En la finca ‘Valdefresno’ de la localidad salmantina de Tabera de Abajo se encuentra la ganadería de Fraile de Valdefresno, uno de los hierros con más solera del campo bravo español. Se trata de una vacada que, tras la división familiar, lleva en solitario José Enrique Fraile Mazas.
Una ganadería que como muchas otras se ha visto divida por el fallecimiento de su ganadero, en este caso fue en el año 2020 cuando pasó a ser su propiedad, formándose la ganadería con la mitad de la ganadería de familiar y pasándose a anunciar como «Fraile de Valdefresno».
En este caso, con el vídeo que hoy sacamos a la luz, nos vamos unos meses atrás y nos situamos en los últimos días de febrero de este 2022. En uno de sus cercados vemos una amalgama importante de sementales, todos prácticamente de pelo negro, algo que por otro lado es normal en el encaste Atanasio-Lisardo.
Allí encontramos al 20 Cantarero, semental hondo y badanudo pese a no tener una encornadura excesiva, un toro muy proporcionado al que no le gusta que le molesten en su cercado. Mientras el coche gira cerca de él, el toro amaga dos veces con arrancarse, de ahí que sus ganaderos decidan no molestarlo más y alejarse de su zona.
En esta ganadería el número de sementales es largo, de ahí que no todos estén con su hato de vaca. Por las fechas en las que estamos se ve claramente cómo Cantarero no está disfrutando de su lote de vacas y sí de la compañía de sus hermanos. Seguramente muy pronto le llegará la oportunidad de entrar en acción.
Un vídeo que ha tenido gran aceptación entre los aficionados, los cuales conocían de primera mano cómo se comportan un animal a campo abierto. Con miles de reproducciones, el vídeo publicado por la cuenta de Instagram de la ganadería salmantina se ha hecho viral, enseñando de primera mano cómo es la vida del toro bravo en el campo.
La actualidad del campo bravo salmantino: lluvias que frenan la sequía en Fraile de Valdefresno
Por otro lado, la borrasca que entró en la península la pasada semana ha venido acompañada de una bajada brusca de las temperaturas y un frente que ha barrido la península de oeste a este con copiosas lluvias que han venido como agua de mayo al campo bravo. Dejamos atrás esas semanas de buen tiempo y temperaturas en ascenso para echar mano del paraguas, el abrigo y la bufanda.
Unas lluvias que han caído con abundancia en el campo charro, allí en la finca que da cobijo a las vacas y a los toros de Fraile de Valdefresno no se pueden quejar, la otoñada se hizo presente con fuerza en esta zona de nuestra piel de toro, algo que ayuda a que nuestras dehesas vuelvan a recuperar su esplendor tras un tiempo de sequía que puso en jaque a nuestros ganaderos.
La camada de este año va tomando forma, se van rematando los animales de cara a un 2023 donde la divisa charra volverá a lidiar un encierro tras la gran corrida de 2022. Los toros se van rematando ajenos a todo aquello que ocurre fuera de sus cercados, provocando peleas entre los más fuertes de la capada por el cetro del poder. De momento este ‘Caralegre’ ya va marcando territorio con sus hermanos de cercado.
