El Palacio de Vistalegre será testigo esta tarde de uno de los duelos más esperados de los últimos años, el mano a mano entre dos gigantes como Roca Rey y Pablo Aguado. Con toros de distintas ganaderías como Vegahermosa, Jandilla, Garcigrande y Núñez del Cuvillo trenzarán el paseíllo a partir de las siete de la tarde en la que se ha convertido por derecho propio en una de las citas de la temporada.
«El toreo necesita rivalidad y competencia y los dos toreros que integran hoy el cartel son dos llamados a protagonizarla en el futuro»
Así lo es porque reúne en el mismo cartel a dos toreros jóvenes, que despiertan ilusión y llevan a la gente a la plaza, dos toreros que tenían muchas ganas de ver los aficionados en mano a mano. También porque supone la vuelta de Roca Rey tras su reaparición a Madrid para de nuevo actuar delante de la afición que lo llevó a lo más alto y lo colocó en el Olimpo de la tauromaquia actual. Y lo es porque el toreo necesita rivalidad y competencia y los dos toreros que integran hoy el cartel son dos llamados a protagonizarla en el futuro.
Para el peruano, todavía resuenan los ecos de aquella tarde que pasará a la historia de la tauromaquia del 10 de mayo de 2019 en Sevilla, donde se vio arrollado por el más novato del cartel, un Pablo Aguado que puso boca abajo La Maestranza con el toreo sevillano de siempre, ese que toca el corazón para remover todos los cimientos del alma en una tarde de primavera. Desde entonces, muchas han sido las voces que han acusado a Roca Rey de no querer ver al sevillano ni en pintura, pero el golpe de efecto que supone este mano a mano y además hacerlo en la plaza que acoge el único y posible San Isidro que podrá celebrarse este año, destierra cualquier argumento que sostenga esta idea.
«El poder, el mando, el sometimiento absoluto, el valor seco y la actitud heroica frente a la despaciosidad más elegante, la composición más cuidada, el vuelo eterno de las telas y la vida entera en el instante en que dura un natural»
En Carabanchel se proponen hoy dos conceptos distintos de entender el toreo, dos formas de entender el arte y el mundo, que todas las acepta y las recoge. El poder, el mando, el sometimiento absoluto, el valor seco y la actitud casi heroica en la vida y en el toro frente a la despaciosidad más elegante, la composición más cuidada, el vuelo eterno de las telas y la vida entera en el instante en que dura un natural. Hoy La Chata será testigo del mano a mano más esperado, el gran duelo: Roca Rey – Aguado.
