Simón Casas es quien se lleva el gato al agua. Después de múltiples habladurías y rumores que lo situaban con diferentes apoderados, será el empresario galo el que se haga con las riendas de la carrera de Alejandro Talavante, un torero en el que sigue creyendo pese a no haber sido la 2022 la mejor temporada de su carrera.
El extremeño, que ha hecho cinco paseíllos este año en la plaza de toros de Las Ventas, ha visto cómo se le relacionaba con diferentes apoderados durante los últimos días, antes, incluso, de romper la relación profesional con José Miguel Arroyo ‘Joselito’ a principios de semana. Sin embargo, será Simón Casas, de manera individual, quien afronte la tarea de apoderar a un genio que debe volver a su antiguo ser.
De momento, el extremeño tiene que levantar el ambiente holstil que le quedó en Madrid después del pasado 12 de octubre, cuando se dejó un toro vivo en la plaza de Las Ventas y salió abroncado de un coso que le ha visto triunfar muchas más veces que fracasar.
Las reuniones mantenidas el pasado fin de semana al final han dado sus frutos y ha sido esta tarde cuando, finalmente, se ha cerrado un acuerdo que ambas partes consideran muy fructífero.
El 2022 de Alejandro: un largo invierno por delante para volver a sacar el mejor Talavante la próxima temporada
Este pasado 2022 muchos eran los aficionados que ansiaban ver el retorno de un torero que se había marchado en el mejor momento de su carrera, y que en su vuelta en Arles en 2021 volvió a sacar a relucir ese toreo que lleva dentro, pero sin embargo fue una de las mayores decepciones de esta temporada.
Su vuelta vino en San Isidro en un cartel mano a mano con otro de los toreros del momento, un Juan Ortega que le cogió el pulso a la campaña a mediados de junio, mientras que Alejandro, salvo en tardes contadas como El Puerto, Bilbao, Salamanca o Murcia. rayó a un nivel muy discreto.
Más simas que cimas en una temporada en la que no se le vio para nada cómodo al torero de Badajoz. Una temporada que parecía remontar tras su gran faena de El Puerto, pero la regularidad no se produjo y sus tardes pasaron sin grandes titulares hasta la tarde de Bilbao, la única que le dio un respiro triunfal.
Ahora tiene un largo invierno por delante para reflexionar en cuanto a su toreo y volver a ordenarse para sacar el mejor Talavante en el ruedo, como así lo esperan los aficionados.