CAMPO BRAVO

Así se recupera la ganadería de Los Lastrones, calcinada por el fuego en verano: «El agua ha cumplido, los políticos no»


jueves 8 diciembre, 2022

La ganadería abulense de Los Lastrones se repone del grave incendio sufrido el pasado mes de julio: así está siendo la recuperación de la finca, que también se vio afectada por los ataques de lobo semanas más tarde de la llegada del fuego.

Vaca Lastrones
Una vaca de Los Lastrones, con un paisaje calcinado el pasado verano pero en recuperación estos meses. © Pablo Ramos

El pasado mes de julio, el fuego entraba de lleno en la ganadería brava de Los Lastrones, ubicada en las cercanías del municipio de Cebreros, en la provincia de Ávila. Numerosos medios aéreos de tres comunidades autónomas se afanaron en el control de las llamas para evitar que estas arrasaran con la totalidad de la finca y los animales que pastaban en ellas. Fueron momentos de tensión, más si cabe por el número de cabezas que estaba en grave riesgo de morir por las altas temperaturas.

Una ganadería que goza de grandes cercados para los animales, unas extensiones importantes para dar cobijo a las más de 120 vacas madres que hay actualmente en la finca. Afortunadamente pudieron salir de este atolladero y con el paso del tiempo y las lluvias caídas hasta ahora la finca ha recobrado ese verdor que la caracteriza. Aun así, los árboles quemados sacan a relucir la catástrofe vivida hace unos meses.

Por si esto no fuera poco, la ganadería de Los Lastrones también se vio afectada por el ataque de los lobos a las vacas madres y a los becerros sin destetar el pasado verano, aprovechando los cánidos la coyuntura del fuego y la debilidad que presentaban las hembras. Una pérdida genética y económica insoportable para una ganadería, más si cabe en momentos donde el ganadero está siendo ninguneado y señalado por grandes lobbies animalistas. Es, por tanto, la dureza de un campo bravo por la que están teniendo que pasar Daniel y Luis González Reviejo, propietarios de este hierro abulense.

Daniel González, ganadero de Los Lastrones: «Después del incendio nos encontramos con un caos espantoso»

Los Lastrones
Otra vaca camina entre matorrales calcinados. © Pablo Ramos

Pasados unos meses queríamos hablar con uno de ellos, en este caso Daniel, ganadero -junto a su hermano- que se deja la vida por sacar adelante esta vacada. Afortunadamente el agua está ayudando a cambiar el paisaje de la finca y a recuperar la belleza de esta tras unos días dramáticos: «El agua ha cumplido, la palabra de los políticos no«, comentaba el ganadero nada más entablar conversación con él.

«Gracias a Dios, ha llovido bien. Nunca es todo lo necesario, pero sí se está regenerando poco a poco. Después del incendio nos encontramos con un caos espantoso. Aquella zona se encontraba desoladora totalmente. Hubo entre cinco y ocho becerros perdidos, imagino que quemados. Nos dicen que nos van a dar ayudas por todos los sitios, que nos van a ayudar de todas las formas posibles… que iban a estar cuatro meses ayudándonos, y han sido solamente dos meses de paja. Luego trajeron agua a última hora, pero ya había llovido. No hacía falta. Realmente, nos dieron paja y ya está», nos comentaba Daniel González.

«Hay que agradecer a los particulares que nos mandaron camiones de paja desinteresadamente»

Vacas Lastrones
Astados entre arbustos quemados el pasado verano. © Pablo Ramos

Pese a todo esto, en Los Lastrones sí han tenido la ayuda de vecinos y amigos que se volcaron con la familia: «Sí que hay que agradecer a los particulares que nos mandaron camiones de paja desinteresadamente». Una presencia que agradece la familia, algo que no corresponde con la de unos políticos que volvieron a prometer cosas que no cumplieron: «Sí se pasearon los políticos por aquí: el presidente de la Diputación, secretarios generales, alcaldes de la zona… todos los coches en procesión. Me dijeron que los llamásemos, pero mentiras. Mentiras puras y duras».

Afortunadamente las lluvias caídas en estos meses de octubre y noviembre han ayudado al campo bravo. La borrasca que se cierne sobre la península dará el último empujón para su lenta recuperación: «Con estas aguas que cayeron en septiembre y octubre, la verdad que se está recuperando bien, porque estaba negro. Ir cada día al campo era morirte. Era todo un solar. La finca es grande, tiene mucha maleza, y verlo como está, hasta que te haces a ello es complicado. No te recuperas fácil. Al menos está echando verde y es de otra formaA estar como estaba, hacen falta veinte años».

FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS