El salmantino Manuel Diosleguarde trenzará el paseíllo este sábado en el Circuito del Norte, este domingo en Villaseca, también en ferias como Salamanca o Navalcarnero y, a finales de mes, en Madrid. La más inminente e importante por el compromiso que significa para él es la del coso de La Sagra, que vivirá este domingo su arranque con la novillada de Cebada Gago.
“La verdad que está siendo una temporada inimaginable. El certamen de Castilla y León fue muy importante para mí, hubo muchísima rivalidad, se hizo de la mejor forma posible, fueron 18 ganaderías las que participaron y estoy muy contento de haber podido ganarlo”, expone el joven. “Al final, estoy metido en el toro, lo único que hago es entrenar por la mañana y por las tardes, vivir por y para mi profesión”, expone el novillero.
Aunque reconoce que “todos los compromisos son importantes y todos los días hay que salir a cortar las orejas”, citas como las de Villaseca o Villa del Prado por la importancia de sus seriales novilleriles lo son aún más, además de la novillada en su tierra, Salamanca: “Es crucial estar bien para que cuenten contigo en cualquier plaza y que los empresarios no tengan excusas para ponerte”, explica. De Cebada Gago ha tenido sólo una vez la oportunidad de matar una novillada en Algemesí, donde cortó las orejas: “Por eso estoy tranquilo”.
Sobre su tarde en Salamanca dice lo siguiente: “Me llena de responsabilidad estar presente, pero me gusta torear delante de mi gente y de mis paisanos”. Y, a finales de mes, Madrid: “Es algo que llevaba buscando tiempo, que no me corría prisa pero creo que era el momento. Creo que estoy preparado y muy responsabilizado para este paseíllo”, admite.
En cuanto a la evolución de su toreo, confiesa que “ceo que soy un torero mucho más maduro, cada vez intento hacer las cosas más despacio, intento buscar otro toreo más pausado y más relajado, es mi obsesión”.