Javier Fernández-Caballero / Fotos: Luis Sánchez-Olmedo
El universo a sus pies. Los que Ginés Marín atornilló en la arena de Madrid. Con los que tragó la raza humilladora del sexto para mirar a la eternidad con su trazo en redondo. Porque cuando no caben las dudas entre las telas se hace presente el hambre del querer ser figura y se trae al toreo a dar una vuelta por los muslos ofrecidos. Cuando un tío se encaja, se descarga y se pasa por la barriga cuarto y mitad de Alcurrucén enrazado llega la verdad. La del natural roto de un Ginés que le arrebató a Morante una tarde en la que José Antonio embistió. Y con ella, con la verdad con la que Marín se fue en volandas, se va a cualquier parte.
Así comenzaba nuestro relato el pasado martes de la que fue, quizá, la faena más importante de la carrera de Ginés Marín en Las Ventas, amén de la de su confirmación. Hoy, con la tranquilidad de haber digerido mentalmente todo lo ocurrido, nos citamos de nuevo con él. Ginés se abre: Marín se explaya.
Titulábamos en nuestra crónica El Universo a tus pies: y es que tienes un 2022 en el que refrendar en todas las Ferias esa faena de Madrid. Y, además, con el condicionante de que eres un torero que ha brillado en muchas de ellas, especialmente con una triunfal temporada 2018, ¿cómo afrontas tu vuelta a las Ferias tras este pelotazo en Madrid?
En primer lugar he de decir que estoy muy feliz de lograr un triunfo así no sólo por mí y por lo que significa para mi futuro, sino por lo que buscan todos los artistas, que es emocionar a la gente que viene a verlos, y entre esa afición había muchos jóvenes. Y sí, la pandemia y la irregularidad de mi carrera me habían hecho no poder estar presentes en muchas Ferias, pero estoy muy feliz de que mi toreo pueda volver a ellas el próximo año.
¿En qué momento viste que podía romper el toro?
Cuando lo vi salir me gustaron mucho sus formas de andar por la plaza con soltura, con buenos movimientos, y eso me auguró que podría ser un gran toro. Luego le vi embestidas sueltas con el capote muy buenas. Aunque esta ganadería es muy abanta en los primeros tercios, normalmente esos toros son los que tienen el triunfo importante en la muleta.
En apenas tres minutos la montaste. Fue la medida exacta. Como decía Chenel: pronto y en la mano. Apenas bastaron cuatro series para reventar Madrid.
La verdad que esta plaza es especial para todo. Es un coso con una categoría y una sensibilidad especial que te permite cortarle las orejas a un toro y emocionar al público. Fue de esas faenas cortas e intensas que la gente vivió de una forma especial.
¿Sientes pena porque Sevilla no haya podido ver lo que ha disfrutado Madrid?
Las cosas tienen que llegar cuando tienen que llegar. Las circunstancias hicieron que no estuviera presente en Sevilla. Lógicamente no me gusta, pero son las circunstancias y estoy contento de lo que ha pasado en Las Ventas.
Al final de nuestro relato, narrábamos que, en el fondo, el corazón de Morante estaría contento: le habías arrebatado la tarde, sí, pero el renuevo de la parte alta del escalafón era una realidad. Y eso a un figurón del toreo como él debe llenarle.
Al igual que el ver a tanta gente joven en la plaza hizo que nos diésemos cuenta de que nos augura un gran futuro porque hay afición, también esa faena fue por mi parte un canto al relevo generacional y al futuro de los toreros jóvenes. Estamos ante un 2022 con un plantel de toreros jóvenes interesantísimo.
Hacía tiempo que un torero no tenía tanta sinergia con un hierro, el de Alcurrucén, que es todo un mito en Madrid, ¿por qué te sientes tan identificado con este encaste? ¿En qué le gana a los demás?
Le gana en sorpresa. Es una ganadería en la que muchos animales hacen que en los primeros tercios tiremos la toalla tanto toreros como aficionados, pensando que no va a servir, pero si tienes una visión buena de la ganadería y del toro de Núñez, te das cuenta que hay muchos animales con muchas posibilidades, como así fue Secretario.
¿Cómo se toma tu mente eso de figura inminente?
La carrera de un torero es un camino muy largo y aquí no se hace uno figura del toreo en una tarde ni se deja de serlo en otra. Esto va de constancia, va de seguir el camino que he seguido hasta ahora. Estoy feliz, de momento, con lo conseguido en Madrid.
Recuerdo cuatro faenas importantes en las últimas temporadas en esta plaza: la obra al toro de Alcurrucén de tu primera puerta grande, la de la corrida de Cultura de 2017, la del toro de Garcigrande en 2019 y la de esta Feria de Otoño, ¿con cuál te quedas? Teniendo capacidad para ser el Ginés Marín de esas cuatro faenas, ¿cuál es el torero que buscas de esos cuatro?
Han sido cuatro faenas muy especiales, muy emotivas, que han significado mucho para mí y cada una ha tenido su importancia. Sí es cierto que me quedo quizá con esta última, también por el poco tiempo que ha pasado, y también porque mi evolución creo que es constante y ascendente.
Si tuvieras que echar la vista atrás en este lustro de alternativa, ¿con qué te quedas y con qué no? ¿Qué hubieras hecho que no has realizado y, por el contrario, de qué te sientes más orgulloso?
Haría, quizá, más esfuerzos de los que a lo mejor había hecho, aunque vivo por y para mi profesión, pero cuando uno lo ve con la perspectiva del tiempo, más te das cuenta que más hay que entrenar, prepararse y mentalizarse. Y en momentos puntuales, haberme esforzado más de lo que quizás lo haya hecho. Y me quedo con todo lo conseguido, por supuesto.
¿Habrá campaña americana?
De momento no tenemos contacto de ninguna feria, pero estoy seguro de que lo habrá y estoy deseoso de poder cruzar el charco y sentir a su afición.
