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Este fue el brindis de Iván Fandiño al padre de Víctor Barrio que heló los corazones de todos los taurinos


jueves 17 junio, 2021

Iván Fandiño brindó un toro al padre de Víctor Barrio en la plaza de Valdemorillo en febrero de 2017. Sólo unos meses después perdería la vida el torero de Orduña...

Lo hemos escuchado y visto muchas veces, pero todavía se nos eriza el vello al hacerlo. Nos seguimos quedando impresionados, helados al verlo. Es, sin duda, uno de los brindis más emotivos de la historia del toreo, del que se cumplirán cuatro años estos días y lleva el nombre y el sello de Iván Fandiño. El diestro de Orduña brindó un toro en la feria de Valdemorillo en el año 2017 al padre de Víctor Barrio y sus palabras aún resuenan como un eco que de vez en cuando se hace presente en nuestra memoria para recordarnos la grandeza de una fiesta en la que se muere de verdad. 

«Padre de torero grande. Este brindis es una mierda porque seguramente no cambie nada, pero lo que sí que te puedo decir es que tu hijo ha dignificado nuestra profesión y gracias a él, nosotros nos podemos sentir muy orgullosos y defendidos en todo el mundo. También es cierto una cosa, él está en la gloria, donde la mayoría de los mortales sueñan estar y jamás podrán». Fueron las palabras que escogió Iván Fandiño para dirigirse al padre de Víctor Barrio cuando apenas habían pasado unos meses tras la muerte de su hijo en la plaza de toros de Teruel tras ser corneado por un astado de Los Maños. 

Fandiño era consciente de que la gloria era sólo para los elegidos, pero nadie podría imaginarse que el torero de Orduña la alcanzara sólo unos meses después de pronunciar estas palabras. El 17 de junio de ese mismo año un toro de Baltasar Ibán corneaba mortalmente al torero vasco en la plaza francesa de Aire-Sur-l´Adour. El fallecimiento de Iván Fandiño se certificó en el hospital de Mont de Marsan, donde fue trasladado tras el percance fatal. 

Entre las muertes de Víctor Barrio y la de Iván Fandiño, que sacudieron y encogieron el corazón de todos los aficionados, transcurrieron algo más de 11 meses. Se trata de los dos únicos matadores de toros que han perdido la vida en la plaza en lo que va de siglo. Pero si de algo sirvieron sus fallecimientos fue para poner de relieve la pureza y la verdad de un espectáculo en el que la vida está en juego en todo momento.