Joaquín Galdós, en su empeño por reactivar la tauromaquia en Perú y lograr que se sigan celebrando festejos taurinos, toreaba este domingo en la ciudad de Sicaya, ubicada a 3500 metros de altura.Estoqueaba un encierro de la ganadería de San Pedro mano a mano con Juan Carlos Cubas, matador que fue reciente triunfador en la corrida de La Esperanza limeña, donde cortó tres orejas.
Sin opciones el primero de la tarde, un animal al que Juan Carlos Cubas aprovechó la nobleza a menos, pero no conectó. Fue silenciado tras matar de pinchazo y estocada.
Galdós perdió las orejas con la espada en el segundo: fue una faena en la que entendió de principio a fin al ejemplar de San Pedro y trazó con la mano baja. Enormes los finales de serie, con el clasicismo que argumenta el concepto del peruano. Pero el fallo con los aceros evitó el premio. Antes, había toreado con mucho gusto a la verónica al animal y, tras el encuentro con el caballo, quitó por enjundiosas chicuelinas.
El tercero fue un animal manso que no le prestó muchas opciones al diestro. Fue silenciado Cubas.
El cuarto fue un animal que no le dio tampoco opciones a Galdós: reservón y con peligro.
Dos orejas, la segunda generosa, paseó en el quinto Cubas, destacando su toreo con la diestra.
Cumbre anduvo Galdós frente al sexto, un animal al que dejó un toreo largo y con gusto por ambos lados. Dejó pinceladas capoteras y luego se explayó con la muleta por ambos lados, destacando su toreo al natural, antes de matar de estocada y pasear doble premio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Sicaya, Perú. Corrida de toros. Lleno en el aforo permitido.
Toros de San Pedro.
Juan Carlos Cubas, silencio, silencio y dos orejas.
Joaquín Galdós, ovación, silencio y dos orejas.
