JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / Fotos: Luis Sánchez Olmedo
Fue toda una impresión el pasado 1 de mayo en ese arranque de la miniferia de la Comunidad de Madrid. Fernando Plaza gustaba con una extraordinaria novillada de Montealto.
Enhorabuena por la imagen mostrada en Madrid.
Gracias.
Fue con una novillada con la que dejaste sensaciones de futuro a la afición de Madrid.
No fueron faenas ni rotundas, algo que es complicado para un novillero. Intenté entregarme a Madrid para que supiera la clase de torero que intento ser.
¿Cómo viviste la tarde de principio a fin?
Fue una tarde de debut, de primera del año… y los días previos estaba muy nervioso. Ese día dormí dos horas, pero cuando llegué al patio de caballos estaba muy tranquilo. Sabía que iba a ser capaz de entregarme y confiaba mucho en mí.
Fue una novillada que dio juego, ¿cómo la viste?
Se dejó mucho, y cuando los novillos te dan opciones para mostrar lo que llevas dentro, es importante.
Te has hecho torero en esa plaza.
Sí, pertenezco a la escuela José Cubero Yiyo, entrenamos todos los días ahí y eso se nota.
Y has vivido el toreo en casa desde pequeño.
Tengo la suerte de tener un padre torero y banderillero y eso se nota. Me da muchos consejos y me transmite historias.
¿Cuál es el más preciado?
El otro día sólo me dijo que disfrutase y que para ello lo que hay que hacer es estar muy entregado, pasárselos muy cerca, estar muy quieto y muy entregado.
La próxima cita con la de Mayalde en San Isidro, un encierro que ha dado alegrías en esta plaza a novilleros.
Es una ganadería a la que le tengo mucha fe. Es la que hay, es la que toca y es un hierro que va a servir para triunfar y para mostrar lo que llevamos dentro.