ENTREVISTA

Javier Núñez: “Hay que mirar al pasado y volver al toro de las cinco hierbas”


viernes 24 abril, 2020

Años 40. Plena posguerra. Manolete lidiando el utrero adelantado: era el toro de las tres hierbas. La Guerra Civil había diezmado la cabaña brava... y la Fiesta salió adelante.

Años 40. Plena posguerra. Manolete lidiando el utrero adelantado: era el toro de las tres hierbas. La Guerra Civil había diezmado la cabaña brava... y la Fiesta salió adelante.

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

Inicio de los años 40. Plena posguerra. Manolete lidiando el utrero adelantado: era el toro de las tres hierbas. La Guerra Civil había diezmado la cabaña brava. España se había cargado las ganaderías… para comérselas, porque no tenían otra cosa, y los sementales que sobrevivieron conformaron el toro de los años 40: un toro que vivía pura y duramente de la dehesa, del azar del clima, de lo que Dios quisiera mandar desde arriba. Y la Fiesta salió adelante. ¿La solución al actual estado? Hay ganaderos que lo tienen claro, como Javier Núñez.

El ganadero de La Palmosilla tenía que haber comenzado su temporada en plazas de primera el pasado domingo en la Real Maestranza de Caballería. “Hay que mirar al pasado y volver al toro de las cinco hierbas” es el titular que Núñez nos deja ante esta dura crisis. Es algo así como la ley del más fuerte: el toro que sobreviva año tras año a será el que se lidie y el que, por ende, el que pueda defender su vida en una plaza de toros.

«La incertidumbre de esta crisis con respecto a la del 2008 es que hay un factor que no se puede medir y es el miedo que puede tener el espectador a asistir a grandes eventos multitudinarios. Ese miedo persistirá mientras no haya una vacuna», comienza explicando Núñez. «Sabemos ya que en este 2020 no habrá toros pero no sabemos si los habrá en 2021. Con lo que la solución que están adoptando los ganaderos es reducir las ganaderías a la capacidad de autoabastecimiento de sus fincas, es decir, calculando el número exacto de animales que sus fincas son capaces de mantener de forma natural», describe. «En nuestro caso el tamaño de la ganadería se va a reducir de las 323 vacas madres que a día de hoy la componen a 250 vacas». 

En cuanto al futuro remate de los animales, Núñez explica que «la tendencia que vamos a seguir y creo que vamos a ser capaces de hacer es presentar un toro con los estándares de remate y tamaño requeridos pero a base de alimentarlos en un 80% a base de forrajes propios y un 20 % con piensos concentrados». 

También en el caso de La Palmosilla, el coste en pienso es un poco más de un tercio del gasto total de la ganadería: “Si hay que quitarle el pienso a un toro se le quita a cuatreños y cinqueños. Llevábamos mucho tempo dándole vueltas a mejorar la rentabilidad de nuestras explotaciones, y ahora esto ha sido como chocarnos contra un muro. Pero bueno, seguimos en contacto con los nutrólogos”, que venían estudiando la tendencia que estaba ocurriendo en Italia.

Allí, en cuanto a la producción de vacas lecheras se refiere, los animales tienen que tener una alimentación alta en grasa, y por esta crisis ya se están reduciendo los piensos compuestos por forrajes enriquecidos. “Yo ya había hecho una prueba con los toros más chicos: les puse la mitad de pienso y la mitad de forraje, y de momento va bien”, asegura. Además, pone sobreaviso lo que todos ya baremamos: “El sector hostelero unido al turístico suponen un 25 por ciento del PIB y la crisis es tan grande que la gente no va a tener dinero ni para ir a los toros”.

Y es más claro todavía: “Si ves la Feria de Sevilla del año 42, tenía cuatro días. Puede suceder algo similar en cuanto a la conformación de las ferias que tenemos en la cabeza se refiere. No creo que vaya a ser tan exagerado, pero sí hay que tener al toro alimentándolo de otra forma por lo que pueda ocurrir. A base de piensos compuestos va a ser imposible…”, ya adelanta. Además, defiende que “a mí me ha costado mucho tiempo remontar y prefiero no lidiar lo que creo que puede valer mi toro respecto a la situación actual que lidiarlo y que no se rentabilice”, declara.

EL ESTADO DE GRACIA DE LA PALMOSILLA, TRUNCADO      

“Nosotros veníamos de unos años muy difíciles, logramos asentarnos en Sevilla, Pamplona, Málaga… este año teníamos el debut en Dax, la consolidación en Sevilla, la repetición en Pamplona, el debut en Azpeitia, teníamos toda la camada colocada y tras venir de años de pérdidas muy fuertes veníamos mejorando todo. Y fíjate”, se lamenta Núñez.

“Este era un año para salir de esos números rojos que llevábamos arrastrados, y ahora volver a ver que no sólo se repetirán las pérdidas sino que serán mucho más cuantiosas, te hace plantearte todo. Estamos en fase de ver qué ganadería queremos tener y estudiando las posibilidades de futuro que haya, si éstas es que existen, claro…”, dice frustrado por la situación el ganadero.

Y LA OPINIÓN DE NÚÑEZ SOBRE EL CONTROL DEL PAÍS…

“Aunque los mass media tapen la realidad y no nos quieran mostrar el drama de millones de familias, nos preocupa mucho la salud de la gente. La vida en España no es segura, no es tranquila, y por ende se augura un futuro malo”, comienza denunciando el ganadero.