La ganadería de Núñez del Cuvillo, una de las elegidas por las figuras del toreo para hacer el paseíllo en las grandes Ferias, ha tenido suerte: serán solo 20 los toros que tendrá que lidiar a puerta cerrada esta temporada por ser cinqueños, tal y como ha confirmado en una entrevista a este medio el ganadero Joaquín Núñez del Cuvillo.
“Ciertamente, esto es un drama, aunque a todos no nos toca la misma china de la misma manera. Yo afortunadamente no soy de los más desgraciados por la razón de que hay un año muy bueno de hierba, con una estupenda primavera: económicamente no se soportaría estar a base de grano”, comienza explicando el mítico ganadero que lleva desde el año 82 alzando a los altares taurómacos la bravura de sus toros.
La provincia de Cádiz está bendecida por el cielo y por el clima, algo que hace a esta una zona privilegiada, “pero comprendo que hay otras zonas y otras fincas en las que esta situación es insostenible”, confiesa Don Joaquín. “Yo tengo a los toros comiendo hierba. Están preciosos. Tengo 20 animales que tendremos que lidiar porque son cinqueños y no valen para después. Los torearán aquí en mi casa para ver si podemos sacar algún buen semental. Los otros son cuatreños y pasarán como cinqueños al año que viene. Hoy en día se lidian más cinqueños que antes, porque aunque el coste sea superior sí te valen para la seriedad de una plaza de primera”, admite el ganadero.
Dentro del drama que supone esta crisis, Núñez del Cuvillo afirma que es un hierro privilegiado: “Verdaderamente tenemos comida todo este año y hay buenas previsiones por circunstancias particulares en cuanto a paja. Ahora, comprendo que no tengan esa suerte otros compañeros ganaderos, que estén en una zona peor”, declara el ganadero. “Hay que rezar para que llegue la vacuna pronto y la próxima temporada se lleve con normalidad”, desea.
La situación de esta enfermedad “era impensable”, sigue admitiendo Joaquín Núñez sobre esta crisis. “Se han suspendido ferias que jamás lo hubiésemos pensado. Yo tenía alrededor de la mía veinte ganaderías que ya no existen ahora mismo, sí es verdad que eran más pequeñas que las que conocemos hoy, pero no existen”, confiesa.
También el próximo año habrá una composición nueva de ferias y muchas de ellas se verán mermadas en espectáculos. “Esta es la ley de la oferta y la demanda. Lógicamente habrá superabundancia de toros y podrán hacer insostenible el sistema, pero de forma natural se irá reduciendo todo”, describe Núñez. “Cuando yo empecé, en el año 82, subió el número de corridas y aumentaban los ganaderos, pero posteriormente llegó una superproducción que no había quién las sostuviera”.
Y termina con una reflexión: “Te pones a leer literatura antigua taurina y ya se hablaba en el año 20 que terminaría la Fiesta, como que terminaría la Iglesia Católica. Y ambas siguen un siglo después…”, dice sobre el año que murió Joselito, dos después de la gripe del 18…
