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Javier Marín: «No tengo otra tarde más que Cintruénigo: tengo que aprovecharla al máximo para que se hable de mí»


viernes 3 septiembre, 2021

En el horizonte, el sueño de la confirmación de alternativa en Madrid, "que ojalá pueda ser el año que viene. Supondría un trampolín para mí, además de hacer el paseíllo en Pamplona".

Javier Marín

Juan Leal, David de Miranda y Javier Marín serán los protagonistas del festejo taurino que acogerá la plaza de toros de Cintruénigo este 4 de septiembre. Lidiarán una corrida de toros de la ganadería salmantina de El Pilar. Y el nombre más importante para el municipio es el de Javier Marín, torero de la tierra que hará el paseíllo en esta cita.

«Para mí, torear entre los míos supone, en primer lugar, volver a hacer el paseíllo tras lo sucedido con la pandemia, volver a sentir el cariño de mi gente y a sentir también la respiración del toro, las miradas del callejón…», relata sobre las sensaciones previas al festejo de este sábado.

La pandemia le pilló viviendo con Toñete en Sanlúcar de Barrameda, ya que estaban preparando una temporada «ilusionante en la que volvería a Pamplona como matador», y esta situación le «partió por la mitad». «En cuanto pude, volví a Navarra, a casa de mis padres, y ahora estoy de vuelta de nuevo a Madrid», explica sobre su día a día, en el que sigue soñando vestirse de torero como hará mañana.

«Vivir en torero es muy importante para mí. En mi época de novillero y ante la alternativa, también estuve conviviendo con Toñete: residíamos en El Casar, entrenábamos con Paco Ureña, y vivíamos en torero que al final es clave», explica.

Debut con el hierro de El Pilar

Este sábado le hará frente a un encierro de El Pilar, hierro con el que aún no ha debutado en público: «Esta semana estuve tentando en su casa y la verdad que me sentí muy bien ante sus vacas. Es una ganadería muy consolidada, en las ferias, y a todo el mundo le hace ilusión torear una ganadería así», manifiesta.

Su entrenamiento ahora se basa en tentaderos, en toreo de salón, en no descuidar la preparación física, «que parece que cuesta mucho cuando apenas se ven fechas en el horizonte…», pone en valor el joven diestro navarro.

«No tengo otra tarde más que la de mañana, tengo que aprovecharla y que se hable de mí», expone Marín. En el horizonte, el sueño de la confirmación de alternativa en Madrid, «que ojalá pueda ser el año que viene. Supondría un trampolín para mí, además de hacer el paseíllo en Pamplona».