CINTRUÉNIGO (NAVARRA)

Leal ralentiza su trazo largo, Marín expone su clasicismo y De Miranda exhibe su entrega


sábado 4 septiembre, 2021

Juan Leal -que selló dos obras de profundidad y trazo largo-, David de Miranda -entregado ante sus animales- y Javier Marín -que dio fe del clasicismo de su concepto- ofrecen una gran tarde de siete orejas con buen encierro de El Pilar.

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Juan Leal, David de Miranda y Javier Marín trenzaban esta tarde el paseíllo en la localidad navarra de Cintruénigo. Se lidiaba un serio encierro de El Pilar.

El primero de la tarde fue un animal negro, bonito de estampa, un animal al que le faltó codicia y algo de fuerza y al que entendió perfectamente Juan Leal, intentando alargar sus embestidas, siempre con conexión intensa con el público. Faena intensa, dejando en cada muletazo un argumento, empujando hasta el final las embestidas del animal charro por ambos lados; subió el tono de la obra cuando tiró de cercanías. Mató de estocada de efecto rápido y le paseó un premio.

Pulcra pero corta faena de David de Miranda al segundo de la tarde, un castaño muy en el tipo de El Pilar al que le faltó continuidad. El torero onubense intentó siempre alargar la embestida del animal, pero al animal le faltó repetir en sus trastos y salirse de éstos en su viaje. Faena inteligente, rematada con una buena estocada. Paseó oreja.

Javier Marín recibió al tercero con una larga cambiada que llegó con fuerza al tendido. El joven diestro navarro lidió un animal con virtudes de El Pilar, que tenía clase y le repitió con humillación a las telas de Marín. Toreó de forma clásica por ambas manos y le recetó un espadazo algo tendido que tardó en hacer efecto en el animal. Una oreja.

El cuarto fue un animal colaborador al que Leal le realizó una faena en la que ralentizó su toreo, templó y llevó embebido al buen animal: sin abusar de las cercanías, demostró que su toreo fundamental y largo tiene suma importancia. Estocada de efecto rápido de nuevo y doble apéndice para el galo.

De buenas hechuras el quinto, que se movió en la muleta de De Miranda con codicia. Faena vibrante del onubense por ambos lados, matando de estocada y paseando una oreja.

Marín se ganó las dos orejas en el segundo de su lote, un animal en el que de nuevo dejó muestras del clasicismo de su concepto. Animal con codicia al que pasaportó por ambos lados con entrega y trazo bajo, matando de estocada y paseando el doble premio.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Cintruénigo (Navarra). Corrida de toros. Lleno en el aforo permitido por el Gobierno de Navarra, unas 800 personas.

Toros de El Pilar.

Juan Leal, oreja y dos orejas.

David de Miranda, oreja y oreja.

Javier Marín, oreja y dos orejas.