CAMPO BRAVO

Juan Pedro Domecq: «En 2021 lidié 25 corridas de toros y mi cuenta de explotación fue negativa»


jueves 3 febrero, 2022

El ganadero Juan Pedro Domecq pasó por los micrófonos de Cope y analizó la pasada temporada 2021, en la que lidió 25 corridas de toros, además del futuro de una ilusionante campaña, pero también expuso los problemas actuales del campo bravo.

Juan Pedro Domecq
Juan Pedro Domecq. © Luis Sánchez Olmedo

Juan Pedro Domecq es una de las grandes casas ganaderas de la historia. Vanagloriada por muchos y criticada por otros, se trata de una divisa que no tiene término medio. El hierro Sevillano hace varios años que se fusionó con Parladé para crear un único proyecto ganadero bajo la supervisión de Juan Pedro Domecq Morenés.

Es una de las ganaderías más solicitadas, ya no solo por las figuras sino por gran parte del escalafón. Los compañeros de El Albero de Cope lo entrevistaron en su programa del pasado miércoles: allí desgranó lo que será su temporada, el toro que busca y hacia donde se encamina su ganadería. El ganadero madrileño volverá a los cosos de mayor relevancia del panorama taurino en los carteles de mayor boato. La tranquilidad de tenerlo todo prácticamente cerrado en febrero hace que afronte el invierno de otra manera.

2022 puede ser un volver a empezar en lo que a la tauromaquia se refiere, empezar de cero, coger ese impulso para afrontar un año decisivo: «Lo primero que hay que tener es ilusión tras dos temporadas tremendamente duras, sobre todo por unos ganaderos que han sufrido en sus carnes la dureza de no poder lidiar. El sueño truncado por una pandemia que se ha cebado con los ganaderos. Esta pandemia nos hizo a muchos ganaderos recapacitar sobre el tamaño de la propia ganadería y sobre el futuro porque otro golpe como el de la pandemia no lo aguantaríamos ni yo ni muchos», señalaba Juan Pedro Domecq en el programa de Cope, dirigido por Sixto Naranjo.

En este tiempo que nos ha tocado vivir el mundo del toro sufrió un severo golpe del cual aún anda algo noqueado, más si cabe tras una primavera de 2020 en la que se paró toro. Sin duda momentos en los que más de uno temió por la superveniencia de la tauromaquia: «Ha sido por los momentos más duros emocionalmente que he pasado, te haces muchas preguntas, te quita muchas horas de sueño ya que no sabes si vas a ser paz se seguir adelante con el legado familiar. Si a los ganaderos, que somos la base de todo esto, no se nos permite lidiar estos no podrán sobrevivir por lo que el espectáculo como tal moriría sin remedio».

«En Lo Álvaro tengo preparadas entre 18-20 corridas de toros para afrontar con garantías la temporada»

Durante los momentos más duros de la pandemia la ganadería de Juan Pedro Domecq pudo sacar la cabeza y lidiar en algunas plazas. Durante 2020 fueron ocho festejos, en 2021 subió hasta los 25 en 2021. Viendo la luz al final del túnel la divisa sevillana debe afrontar con optimismo una temporada que ya se nos viene encima: «En Lo Álvaro tengo preparadas entre 18-20 corridas de toros para afrontar con garantías la temporada. Actualmente tengo un tamaño de ganadería mucho mayor del que quiero tener en un futuro, mi objetivo es lidiar en torno a 10-12 corridas de toros, pero bueno, caminamos hacia ese futuro y mientras sobreviviendo, ¿no?. El año pasado pese a lidiar 25 corridas de toros el resultado de la explotación fue negativa. Si yo lidiando ese numero de corridas estoy como estoy, fíjate como estarán otros ganaderos».

Una camada para 2022 que en Lo Álvaro se cuida con mimo: «Estoy inmensamente ilusionado, volveré a Sevilla y a Madrid, amén de otras plazas en las que suelen contar conmigo como son El Puerto de Santa María, Santander, Almería, Granada, Málaga…, queda que me confirmen mi vuelta a Bilbao. Ojalá mis toros den el espectáculo que desean los aficionados. A Madrid iré una tarde y a Sevilla dos, una en feria y otra en San Miguel, es lo que yo he pedido ya que así puedo preparar mejor las corridas, pero todo depende de la confección de los carteles».

La pandemia ha dejado en el campo un sobrante de animales que están siendo un autentico quebradero de cabeza para los ganaderos. Un excedente de toros que hace que el precio de ellos baje. Pero estos dos años también trajo consigo un floreamiento en las camadas, una reducción de hembras, lo que conlleva que en unos años podemos encontrarnos con falta de toros para las grandes plazas: «El mercado se va a adaptar a la oferta y la demanda, porque esta pandemia lo que hizo es que los ganaderos tuvieran que tomar decisiones drásticas, drásticas de supervivencia, y eso hace que el número de animales herrados con el 0 y con el 1 empiecen a adecuarse de verdad a la oferta. Lo que si puede pasar es que dentro de unos años al bajar el número de animales falten toros para ciertas plazas o para las calles».

