UTRERA (SEVILLA)

Ábranles paso


domingo 20 junio, 2021

Tres orejas paseó Serna; una pasearon Cadaval y Jiménez con una impecable y exigente corrida de El Torero

PABLO LÓPEZ RIOBOO

El futuro de la fiesta pasa por la juventud, esa por la que apostó Carmelo hoy en Utrera. Una juventud que pide paso dentro y fuera del ruedo. Una juventud que no entiende de los temas de despachos o de los cambios de cromos. Esa juventud que hoy dio un paso adelante para entrar en ese circuito copado por sus compañeros de más alto fuste. Hoy se ganaron ese derecho dos toreros con conceptos y carreras bien diferentes, dos espadas que confirmaron que el trabajo en pandemia les valió de verdad. Dos espadas sevillanos que dieron un toque de atención muy cerca de Sevilla. Rafael Serna y Ángel Jiménez dejaron su sello en una tarde de gran importancia. Lo importante fue el fondo de sus actuaciones, las orejas, siempre bienvenidas, hoy no son lo más importante. Esa oreja que Cortó un Cadaval que aún anda un peldaño por detrás de sus compañeros. Un torero al cual aún le queda mucho margen de mejora. El y los suyos saben que su momento llegará a base de constancia y trabajo, de perseverar y apostar por su concepto. El toreo siempre se hizo despacio, las prisas nunca fueron buenas consejeras. Esas prisas que nunca tuvo Salvador Domecq y desde hace años su hija Lola, una ganadera con un prototipo de toro bien definido. Hechuras y bravura. Dos conceptos que le hicieron y le hacen ser el pozo donde ir para buscar la casta de los toros de casa. Las Salinas de Hortales siempre fueron ese oasis donde se conservaba el secreto de la bravura. Ábranles paso, se lo han ganado. El futuro pasa por la diversidad, por la savia nueva. No nos dejen caer en la monotonía.

De gran clase y entrega resultó el abreplaza de El Torero, un ejemplar con un gran pitón izquierdo al que Rafa Serna le realizó una faena de gran temple. Rafael apostó por un animal agradecido cuando se le hacían las cosas bien. Bien es cierto que por el derecho tendía a embestir un poquito por dentro, lo que obligó al torero a tocar hacia fuera para abrir algo la embestida. Por el izquierdo se ralentizó el animal, gateando y humillando hasta el final. Molestó algo el viento, de ahí que el sevillano se refugiase en el tercio. Todo lo hizo despacio, pausado, con la cabeza fría. Labor solvente y madura ante un animal importante. Cerró en la corta distancia una labor premiada con las dos orejas ante un toro justamente ovacionado en el arrastre.

Rafa Serna pasa por un momento de gran madurez, pese a torear muy poco consiguió dar ese paso que necesitaba su carrera. Con el cuarto, un toro con aristas y exigencia estuvo a un gran nivel. Un toro que pedía el carné en cada muletazo, todo era una moneda al aire, ya que el animal no siempre iba metido en los trastos. Solvente estuvo el sevillano con la capa, tanto de salida como en la lidia, le dio al toro lo que necesitaba. Ya en la faena de muleta apostó por un animal que nunca mostró sus verdaderas intenciones. Por el derecho estuvo siempre detrás de la mata, siempre mirando por encima del estaquillador y sin salirse de las telas. Aguantó parones y miradas. Había que estar muy firme con el animal. Por el izquierdo acertó en alturas y distancias ante un animal que era agradecido ante la suavidad. Muy centrado fue poco a poco puliendo los defectos del toro y aprovechando las virtudes de un toro que sacó fondo. Tarde maciza del torero sevillano, la cual cerró con una buena estocada. Tardó en caer el animal, cortando finalmente una oreja de peso por lo allí realizado.

