LIMA (PERÚ)

La autoridad suspende el festival benéfico que iba a protagonizar Joaquín Galdós a media hora de su comienzo


domingo 25 abril, 2021

El #ReichAnimalista consigue, con su actuación para suspender el festejo, que el hogar para niñas víctimas de abusos se quede sin la financiación de un año

El #ReichAnimalista consigue, con su actuación para suspender el festejo, que el hogar para niñas víctimas de abusos se quede sin la financiación de un año

La autoridad ha suspendido el festival benéfico que iba a protagonizar Joaquín Galdós en la tarde de este 24 de abril a tan sólo media hora de su comienzo. Según han narrado testigos presenciales en el festejo a Cultoro, el torero peruano había colgado el cartel de «No Hay Billetes» para este festival benéfico que había preparado conjuntamente con el empresario Tito Fernández en la Plaza de Toros La Esperanza, en Lima, lo que hubiera supuesto la nada desdeñable cifra de 55.000 soles (algo más de 12.000 euros) para el albergue Hogar Caritas Felices, que acoge a niñas víctimas de abusos sexuales. De esta manera, el diestro limeño lideraba la reactivación del sector taurino en el país, buscando que la iniciativa marcase la pauta inicial a seguir. 

En palabras de Tito Fernández, quien asegura que esto ha sido para él «una patada en el estómago», la forma en que se había tratado todo lo concerniente al festejo había sido ejemplar. «Este fue un evento benéfico planeado hace mucho tiempo con el ex alcalde de Lurin, Jorge Marticorena, fallecido por la COVID», explica el empresario, «y posteriormente continuado con el nuevo alcalde de la localidad, el profesor Julca, quien no solo colaboró, también entregaría el cheque a “Caritas Felices” con los fondos recaudados. Joaquín se esmeró con mucho cariño por el festival, que beneficiaría al hogar, que alberga a niñas víctimas de abuso sexual. Un hogar que mi esposa y yo conocemos y ayudamos constantemente»

Sin embargo, las maniobras de los grupos antitaurinos que pretenden instaurar la intolerancia y el pensamiento único en el país tenían preparada una sorpresa. «Anoche tuvimos la felicidad de colgar el no hay billetes, dentro de las restricciones, dadas por el ministerio de salud (20 por ciento de aforo al aire libre, para artes escénicas) que a partir del 26 de abril de abren al 100 por cien», continúa narrando Fernández. «A las 12 del día de hoy, cuatro horas antes del festejo, se aparece la Policía para citarme a la comisaría local, en la que me dan la siguiente noticia: Un grupo animalista había presentado una queja formal al Ministerio del Interior, a las 19.00 horas de ayer (importante detalle) y, en 17 horas, este correo electrónico escaló del Ministerio del Interior al de Cultura, en el camino apareció un informe legal que justificaba que los espectáculos taurinos dejarían de estar incluidos en los espectáculos permitidos al aire libre con aforos al 20 por ciento».

Para el estupefacto Fernández, fue «increíble la rapidez con la que en esta oportunidad se movió el Estado». Pero lo más desafortunado y lo más importante de esta trama es que los animalistas lograron que el cheque, que alimentaría a estas niñas por un año, nunca se entregara. Y los toros que morirían dignamente en una plaza quizás terminen en un camal.

En esta labor estaba comprometida la colaboración de la Asociación Cultural Taurina del Perú, que preside Jorge Luis Pérez; de la Ganadería Santa Rosa de Lima, Plaza de Toros y Producciones La Esperanza, y de todas las personas convocadas y sumadas al proyecto sin ánimo de lucro, destacándose, en primer lugar, la iniciativa del matador para este fin, quien había donado las reses, su actuación y el coste de sus cuadrillas. 

Fernández, para el que el revés ha supuesto un serio golpe emocional, anuncia que el próximo lunes, «ya recuperados de este golpe bajo, tomaremos acciones legales». Hay que recordar que los toros en Perú han sido excluidos de la Ley de Maltrato Animal, y está exclusión fue ratificada por el Tribunal Constitucional el año pasado. 

Por todo ello, lo qué pasó en la plaza de toros La Esperanza, para el empresario, no fue solo «un abuso de autoridad, también fue una crueldad, al dejar en el total desamparo a unas niñas inocentes, un hecho que no tiene perdón de Dios».