Se cerraba la temporada en la Monumental de Las Ventas con una corrida de toros de máximo nivel. Con motivo del Día de la Hispanidad -Día de Fiesta Nacional en España- se había elaborado un cartel con el extremeño Alejandro Talavante, el peruano Andrés Roca Rey y el madrileño Francisco de Manuel. La corrida para esta cita pertenecería a los hierros madrileños de Victoriano del Río y Toros de Cortés.
Talavante, poco inspirado ante la falta de fuerza del primero
Echaba la cara abajo el ‘Jugador’ primero de Victoriano del Río, animal al que meció con gusto la capa a pies juntos Alejandro Talavante y, tras las varas en las que blandeó por parte de Manuel Cid, quitó por hieráticas chicuelinas y una larga Roca Rey. Buenos pares de Miguelín Murillo y Manuel Izquierdo. A pesar de mostrar falta de fuerza decidió irse a los medios e iniciar con un cartucho de pescao y al natural por genuflexos la faena, que no tomó vuelo. No estuvo inspirado el extremeño ante el flojo animal, al que despenó de certera estocada. Silencio.
Roca Rey descerraja la Puerta de la gloria en el segundo tris, al que le corta las dos orejas
Para atrás por falta de fuerza mostrada tras las varas fue el segundo, siendo sustituido por el primer sobrero, protestado al igual que el titular por su presencia y que también fue devuelto. Salió un tris también de Victoriano del Río, animal más hondo por detrás pero con cuerna más abueyada. No pudo lucirse Roca Rey a la verónica con un toro que empujó en varas y al que quitó a la verónica Francisco de Manuel. Se desmonteraron Viruta y Paquito Algaba por sus buenos pares -uno de ellos de sumo riesgo al hacer hilo el toro y no cortar- ante la lidia al buen tranco del toro de Antonio Chacón. Tras el brindis al público dejó un espeluznante inicio por cambiados a un toro que le respondió con codicia y boyantía en el cambio de mano sensacional de ese prólogo. Y la siguiente serie a diestras volvió a sellar un toreo de mano baja y con momentos incluso de temple con la estampa abandonada. Una delicia. Y cogió ritmo el animal al natural, por donde hizo crujir a Madrid. Faena con el sentido de la medida, ya que tras una serie de cercanías y al natural por ambas manos se fue a por el acero. Y le sopló antes de estoquearlo una serie de bernadinas de espanto, a cual más arriesgada. El espadazo tumbó al animal e hizo que se le concediesen las dos orejas.
Francisco de Manuel expone sus armas y le corta la oreja al rajado tercero
Al público fue el brindis de Francisco de Manuel del ‘Cojito’ tercero, negro listón chorreado que no se definió en los primeros tercios y al que le sopló un gran inicio de faena, de rodillas, y luego ya erguido con la diestra. Hubo un cambio de mano de mucho jugo. Le desarmó en la primera serie y supo ligar con valor en la segunda a un toro que se metía por dentro. Animal con prontitud y alegre pero con ese defecto. Fue construyendo una obra de serena ligazón y cabeza, en la que consiguió momentos importantes hasta que se rajó el animal y entonces llegó el arrimón. Las manoletinas finales y la estocada trasera pero efectiva pusieron en sus manos la oreja.
Monumental bronca para Talavante, que esperó con apatía a que le echasen el cuarto toro vivo al corral
De 599 kilos era el ‘Vampirito’ cuarto, segundo del lote de Alejandro Talavante, al que dejó alguna verónica de buen trazo pero tenía cierta violencia en el embroque. Toro con el que dejó perlas geniales de lo que fue su concepto… pero sin que llegase arriba con rotundidad su obra. Pinchó además al funo, y esperó con apatía a que le echasen el toro vivo al corral en una dantesca imagen. Pitos tras tres avisos. Apuntillaron al animal en el ruedo tras una salida fallida de los bueyes de Florito.
Francisco de Manuel descerraja la Puerta de los sueños cortando dos orejas al quinto
Francisco de Manuel dejó un airoso saludo capotero a la pintura quinta, tras correr turno porque Roca Rey seguía siendo atendido en la enfermería por un corte con la espada en la mano. Las chicuelinas de manos bajas del quite, tras las buenas varas de Alberto Sandoval, llegaron con fuerza arriba. Juan Carlos Rey y Fernando Sánchez saludaron tras sus soberbios pares. Al público fue de nuevo el brindis, tras el que selló un buen pulseo en el inicio y luego paladeó el toreo despacioso por la diestra. Por ahí siguió ahondando y haciendo rugir a Madrid, a cada natural más extraordinario. Excelso el toreo del joven madrileño ante la calidad ralentizada del de Victoriano, al que tumbó de un estoconazo y paseó el doble premio.
Roca Rey intenta sortear las dificultades del díscolo sexto
También de seria estampa el sexto, que no rompió en las telas capoteras de Roca Rey. Se le dio en el caballo de José Manuel Nogales y no lo puso fácil el toro en banderillas. Animal díscolo en su viaje y deslucido en su conjunto. Le sopló aun así algún muletazo estimable que cantó el tendido. Falló con el acero y fue silenciado.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Corrida de toros. Festejo del Día de la Hispanidad. Lleno de ‘No hay localidades’
Astados de Victoriano del Río. Sin fuerza el anodino primero; devueltos segundo y segundo bis; Con ritmo humillado y motor a menos el buen segundo tris; Con codicia y motor pero al final rajado el tercero; Con ritmo y movilidad el cuarto, de media humillación; Díscolo en su viaje el deslucido sexto.
Alejandro Talavante: Silencio y bronca tras tres avisos
Andrés Roca Rey: Dos orejas y silencio
Francisco de Manuel: Oreja y dos orejas
GALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
