Novillada de Gabriel Rojas en el certamen de Guadarrama, penúltima del ciclo serrano de Madrid, con la presencia en el cartel de Antonio Grande, Isaac Fonseca y Jaime González-Écija.
El salmantino Antonio Grande fue el primero en enfrentarse al fuerte viento, el principal protagonista de la novillada. Puso toda la voluntad el charro, pero no era nada fácil torear contra el vendaval. Un pinchazo previo a la estocada impidió que volase una oreja a su esportón. El quinto fue un utrero bruto y sin clase que le tropezó demasiado la muleta para que la faena calase en el tendido. Silencio.
La del mexicano Isaac Fonseca al segundo fue una faena de arrestos, de entrega y de fe. Fue al natural cuando más brilló el mexicano, empeñado siempre en que salieran las cosas como él las imaginaba. Incluso se llevó una fuerte voltereta de la que se repuso para cortar la primera oreja de la tarde. Con el quinto, el mejor del encierro de Gabriel Rojas, el mexicano se olvidó del viento y del frío para torear con firmeza y gobierno. Y cortarle las orejas, además.
A Jaime González-Écija se le notó la bisoñez con un rajado tercero que terminó huyendo a chiqueros. Se atragantó, además, con el descabello y le sonó un aviso antes de escuchar silencio. Volvió a jugarle una mala pasada el acero en el sexto, porque su buen hacer al natural y la suavidad de su trazo bien se habían ganado el doble trofeo. Silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Guadarrama, Madrid. Penúltima del certamen de novillada.
Novillos de Gabriel Rojas, bien presentados.
Antonio Grande: ovación y silencio.
Isaac Fonseca: oreja y dos orejas.
González-Écija: silencio tras aviso y silencio.
