El pasado viernes tuvo lugar en el salón de Carteles de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla un acto de gran contenido simbólico; en el, el diestro sevillano Manuel Escribano entregó el traje de luces con el que consiguió indultar a Cobradiezmos en el Coso del Baratillo para que sea expuesto en su museo. Una tarde, la del 13 de abril de 2016, que quedará en el recuerdo de todo aquel que es aficionado al mundo del toro. Lo allí vivido fue algo histórico: fue el segundo toro indultado en la Real Maestranza en la época moderna. Después, en 2018, vendría el indulto de Orgullito de Garcigrande.
Para tal acto, acudieron Santiago León y Domecq; Teniente hermano mayor, Ricardo Sánchez; Delegado de Gobierno de la Junta de Andalucía, Ramón Valencia; Empresario de la empresa de Sevilla, Manuel Ruiz-Rojas; Director financiero de la Caja Rural del Sur, así como la cuadrilla de Manuel Escribano y su apoderado José Luis Moreno. También destacó la presencia de Victorino Martín, Juan Antonio Ruíz ‘Espartaco; Matador de toros, Pepe Luque Teruel; Presidente de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y Pedro Rodríguez Tamayo; Miembro de la empresa Pagés.
“Este vestido es la segunda piel que me acompañó aquella histórica tarde y quiero que un trozo de mí quede para siempre en esta plaza, este templo del toreo. Mi templo. No solo porque esta sea mi tierra, si no porque la Maestranza es un pilar fundamental en mi vida” pic.twitter.com/UMDCaQUCW0
— Manuel Escribano (@InfoMESCRIBANO) February 4, 2022
Un acto en el que el propio torero explicó sus sensaciones de aquella inolvidable tarde. Ante un Salón de Carteles lleno hasta la bandera, los aficionados allí presentes pudieron conocer de la mano del torero de Gerena todo lo que supuso aquella tarde. Un torero estrechamente ligado a esta plaza, ya que desde sus inicios Sevilla le ha dado cosas que nunca llegó ni siquiera a imaginar. Ganador del ciclo sin caballos, triunfador de las novilladas con caballos, sus interesantes actuaciones de matador de toros, así como el triunfo con ‘Datilero’ de Miura, ese que le devolvió a las ferias.
Manuel Escribano, sobre la tarde de Cobradiezmos: «Este vestido es la segunda piel que me acompañó aquella histórica tarde»
Escribano, visiblemente emocionado en todo el acto dio las gracias a todos los asistentes: «Este vestido es la segunda piel que me acompañó aquella histórica tarde y quiero que un trozo de mí quede para siempre en esta plaza, este templo del toreo. Mi templo. No solo porque esta sea mi tierra, si no porque la Maestranza es un pilar fundamental en mi vida», cerrando su emotiva intervención con una frase final que puso en pie a todo el salón: «Aquella tarde, sin ti, nada hubiera sido posible Victorino Martín».
También tomó la palabra Victorino Martín. Un ganadero que con su trabajo y el de su padre; espejo a seguir, sigue manteniendo en todo lo alto a una divisa ejemplar y en la que muchos deberían fijarse. Recordó la faena de Manauel, el indulto y lo que supuso para su hierro, pero también dejó una frase para la posteridad: «Cuando ‘Cobradiezmos’ muera, será disecado y entregado a la Real Maestranza, aunque espero que tarde mucho en venir», se expresó entre risas el ganadero extremeño.
Como titulamos aquella tarde de abril La gloria de «Cobradiezmos» hace de Sevilla un manicomio de la bravura. Una tarde que sin duda marcó un antes y un después en la historian de la tauromaquia. Gracias a la bravura y a la entrega de un torero, Sevilla pudo gozar de la grandeza del toreo. Un toro se ganó la vida gracias a lo más preciado que tiene. Escribano y Cobradiezmos formará para siempre una pareja única. Toro y torero se unieron para decir alto y claro que en el toreo priman los sentimientos y la verdad.