EL INVIERNO MÁS DURO

Fernando Robleño, tras un 2020 sin una sola corrida: «No empezar pronto a torear me afectaría moral y personalmente»


sábado 30 enero, 2021

Fernando Robleño es uno de esos gladiadores del toreo, que se enfundan el traje de luces en busca de los triunfos con los encastes más complicados.

Fernando Robleño es uno de esos gladiadores del toreo, que se enfundan el traje de luces en busca de los triunfos con los encastes más complicados.

Por Aitor Vian

Fernando Robleño es uno de esos gladiadores del toreo, que se enfundan el traje de luces en busca de los triunfos con los encastes más complicados. Un torero de los que llega a la afición, ya no solo por su capacidad de estar delante de cualquier toro, sea cual sea la ganadería, sino también por la finura y la pureza con la que ejecuta todos y cada uno de sus pases. Probablemente hablemos de uno de los toreros de Madrid, y es que Fernando Robleño no se achanta, sea cual sea la plaza, y Madrid es una de esas plazas en las que no solo nunca se ha achantado, sino que sus tardes en ella son recordadas por todos los buenos aficionados. Esta temporada se ha enfrentado a una de las más dºuras de su carrera, pues no ha podido trenzar ni un solo paseíllo en toda la campaña. Robleño, afronta el 2021 con incertidumbre, ilusión y cautela, pues si el 2020 no le inspiraba confianza, este 2021, menos.

¿Cómo has pasado este año tan raro?

La verdad que mal, con mucha pena y tristeza por todo lo que ha conllevado el 2020: la pandemia, las muertes, la situación laboral de muchísima gente, la tauromaquia… Un año para olvidar, aunque creo que los que lo hemos pasado saldremos fortalecidos, pero si tuviera que describir el año en una palabra lo definiría de catastrófico. 

Un 2020 sin torear, ¿qué sensaciones te deja?

Me deja un vacío total, en los meses de junio y julio parecía que se iban a dar algunos festejos, tenía la ilusión de poder torear algo, pero al final no ha podido ser, y no he toreado nada. Esta temporada me ha dejado un vacío interior muy grande.

¿Cómo afrontas el 2021?

Pues viendo la situación creo que estamos igual que el año pasado cuando empezó la pandemia, o incluso peor. Es cierto que tengo la ilusión de poder torear algo este año, pero me da la sensación de que esto no está bien arreglado, hasta que no nos vacunemos todos y esa vacuna surta efecto, lo veo complicado. Ojalá este 2021 pueda torear algo, de no ser así sería un mazazo muy fuerte para mí, ya no solo profesionalmente, sino moralmente y personalmente.

¿Ha habido algún contacto para torear en este año que tan complejo se presenta?

Bueno, pues en algunos de los contratos que tenía para 2020 han decidido respetar los carteles y han dejado las mismas ternas, como el caso de Cèret, que me consta que ellos van a hacer todo lo posible por dar la feria. Y luego han habido algunos contactos para alguna corrida de toros más, pero yo creo que estamos todos esperando a ver qué pasa.

¿En qué crees que has podido mejorar en este 2020 tan extraño?

Pues no lo sé, porque como no he tenido ocasión de torear ninguna corrida de toros no sé exactamente en qué he podido mejorar. Pero lo que sí te puedo decir es que no he parado de entrenar en busca de dar un paso hacia adelante y ser mejor torero, y en las ocasiones que he podido ir al campo si que he notado ese paso hacia adelante. Pero, creo que un torero se ve en plenitud vestido de luces en una plaza. En el campo al final falta esa tensión del saber que te estás jugando algo. Espero que en este 2021 se pueda ver en qué he podido mejorar.

¿Cómo ves la situación actual de la tauromaquia, como algo cíclico o algo preocupante?

Me tiraría más para el término de preocupante. Al fin y al cabo estamos perdiendo muchísimos valores dentro de la tauromaquia, y esos valores no vuelven. Estamos perdiendo muchas ganaderías, encastes, plazas… No estamos viviendo el mejor momento para la fiesta en lo que se refiere a la expansión, aunque sí creo que dentro de la fiesta hay grandiosos toreros y ganaderos, pero estamos perdiendo muchos valores que nunca deberíamos haber perdido.

¿Qué crees que hay que hacer para volver a esos años dorados del toreo?

Pues no lo sé, quizá haya que ofrecer un espectáculo con calidad e interés para el aficionado, el ejemplo está en Francia. Donde se celebran festejos y se llenan las plazas, porque al fin y al cabo cuidan al aficionado y dan esas corridas que los aficionados quieren ver. Sería importante que hubiera más rivalidad entre toreros, más variedad de toreros y ganaderías… Yo creo que de esa manera se atraería a más aficionados a las plazas.

Las corridas denominadas “duras” te han dado mucho, pero también te han hecho pasar mucho miedo, ¿Te fortalece mentalmente cada tarde, tras salir triunfal de muchas de esas corridas?

No cabe duda que son corridas de toros en las que hay mucha tensión y el desgaste es tremendo, pero cuando sales de la plaza y has podido solventar todos los problemas que te han planteado los toros y has salido hacia adelante, muchas veces sin cortar las orejas, volver al hotel es un auténtico triunfo. Sales muy fortalecido y muy desgastado físicamente. Para matar este tipo de corridas hace falta ser muy fuerte mentalmente y estar muy bien preparado físicamente.

¿Quién es Fernando Robleño?

Está feo describirse a mí mismo. Lo que sí intento es ser una persona de bien, intento ser buena persona y eso te hace sentirte mejor. De niño soñé con ser torero, el sueño lo he conseguido, llegar a ser matador de toros y mantenerme 20 años en activo siguiendo con la ilusión y dando la cara no es fácil, he logrado ese sueño que tan lejano veía. He conseguido vivir de lo que más me gusta, sentirme torero, sentirme realizado y sentirme respetado, todo eso me ha hecho y me hace muy feliz, y hasta el día de hoy, eso me da la vida.