De un tiempo a esta parte, las novilladas con y sin picadores en plazas de tercera y cuarta categoría están viendo mermado su número, fundamentalmente debido a los altos costes que conlleva la organización de un festejo así. Recordemos que una novillada con los del castoreño en un coso de tercera categoría, a día de hoy, cuesta unos 46.000 euros.
Pero, más allá de eso, ¿de dónde deriva la problemática que los miembros de la Unión de Toreros, la Unión Nacional de Picadores y Banderilleros y ASNAME están planteando en su boicot a Villaseca de la Sagra? En esta problemática hay dos patas bien diferenciadas que están recogidas en el Acuerdo Extraestatutario firmado entre los miembros del Foro de Promoción y Defensa de las Novilladas -que aglutina localidades como Villaseca de la Sagra, Villa del Prado, Guadarrama…- y la Asociación de Profesionales Taurinos -ASPROT- el pasado mes de mayo.
La primera de las patas radica en la bajada de un 10% del sueldo de un banderillero o picador durante una novillada en una plaza de tercera o cuarta categoría. Se está intentando confundir en redes sociales durante estos días sobre que la bajada es del 35%, mas no es del todo cierto: en este año 2021 SÍ que existe esa bajada total por ejemplo en Villaseca de la Sagra, pero tiene una explicación: al 10% mencionado hay que sumarle el 25% que ANOET, UNPBE, ASNAME, ASPROT y demás entidades firmaron el pasado invierno que se bajarían el sueldo de matadores y cuadrillas por la exclusividad de este año Covid. Por tanto, el año próximo ese 25% no existirá -si los aforos están al completo- y solamente se quedará un 10% menos en el sueldo de las cuadrillas, que son unos 40 euros al día por torero de plata.
La segunda pata de ese acuerdo radica en los derechos de imagen: antes de este acuerdo extraestatutario, el novillero no percibía ni un solo euro en concepto de sus derechos de imagen por ser televisado y ahora recibirá su parte, ya que el acuerdo conlleva un reparto individualizado del dinero procedente de la televisión entre todos los actuantes del festejo. Y esto conlleva también un reparto, uno a uno, de los picadores y banderilleros que actúen independientemente del sindicato al que pertenezcan (antes, todo el dinero iba a parar por acuerdo a un único sindicato, el de la UNPBE, y los miembros de ASPROT que actuaban o se quedaban sin cobrar derechos de imagen o el empresario o promotor del festejo se veía obligado a pagar doble si quería que él cobrase, ya que debía abonar su parte a la UNPBE y de nuevo al subalterno que no pertenecía a esta Unión).
Además, los novilleros con y sin picadores y todos los miembros de sus cuadrillas cobran por adelantado, a la hora del sorteo, con cheques bancarios nominativos para asegurar el cobro de todos los profesionales actuantes. Si este hecho no se cumpliera se comunicaría al delegado gubernativo y el festejo quedaría suspendido automáticamente. Esta nueva fórmula negociada por ASPROT y aceptada por el Foro garantiza con un sello de calidad su estricto cumplimiento e impide que se produzca el famoso «túnel» que tanto daño sigue haciendo a los profesionales en este tipo de festejos menores.