Este año el herradero de las reses bravas de la familia Hermoso de Mendoza estuvo marcado, como no puede ser de otra forma, por la situación sanitaria que castiga a toda la sociedad mundial.
Lo que siempre es una pequeña fiesta familiar y un precioso día de campo, en esta ocasión fue un día de trabajo, una labor más de la finca y en la que apenas intervinieron los vaqueros, veterinario, ganadero y mayoral del hierro de la PH.
Las labores estuvieron siempre dirigidas por Guillermo Hermoso de Mendoza, quien marcó prácticamente la totalidad de las treinta y siete reses que formaron la camada de este año. Una camada de dieciséis hembras y veintiún machos, todos del encaste Murube y entre los que hay varios hijos del toro “Culebrito”, toro del hierro de “El Capea”, indultado en 2017 en la corrida de rejones de Istres, Francia.