado en la primera serie por el derecho y luego comenzó a sacar gas hasta poner en alguna ocasión en aprietos al jiennense. Mató de estocada arriba. 

Al castaño segundo lo saludó por airosas verónicas Juan del Álamo, un animal bien cuajado que quiso pronto peto y acudió con alegría a banderillas. Bien los de plata en este tercio, debiendo desmonterase. Al público fue el brindis del charro, que dejó la Montera en la segunda raya y se lo sacó muy torero hacia las afueras. Animal con mucha guasa, que se metía siempre hacia los adentros y con el que intentó imponerse el salmantino. No tuvo eco en el tendido el esfuerzo del de Ciudad Rodrigo a pesar de los intentos de buscarle las vueltas al geniudo y peligroso tranco del animal gaditano. Mató de estocada tendida y trasera. Con una larga cambiada al hilo de tablas saludó Juan al quinto de la corrida, un animal al que luego le recetó media docena de airosas verónicas. Animal incierto durante toda la faena del charro, e incluso llegó a darle un fuerte volteretón. Con la paliza en el cuerpo, prosiguió toreando Del Álamo a un toro que no se lo piso fácil. Por molinetes finiquitó su labor antes de matar de estocada. Oreja. 

A pies juntos fue el recibo capotero de Román a la verónica al también gordo tercero, animal que empujó en la primera vara y también se le dio. Animal alegre que tras el brindis del valenciano acudió presto a sus trastos. Por el derecho lo exprimió en las primeras series a un astado que le respondió a los toques y cites con plena movilidad. Esa virtud tuvo un toro que aguantó por el lado derecho y se paró por el izquierdo, por lo que optó el levantino por tirar de muletazos de uno en uno y conectar así con la afición. Por molinetes finiquitó su labor antes de pinchar y errar con el descabello. Silencio tras dos avisos. Jabonero fue un sexto con el que Collado dejó detalles capoteros de salida. Un fuerte puyazo se llevó el animal antes de que comenzase por estatuarios su labor el joven. Toro que mantuvo la movilidad y al que mató bien pero sin descabellode nuevo. 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Valdemorillo, Madrid. Segunda de la feria de San Blas y la Candelaria. Corrida de toros. Tees cuartos de entrada.

Toros de La Palmosilla.

Curro Díaz, ovación en ambos. 

Juan del Álamo, silencio y oreja. 

Román, silencio tras dos avisos y silencio.