Diego Urdiales, José María Manzanares y Andrés Roca Rey trenzaban el paseíllo, en la tarde de este 21 de mayo, en el Palacio Vistalegre Madrid en otro de los carteles que más expectación había causado de toda la Feria. Con casi lleno en el aforo permitido, arrancaba a las siete la función, en la que se lidiaba una seria corrida de Victoriano del Río.
Torería de Urdiales de capote y de muleta ante el rajado primero de Victoriano
Se sentía que iba a ser grande la lidia de Diego Urdiales al primero de la tarde, un animal serio de estampa y que ya mostró el motor encastado que iba a tener durante los restantes veinte minutos… pero todo se desinfló por la condición del animal. Un ramillete de artísticas verónicas dejó el diestro. Tras un inicio de faena sacándose con torería al de Victoriano a los medios, le redujo Diego la embestida en la primera de las series por la mano diestra, quedándose en el sitio y dibujando su genial concepto el riojano. Tuvo la virtud el arnedano precisamente de reducir la primera embestida violenta del animal en el muletazo inicial y templársela en los siguientes de la serie. Pero a partir de ese momento se rajó el animal, echó la persiana y no hubo forma de que el trasteo fructificase en premio. Mató de estocada y fue ovacionado tras aviso. El subalterno Juan Carlos Tirado resultó prendido sin consecuencias aparentes a la hora de apuntillar al animal.
Manzanares le hace cara y templa a un encastado y complejo segundo de Victoriano
Quiso humillar el segundo de Victoriano en el capote de José María Manzanares, que le echó los vuelos a la verónica antes del puyazo trasero de Paco María. Y mostró transmisión en la primera de las series por la mano derecha en la que José María le bajó la mano y llevó largo y embebido en los trazos al de Victoriano. Zurda en mano, el animal también abría su viaje, repetía, humillaba en el embroque y tenía ese punto de codicia y ligazón que permitían al alicantino. Le protestó un cambio de mano por la izquierda el encastado animal y, a partir de ese momento, comenzó a aprender a echar la cara arriba en los momentos clave; estuvo firme el torero para sobreponerse a esos instantes, especialmente en un instante en el que estuvo a punto de prenderlo en un pase de pecho. Intentó matar recibiendo en dos ocasiones, acertando a la segunda -la primera fue metisaca-. Ovación tras aviso.
Roca Rey, cogido por el tercero, al que deja una faena de arrebato
552 kilos pesaba el tercero, que llevaba el hierro de Toros de Cortés, al que Andrés Roca Rey saludó por chicuelinas tras varios intentos fallidos de torear a la verónica. Un susto tremendo sufrió el picador Sergio Molina, al perder la mano el picador al citar con la puya al segundo. Tras ello, un quite salvador hizo en banderillas Juan Carlos Tirado, aplaudido por el tendido. Brindó el toro a Vargas-Llosa. Por estatuarios fue el inicio de faena del peruano, que hiló varias tandas sin llegar a conectar con el tendido. Pero fue a partir de una cogida en el ecuador del trasteo cuando el público conectó con la faena del peruano. Mató de estocada. desprendida y fue ovacionado tras aviso.
El toreo de otra galaxia de Urdiales se lleva una oreja de mucha ley frente al cuarto
A todos los compañeros heridos brindó Diego Urdiales la faena del cuarto, un animal burraco que fue extraordinariamente lidiado y en el que le plantó la muleta plana el riojano para hacer el toreo de pureza. Transmitía el de Victoriano y le repetía al poso y a la firmeza de Diego, que supo enjaretarle series de muchísimo calado en el tendido por el garbo y la estética con las que las interpretó. Y fue in crescendo el trasteo, que tuvo mucha importancia en cada movimiento que realizó el diestro. Emocionante cada segundo que avanzaba la faena, rematada de una tremenda estocada. Oreja de ley.
Manzanares, ovacionado frente al quinto
No tuvo conexión la lidia y faena de José María Manzanares frente al quinto de la tarde, un animal que lo desarmó en varios momentos durante el trasteo y que tampoco terminó de romper en su condición, especialmente su falta de fuerzas. Fue ovacionado.
Roca Rey, faena larga y ovación tras aviso tras despachar al sexto
Al público fue el brindis de Andrés Roca Rey en el sexto. Se lo pasó por detrás en cambiados de rodillas que impactaron al tendido, pero decayó desde ese momento la labor del peruano, que no fructificó en premio. Fue ovacionado tras aviso al esfuerzo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Vistalegre. Octava de Feria. Corrida de toros. Casi lleno en el aforo permitido.
Toros de Victoriano del Río y uno, el tercero, de Toros de Cortés.
Diego Urdiales, ovación tras aviso y oreja.
José María Manzanares, ovación tras aviso y ovación.
Andrés Roca Rey, ovación tras aviso y ovación tras aviso.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO