El caso de la ganadería de Peñajara de Casta Jijona, que en la actualidad dirige el ganadero toledano Antonio Rubio, es el de un hierro histórico que, desde que pasó a sus manos, pasta entre la localidad cacereña de Peraleda de la Mata (donde se encuentran los machos) y la toledana de Calera y Chozas (donde están las hembras).
Con la casta Jijona como gran baluarte, Rubio abrió hace unos días las puertas de su casa al fotógrafo José Joaquín Diago para inmortalizar la camada de esta temporada, de la que por el momento tan sólo hay un toro anunciado en la Feria de Vic-Fézensac el próximo mes de julio.
La camada 2021 se compone de unos sesenta toros después de que hayan tenido que matar a puerta cerrada unos veinte desde principio de este año. “Estamos expectantes para ver qué es lo que ocurre, pero lo que es seguro es que tenemos preparados toros con caras muy serias, algunos de ellos listos para Madrid”.
Rubio detalla que esa vuelta a Las Ventas le ilusiona, un regreso que ya estaba apalabrado para la temporada 2020 pero que por las circunstancias sanitarias no pudo llevarse a cabo: “De esas siete corridas de toros aproximadamente que tenemos, ojalá pueda darse la temporada en Madrid y podamos ir”, desea el ganadero.
La lucha por la Casta Jijona y el hecho de mantener este encaste “es de locos”, como le dicen al ganadero sus amigos, “pero es fruto del amor que tenemos por el toro”.
FOTOS: JOSÉ JOAQUÍN DIAGO
