MÉRIDA (VENEZUELA)

Colombo y su tesón salen en hombros en el arranque de la Feria del Sol


sábado 26 febrero, 2022

David Fandila 'El Fandi', Leonardo Benítez y Jesús Enrique Colombo anunciados con una corrida de toros de San Antonio

Colombo (1)

Comenzaba el Carnaval venezolano de Mérida con una corrida de toros en la que estaban anunciados el español David Fandila ‘El Fandi’, y los venezolanos Leonardo Benítez -que sustituía a Manuel Escribano, lesionado- y Jesús Enrique Colombo para lidiar un encierro de San Antonio. Y la corrida comenzába con retraso por el secuestro, por parte de un grupo antitaurino, de la cuadra de caballos de picar, por lo que se anunció la celebración de la corrida a la usanza portuguesa: sin picadores. Hasta el segundo toro, cuando los caballos de picar llegaron a la plaza.

Leonardo Benítez escucha silencio tras despachar sin brillo al primero

Entre una división de opiniones por la falta del primer tercio se estiró Leonardo Benítez con el primero de San Antonio, al que lanceó con soltura y quitó luego con brillo. Con doblones inició la lidia con un toro de nobleza sin boyantía. Era de pitón zurdo el animal, que le marcó pronto la calidad en naturales mirando al tendido. Pero no tardó en cortar viaje y defenderse por su falta de raza y de fondo. Una estocada desprendida, de efectos retardados, impidió que hubiese premio alguno.

El Fandi pone el espectáculo ante el desrazado segundo, que lo pone difícil

Desde el inicio quiso darle fiesta El Fandi al primero, al que lanceó a la verónica con pasmosa facilidad y galleó con garbo para colocarlo al caballo. Derribó el toro de San Antonio más toro que el anterior. Hubo un quite por navarras de un espectacular Fandi que metió a la gente en calor, rematando con serpentina y media muy torera. Invitó a banderillear a los compañeros de cartel, cumplimentando un vistoso tercio de garapullos. De rodillas empezó David, cerrado en tablas, poniendo mucho de su entrega a la falta de ella de un animal sin raza que pronto empezó a defenderse. Molinetes, guiños al tendido y alardes de facultades fueron coreados por el tendido. Mató con contundencia y se le concedieron las dos orejas.

Colombo cuaja con contundencia al noble tercero y la estocada cae defectuosa

Apretado de carnes y escasito de arboladura salió el tercero, al que recibió Colombo con media docena de verónicas más voluntarioso que brillante, aunque pidió paciencia el matador, algo le vería al animal. Y así debió ser, por el quite por chicuelinas, muy limpias, con que ordenó el quite. También a este le firmaron el tercio de banderillas entre los tres matadores, con espectacular forma de clavar. Con cambiados por la espalda inició faena el venezolano, de una forma fulgurante hasta el larguísimo pase de pecho. Aprovechó la buena condición y la nobleza del animal para cuajarlo en los medios con un toreo muy largo y un ademásn relajado y enroscado. Llegando siempre mucho al tendido. Con manoletinas rodilla en tierra terminó el tachirense mientras el tendido pedía el indulto. Trasera y tendida cayó la estocada, lo que no impidió que pasease las dos orejas.

Silencio para El Fandi en un cuarto que no quiso embestir

Al cuarto lo lidió El Fandi por tener que tomar un avión para México y pedir permiso a los compañeros. Pero tampoco este le ayudó en absoluto, y nada más que la especular facilidad del granadino a la hora de clavar banderillas y buscarle las vueltas al animal con molinetes y rodillazos ante la falta de fuerza y de raza de un toro que se rebrincó demasiado. No tuvo suerte el español en este cuarto de la tarde, en el que escuchó silencio.

Benítez cierra con una oreja al asiento templado su actuación de la tarde

Con el quinto pasó bastante desapercibido Leonardo Benítez hasta el tercio de banderillas, al que invitó a participar al joven Colombo, que clavó con mucho desparpajo. Sin embargo, fue con la muleta con la que Benítez encontró su mejor quehacer, en una faena mucho más asentada y serena que cimentó al natural. Labor muy interesante de entrega y de veteranía que remató con una estocada efectiva estocada para pasear una oreja.

Colombo lidia con solvencia al vulgarón sexto para despedirse entre palmas

El cierraplaza fue otro animal vulgarón y sin demasiadas virtudes que obligó al joven Colombo a tirar de recursos para concluir una lidia de mucha técnica y recursos. Hubo entrega y hubo variedad en el tercio de banderillas compartido con Leonardo Benítez, pero este fue el peor de un encierro en el que también le había tocado el mejor. Puso sentido de la lidia y lo mató sin brillo para escuchar palmas en su despedida.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Mérida, Venezuela. Primera de abono de la Feria del Sol. Más de tres cuartos de entrada.

Toros de San Antonio. Desiguales de presencia y comportamiento.

Leonardo Benítez: silencio y oreja.

David Fandila ‘El Fandi’: dos orejas y silencio.

Jesús Enrique Colombo: dos orejas y palmas de despedida.