Faena para aficionados la realizada por Ángel Jiménez al castaño que hizo tercero. Un toro que ya desde salida mostró su noble condición. Se le castigó mucho en varas, llegando a la muleta con el depósito en rojo. Torerísimo fue su inicio por bajo, le puso fibra y expresión, pero quizás le obligó demasiado. Jiménez lo quiere hacer todo con suma pureza, su concepto así lo refleja. Siempre citando de frente e intentando llevarse al animal tras la cadera. Consciente de que no se le podía apretar por abajo optó por dárselos de uno en uno. Fue dándole confianza al animal, toreandolo a media altura, para más tarde exigirle. Ya en las postrimerías de la faena dejó una serie maciza y rotunda a zurdas. De uno en uno dejó naturales de gran cadencia y sumo gusto. Toreo de figura vertical y zapatillas asentadas, dejó volar la muleta en naturales de gran pureza. Faena para aficionados, de esos que saben apreciar el buen toreo. Tras una estocada algo trasera y tendida paseó una oreja.

Decir que Jiménez tiene la moneda no es andar desencaminado. Era su segunda corrida como matador de toros y no se le notó. Ante el sexto, un toro con nobleza pero que se guardó dentro muchas cosas, volvimos a ver ese toreo personalísimo del astigitano. Un animal que mejoró una barbaridad en las manos de Juan Sierra. Jiménez inició toreramente su faena, le abrió los caminos para así acrecentar sus ganas de embestir,. Su posterior tanta a derechas tuvo sabor y empaque. Siempre le dio las ventajas al animal, pulseando cada muletazo y toreando con las yemas. Tenía mejor inicio que final de muletazo, le dolía la exigencia, de ahí que lo aliviara para no exigirle en demasía. Se vino a bajo la faena tras la serie con la zurda. Porfió Ángel que vio como todo quedaba en palmas.

No tuvo Lancero la condición ni las hechuras de su hermano lidiado en primer lugar. Un toro que ya desde salida se quedó cortito en el capote. Un astado que tuvo movilidad pero al que le faltó entrega. Muy decidido comenzó su trasteo Cadaval en el tercio, pese a la molesta racha de aire citó desde la media distancia a un ejemplar de El Torero que exigía firmeza. Toro con mejor inicio que final de muletazo, le dolía la exigencia, de ahí que soltara la cara sino iba sometido. Le faltó un punto de convicción a Alfonso para poderle a un animal con cierto carácter. Por el izquierdo si acertó en dejársela en la cara y tirar suavemente. Lo pulseó con mimo para dejar varios naturales con cierto empaque. El temple corrigió los defectos de tercero de la tarde con calidad por ese pitón. Aprovechó las inercias y las querencia del de El Torero para de mitad de faena en adelante subir el diapasón del trasteo. Tras una estocada casi entera y dos descabellos paseó una oreja tras sonar un aviso.

El quinto de la tarde fue el animal más complicado de la tarde, un toro que nunca se entregó. Delante tuvo a un torero al que le falta aún rodaje para poder pulir los defectos de animales de esta condición. Inició el trasteo por bajo para así bajarle los humos a un toro con cierto carácter. Pero de ahí en adelante no salieron las cosas como Alfonso esperaba. El toro, andarín y sin humillar no lo puso fácil. Había que hacérselo todo perfecto, jugando con las alturas y las querencias, para así intentar corregir sus defectos. Pero no hubo entendimiento entre toro y torero, un exámen demasiado difícil para un torero con tan poco bagaje. Porfió el sevillano mostrando voluntad y ganas pero la faena nunca tomó vuelo. Se atascó con los aceros, sonó un aviso y saludó desde el tercio una cálida ovación de una tierra que lo quiere como suyo.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Utrera. Corrida de toros. Un tercio del aforo permitido. 

Toros de El Torero. Muy bien presentados y de buen juego en líneas generales. De gran clase y entrega a zurdas el importante primero. Con movilidad y picante el tecloso segundo. Con calidad y entrega el noble tercero. De exigente embestida el encastado cuarto. Con cierto genio y carácter el complicado quinto. Con nobleza pero con la entrega justa el manejable sexto.

Rafael Serna: Dos orejas y oreja. 

Alfonso Cadaval: Oreja y ovación tras aviso 

Ángel Jiménez: Oreja y palmas

INCIDENCIAS: Saludó Antonio Chacón tras parear al cuarto. Destacaron Juan Sierra con la capa y José Chacón con los palos en el cierraplaza.

FOTOS: EVA MORALES