SEVILLA

La carta del Hermano Mayor del Gran Poder a los toreros del 12 de octubre con un ‘mensaje’ especial a Emilio Muñoz


lunes 31 octubre, 2022

Una carta escrita desde el corazón, agradeciendo a cada una de las personas que lo hicieron posible, siempre poniéndose en un segundo plano, fuera de todo foco, dándole el sitio que merece a todos y cada uno de los que no dudaron en arrimar el hombro en esta noble causa.

Pablo Aguado
Pablo Aguado en el festival de La Maestranza. © Eduardo Porcuna

Tras la finalización del Festival Taurino a beneficio de la Bolsa de Caridad de la Hermandad de El Gran Poder de Sevilla el pasado 12 de octubre, su hermano mayor, D. Ignacio Soro Cañas, publicó una carta de agradecimiento a todos los participantes en la web de la propia hermandad.

Un hombre que ha trabajado en silencio durante casi tres años por y para su hermandad, buscando el beneficio final, no para la hermandad, sino para aquellas personas que lo están pasando mal. Nuevamente las hermandades de Sevilla vuelven a dejar claro que están ahí para ayudar al prójimo, al necesitado, ese que nunca pierde la fe pese a vivir situaciones que pueden llevarle a ello.

Una carta escrita desde el corazón, agradeciendo a cada una de las personas que lo hicieron posible, siempre poniéndose en un segundo plano, fuera de todo foco, dándole el sitio que merece a todos y cada uno de los que no dudaron en arrimar el hombro en esta noble causa.

En dicha carta agradecía «a la Real Maestranza de Caballería de Sevilla que, atendiendo a nuestra solicitud, una vez más, la acogió favorablemente cediéndonos la plaza de toros» así como a la Empresa Pagés por «facilitándonos cuantas gestiones han sido necesarias para la organización del evento». Se agradecía también a «D. José M.ª. Pedernal, autor del soberbio cartel anunciador gentilmente donado a la Hermandad y la familia Foronda por la cesión de los mantones que exornaron la plaza».

D. Ignacio Soro Cañas también quiso acordare de los actuantes en aquella tarde agradeciendo a «los matadores, novillero y becerrista, así como sus respectivas cuadrillas, dispuestos desde el primer momento a colaborar para mejorar la vida de los más necesitados jugándose la propia. A los ganaderos». Por último, también entraron en el cupo de agradecimientos el Gran Hotel Meliá Colón, Cruz Roja Española, y el equipo médico encabezado por el Dr. D. Octavio Mulet.

Pero entre todos los agradecimientos hubo uno en especial, este iba dirigido al alma mater de dicho festival, el diestro D. Emilio Muñoz «quien de manera discreta y con una elegancia exquisita ha sabido confeccionar un completísimo cartel, secreto del éxito obtenido, cruzando España de norte a sur y de este a oeste sin escatimar esfuerzo para reunir el ganado lidiado y sorteando las vicisitudes presentadas de manera magistral».

Un festival que sin la solidaridad de la afición no hubiera tenido el éxito que tuvo, llenándose el aforo de La Maestranza en su totalidad. «Gracias a la afición procedente en muchos casos de puntos lejanos que llenaron los tendidos hasta colgar el emblemático cartel de “No hay billetes” en las taquillas de la plaza«, así como a «la Banda de la Centuria y la querida Hermandad de la Macarena por engrandecer los prolegómenos de la celebración con un bando anunciador por las calles del centro de la ciudad finalizado en la Puerta del Príncipe».

Los agradecimientos también fueron a parar a «la floristería Javier Grado. A los medios de comunicación por la difusión del acontecimiento. Nuestro agradecimiento a Sevilla y sus autoridades gubernativas por el apoyo incondicional a los fines del festival durante los preparativos».

Un festival que servirá para ayudar a esa personas y familias desfavorecidas que con todos los problemas que está teniendo el país, ven como el salir a flote es cada vez más difícil, por eso el agradecimiento hacia el Señor de Sevilla un «Jesús del Gran Poder que nos ha iluminado y dirigido en todo momento en este largo camino y nos ha concedido la gracia de ser testigos en primera persona de la solidaridad, la empatía y la generosidad de todos cuantos han contribuido de una u otra manera a recaudar fondos para ayudar a los descartados, los abandonados, los más necesitados que son en suma los preferidos de Su Señor«.

Un festival que fue todo un éxito tanto a nivel organizativo como económico, llenándose hasta la bandera la plaza y viendo el triunfo de varios de los alternantes en el cartel. Una vez más la sociedad sevillana respondió ante la llamada de la solidaridad tras dos años sin festival por culpa de la pandemia. En 2023 se volverá a organizar un nuevo festival con otros componentes, lo único claro es que nuevamente la Sevilla taurina volverá a responder y a llenar los escaños de la Maestranza por una causa tan loable como la ayuda al prójimo.