«La alimentación ha de medirse al milímetro, sin que ello afecte a la calidad del pienso»

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Toros de Juan Pedro Domecq. © Plaza 1

Una ganadería de bravo es una maquinaria de perfecto engranaje, todo está medido al milímetro. Los ganaderos han tenido que adaptarse a la situación que vivimos actualmente para poder reorganizarse y darle viabilidad a sus explotaciones, algo que no es fácil debido a su complejidad: «Intentamos contener los costes pese a la subida de estos. La alimentación ha de medirse al milímetro, sin que ello afecte a la calidad del pienso. Aquí como te dije antes se ha reducido ganado, para el año que viene tenemos 60 toros menos, pero esto no se puede hacer de la noche a la mañana. Cuando llegó todo esto teníamos cuatro camadas por delante. Evidentemente la de toros es la que más gastos conlleva, de ahí que poco a poco se haya floreado la camada hasta adaptarnos al número de animales que queremos tener en un futuro».

Pese a lo que puedan creer muchos, el ganadero de bravo ya no es aquel señorito de antaño, ahora son verdaderos trabajadores del campo, personas que dedican el 100% de su tiempo a la cría del ganado bravo. Sin duda esta dedicación hizo que se afrontara esta situación tan dura de una forma diferente: «Aquí nos agarramos a la afición. Cuando ves como está en juego el patrimonio que durante tantos años ha mantenido tu familia te da vértigo ver como puedes perderlo en un abrir y cerrar de ojos, por eso la afición tira mucho. Eso te hace darle mil vueltas a la cabeza para buscar una solución con la que poder solucionar todo esto».

Como comentábamos en la introducción la ganadería de Juan pedro Domecq no deja indiferente a nadie, una divisa que pocas veces tiene un termino medio y a la que vemos que el toro de plaza de primera le suele embestir. Madrid pese a ser una plaza donde su prototipo de toro no es el de la casa ha visto como durante años esta divisa lidiaba animales de nota en Las Ventas. «Los ganaderos estamos en un punto en el que hemos conseguido que nos embista un toro muy grande. El tema de la genética lo tengo controlado, ahora busco moldear mi toro para que no falle en las citas claves del año. Este año tengo una camada excepcional, mis resultados en Madrid están ahí. Durante la última década soy de los ganaderos con mejor balance en Las ventas. Mis dos últimas corridas han propiciado dos puertas grandes. Por otro lado en Sevilla sin ser los resultados excepcionales creo que han sido muy buenos. Lidie dos corridas en las que saltaron toros grandiosos, pero lo que más me llena es que al final de temporada cuando se hablan de las faenas de año y se dan los distintos premios ahí está el nombre de Juan pedro Domecq».

«Morante es un torero que nunca se alivió con mis toros pese a que la condición de alguno le pidiera eso»

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Morante. © Emilio Méndez

En mucha tertulias, coloquios o charlas entre aficionados salta la pregunta de si ahora se torea mejor que nunca. Para que eso fuera así todos tenemos que llegara a la conclusión de la evolución en positivo del toro bravo. Un animal que pese a su volumen ha conseguido una profundidad mayor a la de décadas pasadas. Pese a ello se ha llegado a un punto de perfección que muchas veces no es ni bueno, quedando en el aire si aún hay una vuelta de tuerca más tanto en el toreo como en las embestidas: «Yo sigo soñando con que mi toro embista más y de una forma que emocione, que se puedan hacer grandes faenas. Sigo seleccionando y creo que nunca llegaré a la perfección porque esa nunca se alcanza y eso me permite seguir soñando con darle una vuelta de tuerca más a mi ganadería. La evolución de la ganadería va en consonancia con la del torero. El toreo es el que determina la bravura, por ello los ganaderos que se adapten seguirán en el foco y los que no desaparecerán como ha pasado toda la vida. Mi toro exige la perfección en el toreo, y cuando estos torean de una forma excelsa y le hacen todo en su momento el toro se lo da. Para mi el toro más bravo es el que embiste más lento y el toreo más valiente es el que torea más despacio».

Las ganaderías siempre han evolucionado de la mano de los grandes toreros, la búsqueda de la bravura a través del toreo siempre ha sido santo y seña en esta casa ganadera: «Los toreros son determinantes, son los que hicieron que el toro de Juan Pedro Domecq evolucionara. Los toros que criaba mi padre no se parecen en nada a los que crío yo, ya que el toreo de Ojeda o Espartaco no es el mismo que el de Morante o Aguado por ponerte dos ejemplos. Morante es un torero que nunca se alivió con mis toros pese a que la condición de alguno le pidiera eso, por eso tengo claro que me va hacer crear el toro más bravo de la historia. Morante necesita un toro muy bravo ya que les exige una barbaridad y no todos los animales son capaces de aguantar eso».