VILLASECA DE LA SAGRA (TOLEDO)

Como Domingo Ortega


martes 10 septiembre, 2019

No es de Borox, es de Chiclana; no ha sido en Aranjuez, ha sido en Villaseca, pero Montero ha dejado claro que quiere y puede ser grande en el toreo. Dos orejas a todo un clamor junto a Monteviejo.

No es de Borox, es de Chiclana; no ha sido en Aranjuez, ha sido en Villaseca, pero Montero ha dejado claro que quiere y puede ser grande en el toreo. Dos orejas a todo un clamor junto a Monteviejo.

Como Domingo Ortega: Francisco Montero, con la veintena pasada hace ya años, ha caído como un nuevo retoño demostrando que las Ferias deben contar. No es de Borox, es de Chiclana; no ha sido en Aranjuez, ha sido en Villaseca, pero Montero ha dejado claro que quiere ser grande en la tauromaquia. Por entrega, por arrojo, por mucha inteligencia ante los animales peligrosos que le ha tocado lidiar. Villaseca ha descubierto un nuevo valor. 

Una oreja llena de emoción paseó Montero del tercero, haciendo rugir la plaza por el peligro de «Coleterón». Fue un animal de Monteviejo que por momentos desarrolló sentido y al que lidió Daniel Sánchez de forma magistral. Moreno se la jugó literalmente arrancando muletazos cuasi imposibles jaleados por los tendidos por el gran riesgo que hubo en el ruedo. El volapié extraordinario valió para la oreja y fuerte petición de la segunda no atendida. Una lidia de principio a fin fue la que le ofreció en el sexto de la tarde: inteligencia y entrega ante un animal que no le regaló nada. Lo saludó en la puerta de chiqueros el joven y vibró la plaza con él. Buenas verónicas y muletazos de pleno gusto ante el motor encastado de un novillo al que epilogó labor por manoletinas y mató de un soberbio estoconazo para pasear una nueva oreja. 

Un tío era el primero de la tarde, un animal al que José Cabrera saludó con una larga cambiada de pie pero luego estuvo acelerado en los tres tercios, puesto que banderilleó de forma desafortunada. No logró nunca las distancias ni se templó ante un novillo que exigía. Mató muy trasero al segundo intento, fue silenciado y el novillo aplaudido. Palmas escuchó frente a su segundo, un animal al que dejó un aceptable tercio de banderillas pero no caló su labor muleteril. 

Voluntarioso Cristóbal Reyes ante el segundo, al que saludó a portagayola teniendo que echarse a tierra para luego torearlo a la  verónica. Faena de altibajos del joven ante un animal peligroso y siempre en su busca. No acertó con la espada. Fue silenciado en el quinto, al que no se pudo acoplar ante las cortas embestidas del animal.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Villaseca de la Sagra (Toledo). Última del Alfarero de Oro. Novillada picada. Lleno. 

Novillos de Monteviejo.

José Cabrera, silencio y palmas. 

Cristóbal Reyes, silencio y silencio. 

Francisco Montero –en sustitución del herido Maxime Solera-, oreja y oreja. 

INCIDENCIAS: Se desomonteró en el sexto Daniel Sánchez. 

FOTOGALERÍA: EUSEBIO SÁNCHEZ