MADRID

Diosleguarde se lleva la foto de una tarde de entrega


sábado 25 septiembre, 2021

El salmantino pasea una oreja del cuarto y da una vuelta tras petición en su primero en una tarde en la que se lidió una exigente novillada de Fuente Ymbro con la que Isaac Fonseca estuvo “hecho un tío” en su primero y Manuel Perera fue cogido de forma aparatosa en su primero, pero salió a matar al sexto.

Manuel Diosleguarde

Carlos Palacio / Fotogalería: Ivi Martín

Manuel Diosleguarde, Isaac Fonseca y Manuel Perera trenzaban, este 25 de septiembre, el paseíllo en la primera novillada picada del abono de Otoño. Se lidiaba un encierro de Fuente Ymbro.

Vuelta al ruedo por su cuenta de Diosleguarde tras lidiar al humillador pero manso primero

El primer animal era un mansito que tenía, no obstante, bondad y quería humillar. El inicio de capote de Diosleguarde no fue muy lucido, porque molestó bastante el viento. Sí estuvo bien Fonseca en un quite por gaoneras firmísimas. De rodillas comenzó su obra el charro, pero el animal tenía esa tendencia a tablas y se quería marchar- Acertó sobre todo en templarlo bien y en sujetarlo para que no se le fuese muy pronto a tablas, además de llevarlo con trazo bajo cuando le embestía el animal. Pero no terminó de haber una faena lucida por la falta de casta y de emoción que tenía el novillo. El estoconazo fue tremendo, y eso hizo que la gente pidiese una oreja, petición que quedó en una vuelta por su cuenta del novillero.

Isaac Fonseca, cogido por el peligroso segundo en una obra de arrojo y voluntad

El segundo fue un animal más encastado, que nunca fue tonto y sabía lo que se dejaba atrás, pero sobre todo tenía las virtudes de ser pronto y con raza. Novillo para poderle y para torearle. Estuvo hecho un tío Fonseca, con más arrojo que valor sereno, porque se veía cogido en más de una ocasión, pero no se quitaba. Faena de muchas emociones porque el novillo lo descubrió muy pronto y lo volteó en varias ocasiones, pero aparentemente sin consecuencias. Comenzó la faena de rodillas en los medios, con buenos muletazos, pero el animal se fue orientando rápido y fue cerrando su espacio hasta que lo dejó sin salida y lo zarandeó. A partir de ese momento, el trasteo fue un tomadaca: el mexicano lo intentó llevar lo mejor que pudo, dejándoselo llegar mucho. Con la derecha, dejó momentos templados y muletazos buenos; por el izquierdo no le dejó pegar ni uno. Volvió a intentarlo por la derecha en el final de faena. Entró recto como una vela en la estocada, que cayó un punto desprendida, pero fue de efecto inmediato. Ovación.

Espeluznante voltereta a Manuel Perera en el tercero, al que templa más tras el percance

Ovacionado resultó ante el tercero Manuel Perera, que lidió un novillo protestado de salida porque no estaba completamente rematado de presentación. No fue un animal malo, pero le faltó un tranco y un punto de empuje para ser bueno de verdad, pero tuvo nobleza y fue un animal obediente, que necesitaba mucho mando y una muleta que lo obligase a pasar. Perera comenzó de rodillas en terrenos del tercio, el novillo se le empezó a quedar corto, y en una de ellas le dio una voltereta de la que salió maltrecho. Se quitó la chaquetilla, las zapatillas y continuó, y tuvo tras el percance un punto más de serenidad, aunque se le notaba que estaba volteado. Quiso aprovechar las virtudes del novillo para tirar del animal con tandas de uno a uno. Mató bien y hubo petición minoritaria, pero finalmente fue ovacionado.

Otra buena estocada pone en las manos de Manuel Diosleguarde la oreja del cuarto

Oreja en el cuarto para Manuel Diosleguarde ante un novillo noble, enclasado, con su justo punto de raza y que embistió muy bien en los medios. Fue una faena de menos a más, sobre todo porque al charro le costó al principio encontrar el punto para que el novillo no le tocase las telas y aquello no terminaba de cuajar, pero acertó en los terrenos y exigirle al animal en los medios, en tratar de llevarlo muy por abajo al animal. Mediada la faena hacia adelante, le dio más sitio al astado y encontró el temple, llegando arriba con momentos muy templados, pero que no terminaron de calentar al tendido. Hubo series interesantes pero sin terminar de rematar. Una buena estocada empujó finalmente al público a pedir la oreja.

Fonseca intenta conectar con el soso quinto, pasador sin más

Capítulo frío el del quinto, porque Fonseca se topó ante un animal sin chispa, simplemente pasador. Había que ponerle mucho e intentó darle variedad el mexicano de capote y, en la faena, con muletazos diferentes. Faena correcta pero a la que le faltó chispa y espontaneidad para que ésta subiese al tendido. Hubo muletazos aislados buenos. Estocada entera. Ovación.

Perera sale a matar al sexto pero pincha su entrega

Intrascendente la última faena. El novillo no fue malo, pero sí es cierto que salió con el freno de mano puesto. Le costó una barbaridad entrar en los engaños desde la portagayola de inicio, por lo que Manuel Perera, que salió de la enfermería con un trauma craneoencefálico leve, estuvo intentándolo con la labor, con más asiento y pausa que en su primero, pero le costó mucho tirar del animal para que le obedeciese y para que terminase pasando. Su actitud fue mejor y quiso hacer las cosas bien, pero no terminó de cuajar la obra. Lo pinchó dos veces y fue silenciado.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Segunda de la Feria de Otoño. Novillada picada. Dos tercios de entrada del aforo permitido, unas 8.000 personas en los tendidos.

Novillos de Fuente Ymbro.

Manuel Diosleguarde, vuelta y oreja.

Isaac Fonseca, ovación y ovación.

Manuel Perera, ovación y silencio.