EL TENDIDO DE LOS SASTRES

La (supuesta) izquierda desnortada


miércoles 18 agosto, 2021

Lo de la alcaldesa socialista de Gijón es, en fin, una afrenta, una vergüenza. Un asco.

Gijon

Por Paco March

Ha ocurrido en el Norte, en Gijón concretamente, pero hace ya demasiado tiempo que la supuesta y autoproclamada izquierda anda desnortada.

Entre todos/as los/as atropellos, sinrazones y arbitrariedades perpetrados/as en nombre de sacrosantos – con perdón- conceptos como igualdad, feminismo, democracia, libertad de expresión ,ecologismo, animalismo…la izquierda de este país que- mal que les pese a algunos- aún se llama España, se cisca en la Historia, abomina de las tradiciones y ataca la cultura. Y lo hace desde una pretendida superioridad moral que oculta su mendaz vocación inquisitorial y un comportamiento curil y retrógrado. Exactamente lo opuesto a lo que de ella se espera y su tradición augura.

Gobernar por decreto y mando es una pulsión dictatorial que en una democracia no tiene cabida pero que, sin embargo, va en auge (la pandemia está siendo la excusa para tantos atropellos )y ya ni siquiera se molestan en disimular. Ocurre que cuando, como es el caso, el argumentario (sic) es de una insultante indigencia mental- más aún en quien ocupa un cargo público-  quien lo ejecuta, quienes lo amparan y quienes lo jalean se retratan.

Y que todo venga a cuento del nombre de dos toros sería incluso jocoso si no fuera por su trascendencia: el fin de los toros en Gijón.

“Feminista” y “Nigeriano”, dos toros de Daniel Ruiz lidiados y estoqueados por Morante de la Puebla en el Coso de El Bibio han sido la excusa. Hay que joderse.

Nadie pide la ilustrísima señora alcaldesa de Gijón que sepa que los nombres de los toros vienen dados- por el ganadero-  por el de las vacas que los parieron. Pero sí pide, a ella y a quienes como ella inciden en la vida de los ciudadanos, que sus decisiones se atengan a la Ley y no a gustos. Menos aún a una retorcida manipulación de los hechos.

A la alcaldesa socialista de Gijón le han soplado que Morante es simpatizante de VOX- nadie es perfecto- y que ha matado a  un “Feminista” y a un “Nigeriano”. Vade retro.

La alcaldesa socialista de Gijón, sin que nadie de su partido- Calvo y Ábalos están defenestrados- la haya llamado al orden, se ha liado la manta a la cabeza, proclamando que por sus ovarios esta ha sido la última Feria de Begoña y que ya no volverá a salir a concurso la adjudicación de El Bibio.

Lo dice y lo hace no sólo por el nombre de los toros lidiados por el torero simpatizante de un partido que, nos guste o no (adscríbanme a este bando), es tan legal como el suyo, sino que también “atiende a un sentir mayoritario de los ciudadanos”. Unos ciudadanos que, por cierto, han respondido en los tres festejos de la ¿última? Feria gijonesa, llenando el coso en el aforo permitido. Una ciudad tan bella como Gijón que, a la llamada del toreo y como ha ocurrido, ocurre y seguirá ocurriendo- si nos dejan- en tantas ciudades y pueblos de España, ha recibido con los brazos abiertos a aficionados de otros parajes que ha contribuido a generar riqueza- o, al menos, paliar miserias-  entre sus conciudadanos, que, entre otras cosas, le pagan el sueldo.

La alcaldesa de Gijón se salta la Ley a la torera, una Ley que proclama la Tauromaquia como Bien de Interés Cultural y, como tal, objeto de protección por la Administración del Estado, Ayuntamientos incluidos.

Y, siendo así, digo yo que no sólo l Fundación Toro de Lidia deberá reaccionar de inmediato sino que, quien corresponda, también.

Una señora alcaldesa socialista de Gijón que por ignorar seguro que ignora que el toro de la alternativa de Manolete en Sevilla, cuarenta días después del final de la Guerra Incivil, llevaba por nombre “Comunista” , hijo de la vaca del mismo nombre de la ganadería de Clemente Tassara y que a última hora se cambió por “Mirador”.

Una señora alcaldesa socialista de Gijón que también ignora, porque sólo desde la más supina ignorancia se puede actuar como ella lo ha hecho, que tal día como hoy, Federico García Lorca- autor de la más belle elegía mortuoria jamás escrita, en homenaje a su amigo el torero y tantas cosas más Ignacio Sánchez Mejías- fue fusilado, cerca de Víznar, por los fascistas sublevados y, junto a él, un maestro escuela y dos banderilleros.

Lo de la alcaldesa socialista de Gijón es, en fin, una afrenta, una vergüenza. Un asco.