EL INVIERNO MÁS DURO

Raúl Rivera: "Me hace feliz vestirme de luces porque para mí torear es vivir"


viernes 9 abril, 2021

El toledano abrirá temporada el domingo en Torija junto a Curro de la Casa y Marcos con toros de Marqués de Quintanar y sueña con poder confirmar alternativa en Madrid

El toledano abrirá temporada el domingo en Torija junto a Curro de la Casa y Marcos con toros de Marqués de Quintanar y sueña con poder confirmar alternativa en Madrid

Raúl Rivera puede hablar con experiencia de cómo sobreponerse a las circunstancias difíciles que se ha encontrado en el camino de la vida. Pese a las pocas oportunidades de las que ha disfrutado durante su etapa como matador de toros, nunca ha perdido la fe y la constancia y se ha preparado para la llegada de su momento. Su tauromaquia ha evolucionado en los últimos años y el sueño de confirmar en Madrid parece estar cada vez más cerca. Esta temporada podrá vestirse de luces el próximo domingo 11 de abril en Torija (Guadalajara) con una corrida de Marqués de Quintanar junto a Curro de la Casa y Marcos. Algo que le da la vida personal y profesionalmente, porque para Raúl Rivera, “torear es vivir”.

El joven torero toledano tendrá la fortuna de poder vestirse de luces a principios de esta temporada 2021. La cita será el domingo Torija, en un compromiso que afronta con “mucha ilusión”. “Es un cartel de toreros jóvenes que tenemos ganas de sacar la cabeza en este mundo tan difícil y a la vez tan bonito” explica el diestro. “La corrida está un punto por encima de la plaza, pero los toreros tenemos que estar preparados para todo” señala.

“Me hace muy feliz vestirme de torero porque para mí torear es vivir”

Consciente de lo difícil que es poder torear en las actuales circunstancias, se siente un privilegiado “por poder matar una corrida en los tiempos que corren”. “Me hace muy feliz vestirme de torero porque como he dicho siempre para mí torear es vivir” expresa.

Por ello, se ha preparado a conciencia durante todo el invierno para poder llegar en unas condiciones óptimas tras los triunfos del pasado año en plazas como Consuegra o Esquivias. “Hay que prepararse igual si se torea una o si se torean 60. Hay que estar a la altura y que el aficionado vea una evolución en tu toreo. Me he preparado mucho tentando en el campo”.

“Sigo con mi ilusión intacta, con las mismas ganas que siempre y tengo mucha fe en mí y en lo que hago”

Pese a la incertidumbre que ha reinado en el último invierno, Rivera confiesa que la motivación apenas ha variado. “Me lo he tomado como siempre, con mucha ilusión, ganas y afición. Sé lo que es estar parado y en el banquillo. Sigo con mi ilusión intacta, con las mismas ganas que siempre y tengo mucha fe en mí y en lo que hago” explica.

“Sueño todos los días con mi confirmación en Madrid”

En cada entrenamiento, Raúl Rivera tiene muy presente la que es su máxima ilusión, su confirmación de alternativa. “Sueño todos los días con mi confirmación en Madrid. Es una plaza a la que tengo un especial cariño. De Madrid al cielo” sentencia.

“Los empresarios están siendo valientes y los toreros estamos a muerte con nuestra profesión. Al final se verá la recompensa”

Además, el toledano no pierde el optimismo y confía en que la pandemia “pueda dejarnos disfrutar de lo que tanto queremos que es torear”. “Creo que se va viendo la luz, los empresarios, ganaderos y toreros están dispuestos a tirar del carro. Somos una piña y tenemos que intentar sacar todo hacia adelante” señala. “Los empresarios están siendo muy valientes y los toreros estamos a muerte con nuestra profesión. Esto tiene que salir a la luz y al final se verá la recompensa” pronostica.

Para el diestro, el futuro es lo más importante, por eso recalca la importancia de arropar a los jóvenes que están empezando su camino. “Como torero y aficionado, que se den novilladas es espectacular porque ahí viene el futuro de la fiesta. Hay que echarles una mano a todos los que torean novilladas porque ahí está la continuidad de la fiesta. Debemos de saber de dónde venimos para saber hacia dónde vamos” matiza.

FOTOS: EUSEBIO SÁNCHEZ