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Luis Francisco Esplá: reflexiones desde México


miércoles 23 junio, 2021

El maestro alicantino está pasando unas semanas en el país azteca y charla con nuestro compañero Emilio Méndez sobre cómo ve la Fiesta en la actualidad y también sobre su trayectoria.

El maestro alicantino está pasando unas semanas en el país azteca y charla con nuestro compañero Emilio Méndez sobre cómo ve la Fiesta en la actualidad y también sobre su trayectoria.

Hace algunos días recordábamos aquella gran tarde en Las Ventas de Madrid, mejor conocida como “La Corrida del Siglo”  fue el 1 de junio de 1982  cuando se lidió un destacado encierro de Victorino Martín en la que el ganadero compartió la salida a hombros con los matadores Ruiz Miguel, José Luis Palomar y con el alicantino Luis Francisco Esplá a quién 39 años después nos encontramos en México en la ganadería de Teófilo Gómez  en la localidad queretana de San Juan del Río en donde tuvimos la fortuna de conversar con el Maestro Esplá que venía acompañando a su hijo Alejandro, quien formó parte del Festival Taurino para Inaugurar el Cortijo “Valente Arellano” en El rancho “El Pedrero” propiedad de Adolfo Guzmán y familia el pasado sábado 19 de junio.

Un diálogo con muchos matices con el Maestro Esplá:

“Feliz, porque además he cambiado de aires y esto es bueno, no? respirar el aire del ambiente taurino mexicano, que por cierto yo no he sido un torero que haya hecho temporada, ni nada de eso, pero eso no quiere decir que no valore México y todo este ambiente y luego rodeándose de buena gente y eso no se da todos los días”

No hacer temporada en México

“Fue una cuestión que me plantee desde el principio, y era por la temporada americana o disfrutar de mis hijos, entonces acababa de tenerlos, eran pequeños, y opte por lo segundo, renuncie a las temporadas americanas por que quería ver crecer a mis hijos, quería disfrutar de ellos, me ha faltado y lo he dicho siempre y lo he reconocido, me ha faltado, el tirar de Figura del Toreo, por que eso no lo hace una Figura del Toreo pero si lo hace un ser humano, que no tiene más que una vida, no tiene ocho o siete años como un gato y cuando quieres y llegas a los 60 años que son los que tengo ahora, no decir, qué he hecho con mi vida, qué he hecho con mis hijos, que he hecho con esa relación tan importante como lo es la familia, lo sacrifique. Arrepentido, no, pero nostálgico si, mucho”.

El toreo de capa a la mexicana y sus toreros

“De los pocos viajes que he hecho a México, tuve la fortuna de conocer a David Liceaga, al padre y al hijo por supuesto, y creo que esa han sido una de las semanas más provechosas que he pasado, por que íbamos todas las tardes a entrenar de salón a la casa de Don David y me enseñó muchísimas cosas y aprendí muchísimas cosas, además yo era y sigo siendo un obsesionado de la variedad con el capote y en esto México ha sido la supremacía, ha tenido la supremacía siempre en los tercios de capa, y luego he compartido muchas tardes con toreros mexicanos en España  como Armillita, Arruza, con Mejía, con infinidad de toreros, como El Zotoluco. Yo siempre me he sentido vinculado a México y sobre todo he sido un admirador del toreo de capa mexicano, y voy a decir algo que siempre he comentado, Morante y yo descubrimos a Gaona tarde, y somos los dos  gaonistas a tope, unos enfermos de Gaona.  Yo tuve la suerte de compartir unas películas en casa de Solorzano padre, tenía una filmoteca extraordinaria y pude ver a Gaona en plenitud, lo pude ver con las técnicas de 20 años de diferencia con respecto a España, la situación de México, la proximidad con Estados Unidos, capacitó a los fotógrafos y a los filmógrafos de unas máquinas que a España tardaron 20 o 30 años en llegar y a las imágenes que corresponden, con unas lentes que daban una depurada definición y quede impregnado de las pocas cositas que había de Gaona que era la suprema elegancia, Joselito remataba las series y salía saltando, yo no he visto saltar a Gaona nunca, salía andando, una elegancia y coincidimos Morante y yo y es una de las cosas que a mi me han fascinado, el haber conocido aunque sea a última hora al Monstruo de México”.

El concepto del toreo actual.

“La jodida globalización, esto hace años que lo venimos viviendo, ese flujo de México a España y de España a México, ha ido contaminando de alguna forma las fórmulas, y entonces hay toreros que se quedan a medio camino, ni terminan de consagrar el concepto mexicano, ni terminan de consagrar el concepto español, yo creo que ha sido un problema de complejos, tanto de los toreros que iban a España, que querían imponer de alguna forma el criterio español y viceversa y nos desautorizábamos mutuamente, no? Ahora estamos viviendo una época que a mi me parece muy bonita por que vuelve a ver en el público eclecticismo en el sentido de que son  capaces de abrazar cualquier forma del toreo, vuelven a ver  muchos toreros diferentes, vuelve a ver diferencia en eso, pero al final siempre están condicionados por el toro, hay un toro que se ha universalizado, hoy el toro mexicano se parece menos al de hace 40 años y el toro español no se parece nada  al de hace 40 años y al final si todos trabajan con el mismo material, es obvio que pueda haber ese mestizaje que se produce, que es muy bueno a nivel de raza, pero que creo que el mestizaje no es tan bueno en el torero, si no que cada uno tiene que hacer o interpretar el toreo de la forma que el cual lo siente y no tratar de imitar, por que todas las imitaciones al final son burdas”.

Disfrutando de México acompañando a su hijo Alejandro.

“Vengo a una cosa sin trascendencia, sin responsabilidad, hemos venido a disfrutar, a compartir, y como he dicho antes, este clima de amistad, de buena gente, es otra cosa. Cuando tu vives en temporada pero no solo en México, en España y todo, no estás sereno, hay cierta crispación por las tensiones que no te dejan ver ni disfrutar muchas veces de lo que te va rodeando, de lo que podías disfrutar, ahora es todo lo contrario, vengo sin ningún tipo de responsabilidad,  a empaparme de todo esto y sobre todo a disfrutar aquello que no pude disfrutar por haber sacrificado esos años con mis hijos”.

El mensaje de hermandad.

“Estas cosas demuestran, lo que somos los taurinos, este hermanamiento, que a veces no se da en las plazas, pero se dan paradójicamente fuera de ellas y es la demostración que el taurino, es un ser especial, tiene una sensibilidad especial y un talante especial para hacer frente a la vida, a las circunstancias y a todo lo que le pongan por delante”.