CAMPO BRAVO

La lucha por dos encastes de la familia Gallego en el Valle de Alcudia: 40 toros y novillos de ‘veragua’ y Ojailén para 2023


lunes 26 diciembre, 2022

Macarena Gallego, que trabaja junto a su padre y su hermano en la ganadería, nos cuenta los proyectos a medio y corto plazo de los dos hierros de la casa, así como el resumen de un 2022 "muy positivo" para la casa.

Javier Gallego
Un toro de la casa. © M. G.

Hablar de toros bravos en la provincia de Ciudad Real es hablar de una vacada con dos hierros que es emblema del Valle de Alcudia: la de Toros del Ojailén y Javier Gallego. Allí la familia Gallego cuida con mimo a sus animales, esos a los que le corre la sangre Domecq y Veragua por las venas. Sin duda un proyecto ganadero ambicioso en el que se busca mantener un tipo de toro muy especial que su familia criara desde hace años con la esperanza de devolver a las ferias.

En estas tierras manchegas tanto Macarena -veterinaria de profesión- como su hermano y su padre están volcados con una ganadería que les tiene ensimismados. Los Domecq de Ojailén y los Veragua de Javier Gallego pastan en unos cercados que han ganado en esplendor gracias a las lluvias caídas en estas semanas, sin duda, el mejor regalo de Navidad para unos ganaderos que veían cómo la otoñada pasaba a verdear.

Los resultados de la ganadería del 2022

Toro Ojailen
Un toro de Ojailén. © M. G.

Hace unos meses hablábamos con Macarena sobre su ganadería, el momento que atravesaba y el papel de la mujer en el mundo, ahora queremos conocer como afrontan en casa un 2023 que se presenta -al menos- ilusionante tras una temporada con toros interesantes: «Hacemos un balance positivo, porque hemos lidiado astados de Toros del Ojailén -procedencia Domecq- y de Javier Gallego -Veragua- con un buen resultado. Tanto toreros como público salieron satisfechos y por ende, nosotros también».

«Lo del Ojailén hemos subido un peldaño más esta temporada, con la corrida de Herencia que salió buena y la de Santoña. Hemos lidiado también la corrida de Tomelloso -un desafío de la casa-, una novillada en Rasines, un toro en una concurso y un novillo en Alcázar», nos comentaba Macarena Gallego.

Las metas de la ganadería a corto y medio plazo

Veragua Gallego 1
Un toro de Javier Gallego, de procedencia Veragua. © M. G.

Se ve ilusionada a una ganadera que sabe que tiene entre sus manos un tesoro genético de incalculable valor, por ello cuida con mimo la camada de este año que se nos viene encima: «Si todo sale bien, tenemos entre dos y tres corridas de Toros del Ojailén, una novillada con caballos de ese mismo hierro, una novillada con caballos de Javier Gallego y cinco toros para las calles». Sin duda una camada a la altura de dos divisas que poco a poco van encontrando esa regularidad que exige un mercado donde el nivel ganadero es alto por la exigencia en la selección.

De momento el salto a plazas de primer nivel no se ha dado, Macarena es prudente en ese sentido y sabe que aún les queda para llegar a ese lugar: «Para plaza de primera, todavía no hay nada; nuestra meta es no lidiar en esas plazas porque nuestro tipo de toro no vale para ello. Nuestra meta es lidiar en plazas de segunda y que detrás de las ganaderías de élite estemos nosotros. Nuestro sueño es lidiar en plazas de segunda: ojalá Ciudad Real, Santander, Aranjuez… ese tipo de cosos y con carteles de figuras. Pero plazas de primera no es nuestro objetivo ni a corto ni a medio plazo».

Una ganadería que cuida con mimo a un encaste como es el de Veragua del que tienen actualmente 50 vacas de vientre. Pero también son conscientes que este tipo de toro tiene una difícil salida al mercado, de ahí la apuesta por el encaste Domecq del que tienen en torno a 100 vacas madres. Una familia, dos hierros, dos encastes y una ilusión por llegar a esos carteles de boato en plazas con sabor y solera de segunda y tercera categoría.

Ojailen
Otro toro de Ojailén, de procedencia Domecq. © M. G.. © M. G.